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La curiosa historia que se esconde detrás del nombre de Rolex


Rolex fue fundada por el alemán Hans Wildorf. No es una marca alemana, sino inglesa, puesto que él y su cuñado (Alfred Davis) empezaron con una empresa de distribución de piezas de relojería en Inglaterra. La marca se denominó inicialmente "Wildorf & Davis", pero montar eso en la esfera del fondo de un reloj no quedaba nada bien. Wildorf buscaba una marca que fuese fácil de pronunciar, de recordar, y que fuese corta, para que pudiera verse bien en el fondo del reloj y quedar centrada, no con espacios en blanco como las combinaciones de varias palabras.

Se dice que Hans Wildorf estuvo probando y probando las letras del alfabeto, mezclándolas entre sí, hasta que se quedó con unos cien nombres, pero ninguno de esos cien nombres le convenció.

Prueba: linterna de bolsillo Ledlenser


Ledlenser es una compañía con sede en Solinger, Alemania, aunque posee filiales (factorías) también en Estados Unidos y China. De este último país provienen muchas de sus linternas asequibles aunque, como suele pasar habitualmente, en todos los embalajes de esta marca únicamente informan de su sede (Alemania) y no del lugar de fabricación de las linternas, que bien puede ser China. De esta manera el consumidor puede caer fácilmente en el error, al repasar los detalles y "la letra pequeña" del embalaje, que está adquiriendo un producto alemán, cuando en realidad es un producto chino.

Como la compañía no aporta datos, personalmente y por mi experiencia podría casi asegurar que un gran número de sus productos son de China, tanto por el acabado como por detalles de funcionamiento (que os iré desvelando en este reportaje), mientras que el diseño sí que puede ser alemán.

¿Quién maneja nuestras marcas preferidas?


Cuando nos vienen a la memoria marcas como Paredes, Kelme o Crube, tendemos a imaginarnos a nuestros recuerdos de niños con ellas, a nuestra infanca, y a personas que han vivido la historia de la marca desde hace muchos años, que prácticamente de forma constante las han lucido, llevado y usado con orgullo. Pero no, nada más lejos de la realidad.

Toda esa imagen, que se encargan muy bien de publicitar y destacar esas mismas firmas, recurriendo a valores como "retro", "calidad", "duradero", "histórico" (e incluso "mítico", en el caso de Paredes, casi nada...), es simplemente eso: imagen. Una cortina de humo. Puro escaparate. Normalmente los dueños de esas marcas solo se dedican a contar las ganancias y a cuantificar ventas, de todo lo demás hace tiempo que "pasaron del tema". Detrás de esas marcas se esconden empresas de marketing y de imagen, que se encargan de que te creas lo que no son mas que ficticias realidades en tu imaginación, que se dedican al cacareado "social branding" y similar, en aras de hacerte creer que son las marcas de toda la vida. Las mismas que conociste en tu infancia e incluso las mismas que conocieron tus padres. Pero no.

¿Cuánto cobra un "influencer" por mencionar tu marca?


Sí, aparecer y que vean tus marcas en medios escritos de Internet por lo general cuesta dinero. Y más aún si mueves a un número de seguidores bastante digno. Para que os hagáis una idea, y según un estudio hecho en Reino Unido por Morar Research, para que un influencer mencione tu marca deberás desembolsar la friolera de 75.000 libras (unos 83.700 euros). Viendo estas cifras me da cierta risa sabiendo las ridículas inversiones que hacen, generalmente, las marcas en España. Obviamente en la difusión por Internet estamos -como desde su nacimiento ocurrió- en los últimos puestos en la Península.

También es cierto que esas cifras las mueven los influencers más cotizados, es decir, aquellos más famosos y que son más visibles. Pero aún así también me parece un poco de sonrojarse cuando en esos sitios los departamentos de marketing dedican tantos recursos para la difusión de sus productos, y en España muchos de los medios especializados tienen que conformarse con que les cedan el producto en sí, y hasta ya pueden darse por contentos con eso.

¿Estamos saturados de información?


Mientras iba buscando información sobre la Green Cola, me llamó la atención un hecho muy curioso: en los primeros puestos de los buscadores había muchísimas páginas hablando de ella, pero todas, básicamente, decían lo mismo. Repetían lo mismo que decía el fabricante en su campaña o en sus notas de prensa, o en las notas de agencia. Una tras otra, página tras página, site tras site y portal tras portal, iban dando la misma información, cambiando -seguramente por cuestiones de SEO- alguna palabra aquí o allá, alguna frase aquí o allá...

Me llamó la atención que entre todas esas páginas había algunas -que conozco muy bien- que lo único que aportan es contenido estratégicamente situado para aparecer en los primeros sitios, con técnicas más o menos depuradas. Ninguno de esos sitios aportaba realmente algo de valor, algo que no fuera lo que ya se había contado, en definitiva: algo que cualquiera no pudiera haber leído dirigiéndose a la campaña del propio fabricante.

Análisis: Green Cola, el refresco del que todo el mundo habla


De cuando en cuando aparece en el mercado alguna marca que intenta quitarle el reinado a Coca-Cola o, al menos, hacerse con una parte de sus suculentos y gigantescos beneficios. Hace bastantes años era la Schweppes "Black". De ese refresco me hice un consumidor bastante fiel, principalmente para intentar borrar la omnipresencia de la Coca-Cola, aunque su sabor era horrible, y bastante peor que la original.

Eran tiempos en donde empezaban a tener mas o menos reconocimiento las marcas blancas, y éstas también, cómo no, se atrevieron a presentar batalla en las sodas de cola. Entre ellas estaban la "Euro Cola" (Pascual), "Cola DIA" o tantas colas muy tentadoras por su competitivo precio frente a la Coca-Cola (por cierto, si queréis ver la cantidad de marcas y curiosas colas que existen o existieron, no os perdáis el canmuseum), pero que a la larga no supusieron ser un rival serio de verdad.

La importancia de una buena review


Buscando entre zapatillas de Paredes, me he dado cuenta de algo curioso: si en el buscador de Google ponemos su modelo "Paredes Ecology", vemos que entre los casi 395.000 resultados, ni más ni menos, quien aparece en primer lugar es el blog de Guti y su review sobre las Ecology Serraje. El caso es que, si seguimos buscando, el siguiente link en aparecer que no sea una tienda es este mismo blog, en el análisis que realizamos en su día sobre ese modelo. Resulta llamativo que ambos resultados aparezcan incluso por encima de las tiendas más populares, e incluso por encima de las mismas páginas oficiales de la marca.

Algo similar ocurre con Yumas, cuya review que realizamos en Duraderos aparece también en la primera página de Google.

Si ves este dentífrico en el supermercado o por Internet, echa a correr


La marca es "Vicco" y es "pasta de dientes de puras hierbas aromáticas". Pero aparte de hierbas dentro viene "con sorpresa", y una sorpresa nada agradable, por cierto: se trata de una cantidad elevada (más de 7100 cfu/g) de bacterias aeróbicas mesóficas, por lo que en contacto no solo con la boca al lavarse los dientes, sino con las manos o los ojos, se pueden contraer graves infecciones. Una pasta que, en teoría, es para todo lo contrario, podemos acabar con una enfermedad por usarla.

Eso no es todo, ya que además entre sus componentes está elementos alergénicos como el Eugenol o el Limonene, en grandes cantidades, aunque el producto, entre el listado de los ingredientes que lo componen del embalaje, el fabricante se ha ocupado de que no aparezcan.

El "qué dirán" SÍ es importante en los productos de consumo


Hace tiempo llevaba un blog de bicicletas que tuvo un relativo éxito, en donde hablaba de marcas, componentes, noticias, lanzamientos... Aunque ya lo he abandonado (puede que en un futuro lo retome, no lo sé), lo siguen visitando bastantes personas, y algunas me escriben consultándome algunas dudas. Estos últimos días lo hizo un chico, el cual quería adquirir una bicicleta y dudaba entre una BH y una Giant. Por cómo se portaron en su día (cuando simplemente les pedí el manual de la BH recién comprada que adquirí, y me ignoraron), y por mi experiencia con la gente de BH (entre otras cosas, cuando la actualicé) le recomendé encarecidamente la Giant.

No digo que en BH se hubiesen molestado en enviarme una copia (aunque fuera en pdf) de su manual, simplemente con una respuesta de que no podían hacerlo, de que no les apetecía o de que no les daba la gana, hubiera sido suficiente para mí. Una respuesta. Un minuto de su tiempo. Pero ni eso. Lo mismo me ocurrió cuando les consulté sobre la restauración del cuadro de la Over X.

Los tramposos de Granini


El pasado verano la marca de frutas Granini organizó un concurso en el que, adquiriendo dos botellas de zumo, te regalaban una caja de fruta y, además, si luego les enviabas una foto de esa fruta que te enviaban (la publicabas en una red social y la compartías, obviamente con el objeto de darles publicidad) te obsequiaban con un vale descuento en tu próxima compra.

Yo -por fortuna- no soy cliente de esa marca, pero sí una chica que conozco que decidió regalármelo. Así que decidí participar. Una semana o dos después de enviarles la participación, me llega la fruta, una caja de melocotones en este caso. Mi primera sorpresa fue cuando vi que la caja de melocotones no procedía de Granini, y me sorprendí: ¿qué son, otra firma más "remarcadora" de fruta, en este caso? Parece ser que sí. La fruta la enviaba una distribuidora que, eso sí, usaba un pack de Granini, pero no era Granini. O sea: Granini, un productor de zumos de frutas, NO tiene fruta.

¿Tus datos personales valen o no valen? Valen justo doce millones de euros


Cuando hablamos de Big Data empresarial muchos nos imaginamos grandes centros de datos de proveedores de Internet en sitios como Silicon Valley o similares. Nada más lejos de la realidad. De hecho, nos atañe bastante como consumidores a ti y a mí. También, cuando hablamos de Google y sus servicios, pensamos que esta compañía es muy altruista porque "todo lo da gratis" (es cierto que antes esos servicios eran pagando, y bastante), creemos que no ganan demasiado por los datos que tú y yo ponemos en sus buscadores, en nuestros perfiles de usuario en Facebook o en Twitter, y en demás sitios personales.

Pero una muestra de lo alejados que estamos de la realidad nos la ha traído hoy la actualidad. En 2014 vio la luz en Alemania Zeotap, una compañía que se dedica a eso: al Big Data. Zeotap es una compañía que no negocia con productos físicos, no tiene industrias, ni fábricas, ni comercio, y aún así genera muchísimos beneficios. ¿Con qué trabajan, pues? Pues negocian con tus datos personales.

Opinión y prueba zapatillas Lotto Zenith VIII


El fallo con la elección de las Yumas Lander me hizo tener que volver de nuevo a buscar unas zapatillas lo más equilibradas posibles entre la calidad, y el coste. Sé que no hay que pedir peras al olmo, y que rozando los cincuenta euros el mercado de las zapatillas es tremandamente complicado, con muchas marcas tentándonos con productos muy baratos, y unas pocas "escondidas" con productos muy buenos, así que encontrar la joya, o la marca (o modelo) que destaque entre tanto maremágnum es una tarea casi titánica.

En este sentido quería un poco alejarme del mercado de las zapatillas puras de trekking por varios motivos (aunque al final adquiriría otras, por simple casualidad y para aprovechar la oportunidad de ofrecérmelas el distribuidor de Paredes), entre ellos estaba un periodo de adaptación prolongado (aún recuerdo los primeros días de dolor con las Yumas Lander y para, al final, durarme unos dos meses, no quería volver a pasar por ello). Como bien sabéis, a las zapatillas convencionales, de running o de ruta, uno se acostumbra muy rápido, mientras que las más duras de trekking es más cuestión de empeño (o de elegir un modelo de altísima calidad que nos facilite ese periodo) que de otra cosa.

Prueba y opinión: zapatillas Paredes Ecology


Puedo decir que, de entre todas las zapatillas que he tenido en mi vida, las únicas con las que me he sentido a gusto desde el primer instante de ponérmelas fueron unas Paredes. Yo era un niño, pero recuerdo vívidamente todavía aquella placentera sensación de comodidad, de confortable suavidad, que envolvía mis pies y cada paso que daba era como si caminara entre nubes.

Por aquellos años, finales de los setenta, Paredes era "lo más", y llevar su marca era jugar en una liga aparte. La lucíamos con orgullo y agrado. Imaginaros que me causaron tan buena impresión que aún recuerdo su color, azul oscuro con detalles blancos.

Señoras y señores, con ustedes el último invento obsolescente (y muy mal programado)


Si alguien es un ejemplo icónico y atroz de la más pura obsolescencia programada (y de nuestro tiempo, solo hay que ver las ventas que tiene) es el iPhone y, en general, la mayoría de productos de Apple. Persiguiendo el diseño y la apariencia "por encima de todo" (incluso a veces de la funcionalidad) el Apple con su reloj, su tablet, su smartphone y su reproductor multimedia ha llevado hasta el extremo la filosofía del "usar y tirar", de la basura y del consumismo. Fueron ellos los primeros en popularizar baterías que no podían sustituirse, periféricos solo compatibles con ellos solos, y una larga lista de "bondades" que ha entusiasmado al público -no se por qué... bueno, sí, por marketing- y que ha hecho que la envidia, ese deporte mundial, sea el primer motivo y garante del éxito. Del éxito y de los beneficios para ellos, claro, porque tener un Apple (watch, móvil u ordenador) da "categoría", eres "cool" si lo tienes, y demuestras a todos que te mueves en la clase alta social (aunque lo hayas tenido que pagar a plazos y vender a tus hijos para conseguirlo, da lo mismo).

Por eso no es extraño que Apple sea asimismo uno de los mayores defensores e impulsores del USB-C o USB de tipo C. Si el puerto USB que llevamos usando desde los noventa ya estaba suficientemente probado y parecía tener una más o menos estabilidad (aunque últimamente aparecían más y más variantes de micro-USB, mini-USB y similares), parece que han visto que han llegado al tope de beneficios con ellos y los lobbies de la industria (el USB Implementers Forum) se han puesto de acuerdo para que sustituyamos cables, periférico y dispositivos, y así sigamos alimentando al monstruo del consumismo aunque nuestro periférico, dispositivo o cable funcione todavía perfectamente.

Todo un móvil con cámara, radio, linterna y Bluetooth por casi lo que cuesta un F-91


¡Atención! Este post tiene una actualización más reciente aquí.

Me crecen los enanos. A mis problemas de ordenador se vino a unir ahora los problemas con mi móvil. Y es que mi viejo Nokia hace un poco "lo que le parece": cuando entra una llamada se apaga a veces, en otras ocasiones lo tienes un rato en el bolsillo, o lo dejas encendido sobre una mesa, y cuando vas a por él lo encuentras apagado, sin conexión... La gota que colmó el vaso fue cuando esta pasada semana fui testigo de un accidente y tuve que esperar a que me llamase la policía. Resulta que llegué a casa y, cuando me dio por mirar el móvil... ¡éste de nuevo apagado!

No es solo eso, por su culpa a veces vivo situaciones un tanto desagradables, como cuando me llama alguien y el teléfono se auto-apaga. Al interlocutor le da la sensación de que rechacé su llamada, que por supuesto no es así, dejándome en un muy mal lugar.

De nuevo Zara y Asos en el punto de mira del trabajo esclavista


En este mundo en que vivimos, o mejor en esta sociedad, no importa lo que vendas sino la marca. Lo que tiene realmente valor es algo tan intangible como la marca. Por eso hay marcas que venden ropa sin tener ni una sola fábrica propia, marcas que venden refrescos (Red Bull), sin tener una fábrica, o marcas que venden relojes (Nowley, Marea, y tantas otras), sin disponer de ninguna industria. Simplemente estampan su logo en el producto y lo revenden a veces al doble, triple o más de su precio original al que ellos lo han adquirido.

Lo peor de todo es cuando se les llena la boca asegurando y reafirmando que toda su cadena de producción no emplea trabajo esclavo, y sin embargo constantemente, una y otra vez, se les pilla "con el carrito de los helados".

¿Buena estrategia de ventas, o puro consumismo?


Una vez más, Swatch vuelve a presentar la campaña "Hits & Hots", consistente en que todos los que adquieran un reloj de la marca suiza podrán optar, por 25 € más, a un segundo reloj. Desde el grupo relojero aseguran que este segundo reloj tendrá un precio de entre 50 € y 145 €, es decir que por muy mala suerte que tengas y "te salga" el reloj más barato posible (el modelo se elije aleatoriamente y no dan la posibilidad de elegir cual será ese segundo reloj que nos llevemos), en teoría habrás obtenido, como mínimo, una rebaja del 50% (de ese segundo reloj).

Dejando aparte que relojes de Swatch a 50 € pocos he visto (se nota que se los reservan para promociones así), uno no puede dejar de preguntarse si campañas de este tipo son buenas estrategias de ventas, o más bien es una muestra más de animar el consumismo y la compra compulsiva.

¿Son los objetos duraderos sinónimo de lujo?


Puede que una gran mayoría de artículos de lujo sean duraderos, pero un objeto duradero no tiene por qué ser caro ni, por supuesto, de lujo. De hecho a la larga casi siempre son más baratos que los objetos "de usar tirar"; pensemos solamente en lo que nos ahorramos en sustituciones y gastos si adquirimos este tipo de objetos frente a los low cost o los más endebles.

Además, los objetos duraderos suelen ofrecernos más satisfacciones, y también nos dan la posibilidad de poder dedicarles tiempo para su mantenimiento. En efecto, el mantenimiento, esa palabra de la que la sociedad moderna huye como espantada, y a la cual han llegado a denigrarla y a quitarle importancia como algo insignificante o secundario. Incluso hay quienes nos quieren hacer ver en el mantenimiento algo malo. Ni mucho menos. El mantenimiento nos permite ese tiempo de disfrute y reflexión, esa pausa para hacer, con dedicación y esmero, los cuidados imprescindibles para seguir usando de nuestro útil artículo.

¿Qué le pasa a Casio?


¿Qué le ocurre a Casio? ¿Por qué ese empeño en convertirse en marca para la moda? Es evidente que si vendes relojes de plástico a precio de reloj duro de metal, y con cambiarle cuatro colores en su exterior logras encima comercializarlos aún más caros, has conseguido encontrar la veta en una mina de oro. Casio lo ha logrado, en parte sacrificando mucho de la imagen de G-Shock, pero parece que no les importa.

La cuestión es, entonces: ¿hasta cuando podrán hacer esto? Lógicamente, hasta que los consumidores se cansen y entonces desde la marca nipona les empujarán "sucintamente" hacia sus premium y sus Edifice.

El teléfono móvil frente al smartphone


Hace unos pocos días un amigo me invitó a dar un paseo por unas montañas cercanas, a lo cual con gusto accedí. Cuando entré en su coche me sorprendió enseñándome un teléfono móvil nuevo, pero de formato "monoblock" y con teclado, como "los de siempre", así como una pequeña pantalla TFT a color, sin mucha resolución pero más que suficiente no solo para distinguir información, sino también para ver alguna que otra fotografía.

Me explicó, sonriente y muy contento: "¿has visto? Una semana dura la batería". Había cambiado su smartphone por un teléfono convencional, sin Wi-Fi, sin GPS, sin conexión a Internet, sin tonterías varias "ni pitos ni flautas". Desde que lo había adquirido se sentía no solo totalmente satisfecho con el móvil (ya no smartphone), sino que, además, había ganado muchísimo en tranquilidad y calidad de vida, sin tener que preocuparse cada pocas horas en si tenía que recargar la batería del smartphone, o si tenía mensajes pendientes sin leer, qué había hecho determinada persona en Facebook o si tenía poca carga.