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La necesidad de tejido industrial en España


La pandemia del SARS-CoV-2 (COVID-19) que padecemos tan abruptamente ha traido consigo muchas cosas malas, pero también algunas lecciones que deberíamos aprender muy bien y tener en cuenta a partir de ahora. Porque cuando las cosas se ponen feas, cuando de verdad hay necesidad de esa "globalización" y de esos precios contenidos, resulta que te quedas sin ello. Durante muchos años, demasiados, España ha sido un buen comercio, un buen mercado y ha ocupado el papel de comercial de bienes y productos que se fabrican muy lejos de aquí. ¡Y qué bien, sin embargo, nos habría venido esa industria ahora!

Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, lo decía no hace muchas semanas: en China, cuando apareció el coronavirus, tenían un tejido industrial que sostenía con su poderío la región de Wuhan cuando ésta tuvo que cerrarse a cal y canto sin poder producir. Todas las demás regiones y empresas se pusieron mano a la obra para proveerla. En Italia, las fábricas de coches como Lamborghini, y de moda como Gucci, comenzaron a producir mascarillas y equipo de protección. En el Reino Unido, McLaren pasó a fabricar respiradores. En España, tuvo que ser Seat (con el apoyo de varias universidades) quienes se implicaran en ello, y firmas como Joma, ante la escasez (y el alto precio, cuando están disponibles) de mascarillas, empezó a fabricarlas.

Rabasa no acaba de despegar


...Y es una lástima. Unos de mis mejores recuerdos en bici los viví con una Derbi Rabasa: preciosa, ligera (a pesar de ser de acero), robusta, muy bien hecha, con unas terminaciones geniales y muy fácil de reparar. Muy por encima (pero muchísimo por encima) que otras marcas de renombre del mercado que, curiosamente, aún sobreviven (quizá sea por eso de la obsolescencia programada, el que aquellas bicis tan buenas durasen tanto y claro, las de la competencia, un suspiro).

Por eso la desaparición tanto de Derbi (en manos ahora de Piaggio, que no la iban a hacer desaparecer, decían, y ya ves: sus modelos actuales son casi testimoniales, las que ahora existen han dejado de ser Derbi hace mucho, desde que los italianos cerrasen la factoría de Martorell con el último ciclomotor producido en donde firmaron todos los empleados, un Derbi Senda, por cierto) como de Rabasa supuso, para todos los que amamos las bicicletas, un varapalo tremendo.

Ni las propias marcas de ropa saben quienes fabrican sus prendas


Estos días la BBC ha publicado un interesante reportaje sobre algunas de las marcas de ropa más conocidas, como Zara, H&M o el grupo Arcadia. La intención era saber de dónde procedían sus prendas y, para ello, se pusieron en contacto con cada firma. Como suele ser habitual, ninguna quiso hacer declaraciones y solamente Inditex (Zara) les dieron algunas pistas.

Y es que, como ocurre con el calzado, aunque en la etiqueta ponga "made in Spain" o "made in Portugal", la auténtica realidad es que si bien la prenda se confeccionó en ese país, las materias primas, o incluso partes del proceso de manufactura, vienen de otros sitios y se hacen en otras partes. En casi todos los casos alguna parte de esa prenda pasa por China casi de manera obligada.

Sesenta robots sustituyen a más de seiscientos empleados


El gobierno chino tiene un plan para acabar con la mano de obra esclava, cosa que esperan hacer de aquí a 2025. Y no es perseguir a las industrias con más penas y multas, o un mayor control sobre las mismas, no. La solución pasa por incorporar más robots que sustituyan a los trabajadores.

Y es que, como desde múltiples medios de comunicación se viene diciendo, la revolución de la robótica es algo imparable y, si esto sigue así, al escasear el trabajo tal vez se debería pensar en una renta (la llamada renta universal) para los que quieren pero no encuentran trabajo. De hecho, para todo el mundo, ya que el trabajo lo harían los robots.

Básculas comerciales Roch


De pequeño siempre me parecía un momento especial, cuando acompañaba a mi madre a comprar a alguna de las tiendas del pueblo, el que acontecía al llegar la hora de pesar la mercancía (frutas, productos de charcutería, pescadería...) por la báscula. Me quedaba observando aquel "extraño artilugio" que era la báscula, y sería ese aparato el juez imparcial que diría el precio a pagar dependiendo del peso. Como si fuera el fallo de un magistrado, se producía un breve silencio mientras el tendero colocaba la mercancía en la báscula para pesarla. Y yo veía con expectación a la aguja moverse durante un breve espacio de tiempo, y casi como había surgido, el encantamiento se iba y el silencio se rompía al grito del vendedor (o vendedora): "¡trescientos cincuenta gramos!", o: "¡seiscientos gramos!".

Cómo había conseguido descifrar en tan corto tiempo el movimiento rápido y felino de la enorme aguja marcadora era para mí aún todo un misterio.

Señoras y señores, con ustedes el último invento obsolescente (y muy mal programado)


Si alguien es un ejemplo icónico y atroz de la más pura obsolescencia programada (y de nuestro tiempo, solo hay que ver las ventas que tiene) es el iPhone y, en general, la mayoría de productos de Apple. Persiguiendo el diseño y la apariencia "por encima de todo" (incluso a veces de la funcionalidad) el Apple con su reloj, su tablet, su smartphone y su reproductor multimedia ha llevado hasta el extremo la filosofía del "usar y tirar", de la basura y del consumismo. Fueron ellos los primeros en popularizar baterías que no podían sustituirse, periféricos solo compatibles con ellos solos, y una larga lista de "bondades" que ha entusiasmado al público -no se por qué... bueno, sí, por marketing- y que ha hecho que la envidia, ese deporte mundial, sea el primer motivo y garante del éxito. Del éxito y de los beneficios para ellos, claro, porque tener un Apple (watch, móvil u ordenador) da "categoría", eres "cool" si lo tienes, y demuestras a todos que te mueves en la clase alta social (aunque lo hayas tenido que pagar a plazos y vender a tus hijos para conseguirlo, da lo mismo).

Por eso no es extraño que Apple sea asimismo uno de los mayores defensores e impulsores del USB-C o USB de tipo C. Si el puerto USB que llevamos usando desde los noventa ya estaba suficientemente probado y parecía tener una más o menos estabilidad (aunque últimamente aparecían más y más variantes de micro-USB, mini-USB y similares), parece que han visto que han llegado al tope de beneficios con ellos y los lobbies de la industria (el USB Implementers Forum) se han puesto de acuerdo para que sustituyamos cables, periférico y dispositivos, y así sigamos alimentando al monstruo del consumismo aunque nuestro periférico, dispositivo o cable funcione todavía perfectamente.

Mochilas de Adidas: una marca famosa no es siempre lo mejor


Un claro ejemplo de que una misma marca puede ofrecernos buenísimos productos de un tipo, y otros de pésima calidad en otro, lo podemos dejar evidente en el ejemplo que os voy a poner.

Si hace un tiempo hablábamos sobre la extraordinaria calidad de los modelos Merlin de Adidas (ojo: que no todos los modelos de gafas de ese fabricante están construidos de la misma forma, otros sí incorporan partes de goma blanda que con el tiempo se deshacen), hoy vamos a hacer hincapié en todo lo contrario: sus mochilas.

Para que lo veas en perspectiva


Todo el mundo sabe que casi todo lo que adquirimos hoy día viene de China, sobre todo objetos baratos, objetos de usar y tirar, útiles de lo más variopinto, desde tecnología hasta muebles, pasando por automóviles, productos manufacturados o juguetes. En China es también donde se ha trasladado buena parte de nuestra industria, elementos de todo tipo y componentes de todas clases.

Pero todo eso a veces nos suena tan repetido y tan lejano que pierde buena parte de su significado, ya casi lo vemos como algo normal. Que países asiáticos como China, Corea o Japón se hayan posicionado como el motor industrial ya lo tenemos asumido. Quizá porque no lo vemos en perspectiva. Por eso una imagen -un vídeo en este caso- vale más que mil palabras, y puede abrirle los ojos a muchos para que vean lo que realmente supone todo esto.