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Cómo envejecen los calcetines Punto Blanco


Llevamos desde hace tiempo probando en Duraderos los calcetines de la firma española Punto Blanco, y hemos creído conveniente volver a traerlos a la actualidad para dar a conocer qué resultado nos han dado.

Hace unos días me encontraba con un señor en unos grandes almacenes, y decidí aprovechar para adquirir calcetines. Él me dijo: "compra los que sean, pero no Punto Blanco". Supe entonces por qué me lo decía. Y es que podríamos calificar a los calcetines de esta marca española como un pequeño desastre. A nada menos que 6 € el par, uno esperaría unos calcetines robustos, duraderos y cómodos. Pero ni lo uno ni lo otro.

Opinión y prueba del teclado Lenovo KB1021


El Lenovo KB1021 es un teclado de los que nos vendría como producto original para un ordenador de sobremesa de Lenovo. De hecho, el embalaje es típico OEM, una caja sin ningún detalle externo, manual, garantía ni fotografía, salvo la etiqueta de lo que contiene, completamente distinta, por tanto, a los embalajes de los teclados que podemos adquirir en tiendas de informática. Ya conocéis mis preferencias por este tipo de teclados sencillos y básicos, huyendo de los teclados extravagantes que últimamente se están viendo por todas partes, con conexiones inalámbricas y demás. Este Lenovo KB1021 es la antítesis de todo eso, de hecho, por no tener ni siquiera nos ofrece los siempre agradecidos y útiles accesos directos. Es un teclado de lo más convencional, por tanto.

Lo primero que llama la atención es su forma, un frontal que recuerda a los teclados de antaño, a los clásicos IBM o Siemens-Nixdorf. Otro detalle que llama la atención es su peculiar acabado de teclas. Las principales son de color negro, mientras que las teclas de función, el bloque de teclas de inicio/fin, y las superiores del teclado numérico (incluyendo también la lateral del "+"), tienen un bonito tono grisáceo apagado que, he de decirlo, me encanta. Cierto que parecen teclas "gastadas", pero ese sutil gris me parece un gran acierto. Por otro lado, las teclas de "intro" o "enter" tienen un color grisáceo-azulado, que difieren con el resto del conjunto.

Probamos los calcetines de Punto Blanco


Punto Blanco, firma comercial propiedad de Industrias Valls S. A., y radicada en Igualada (Barcelona, España), es una histórica marca española de ropa interior, cuyas prendas presumen de ser de calidad y hechas con los mejores materiales. Pero de pasar a ser una marca habitual en los hogares españoles, se ha posicionado ahora como una marca del sector que podríamos denominar "de lujo", no elitista en sí, puesto que sus prendas se pueden adquirir en lineas de supermercados e hipermercados "comunes y corrientes", pero sí por sus precios. Los conjunto interiores para mujeres es fácil que ronden los 60 o 70 euros (sujetador y braguitas), mientras que sus pijamas los encontraremos por alrededor de 50 €. Unos precios un tanto fuera del alcance de muchos compradores, pero supuestamente, que merece la pena.

Hoy os traemos dos ejemplos de sus prendas, pero en calcetines. Se trata del modelo Easy Socks de Punto Blanco, que tienen la particularidad de que el puño (la parte superior) no queda apretada en la pierna. Con un precio de venta por cada par de 6 euros, está muy por encima de los calcetines convencionales, de hecho por ese precio podemos adquirir packs de varios en otras marcas.

El auge de las bolsas de papel


Tras la prohibición de las bolsas de plástico, el paso natural era volver a utilizar bolsas de papel. Hablo de "volver" porque esto no es nada nuevo: el envoltorio en papel se usaba ya hace muchos años. Cuando yo era niño, en la pescadería el pescado te lo envolvian en una hoja de periódico, lo mismo que aquellos bocadillos de sardinas (rezumando el aceite por el papel), o el calzado. Recuerdo aquellas bolsas de papel marrón, en la que te metían las golosinas, fruta, o lo que fuera.

Cuando hablaba de esto, algunos ponían el grito en el cielo: "¡no, eso no va a volver!", "¡eso es antihigiénico, un atraso!", "¡las bolsas de papel se rompen, no se pueden agarrar bien, se ensucian...!", etc, etc.

Leer la valoración de un producto o una marca, puede hacer que cambien de opinión los consumidores


Así se desprende del estudio "Trend Radar 2019" de Simon-Kucher & Partners, en donde se desvela que las valoraciones y opiniones que los consumidores leen sobre una marca puede hacer que éstos cambien de producto en un 33% de las ocasiones. Así, no es extraño que - como también se menciona en ese estudio - más de la mitad de las empresas (el 54%) considere que las valoraciones que se hacen sobre sus productos son muy importantes. Otras valoran como "un poco" importantes - el 29 % -, y el 17% cree aún que las valoraciones no inciden sobre la toma de decisiones de sus clientes o/y consumidores.

Según esta encuesta, se pueden clasificar a las compañías en cuatro grandes grupos, dependiendo de la gestión de sus valoraciones: los regazados (personas que todavía creen que no es importante que se valoren sus productos, que son un 17% como comentábamos), los que tienen una estrategia definida pero sin cumplir, los que ejecutan esa estrategia, y los que siguen activamente las campañas de valoraciones pero sin implicarse en ellas.

Mi desventura con MultiÓpticas


MultiOpticas (hoy MO, como ellos la llaman), siempre fue una marca querida para mí. Ya desde pequeño, era la preferida en mi familia, antes que otras competidoras como Navarro Optico (también hoy venida a menos) o similares. Hace unos años decidí adquirir allí unas gafas, con un experiencia bastante desastrosa: el muestrario era minúsculo - solo pude probar dos o tres modelos, no tenían más -, y aunque la señora se esforzaba (una atendía y tres mirando, como si fuera un circo, ya suponéis) la experiencia no fue nada grata.

En teoría elegí unas gafas robustas, tanto es así que la chica para demostrarme lo robustas que eran las abre, las retuerce (literalmente) y las dobla. Porque, según ella, la pasta "lo aguanta todo".

Prueba de las tazas de acero inoxidable de Ibili


Tras haber traido a Duraderos las tazas lacadas de Ibili, teníamos pendiente hacerlo con sus tazas de metal "desnudo", las que en Ibili llaman "potes" y que vienen a ser las tazas metálicas de toda la vida.

Al contrario que otras marcas como Laken, donde fabrican sus tazas de metal con peligrosos compuestos que tenemos que usar con mucho cuidado (con riesgo para la salud, como el aluminio), en Ibili la taza es de acero inoxidable, como cualquier otro recipiente metálico que podamos tener por la cocina, por lo que, en este caso, son mucho más seguras que las de Laken.

Prueba de tazas de metal esmaltado de Ibili


Tras el desastre de las tazas de metal de Laken, pasamos ahora a daros nuestras impresiones sobre las tazas del fabricante Ibili. Vamos a hacerlo con dos de sus tazas, la de metal en acero inoxidable, y las de hierro esmaltado. Empezamos esta review hoy con las de hierro esmaltado, y en posteriores os publicaremos la de acero inoxidable.

Las tazas (o "pote", como lo llaman ellos) de hierro esmaltado están teniendo una gran aceptación gracias a su estética un tanto "vintage", de hecho es una de mis preferidas. La que aquí os mostramos es el modelo de 8 cmts. de alto (0,40 litros), pero también podemos encontrar otras medidas, de 10 cmts. (0,70 litros de capacidad), y de 6 cmts. (0,20 litros). Es una taza cómoda, aunque relativamente pesada, por lo que para quienes les gusten los cubiertos ligeros les resultará un tanto molesto beber por ella.

Prueba de menaje de metal de Laken


Os contaba hace poco los peligros de utilizar aluminio como recipiente para consumo, y cómo una de las marcas que más abusaba de ello -por desgracia- es española. Hoy vamos a ver una muestra más de esto que decimos, y se trata de su taza de metal que, sin referencia alguna (un enorme defecto que ya vimos en la anterior botella-thermo que estos de Laken tienen como algo habitual) solo aparece con el registro 39.02498/MU. El "MU" hace referencia a la región de Murcia (donde son originarios estos de Laken), y ese registro no pienses que tenga nada que ver con el lote o la taza: comparten el mismo registro -por inverosímil que os parezca- sus cantimploras, o sus otras tazas, aunque no sean de aluminio. Dicho de otra manera: yo fabrico una barra de chocolate, y ese registro lo pongo a yogures, caldos, fritos, y zumos. Pues más o menos es eso lo que han hecho en Laken. Así que el que aparezca ese registro es simplemente "pose", no es garantía de nada -o de apenas nada-, porque no se refiere al producto en cuestión (en este caso la taza), sino a todos los productos que fabriquen. O sea: es un registro genérico, y no para ese artículo.

Muestra de la incongruencia una vez más de los productos de Laken, que va vimos en la anterior prueba de sus botellas thermo, es que en esta ocasión se nos advierte que no se use el producto caliente. Es algo lógico, porque el metal transmite muy bien el calor y, si lo ponemos al fuego -aparte de no ser nada saludable al ser aluminio- al coger el recipiente podemos sufrir serias quemaduras. Pero en esa incongruencia, insisto, en Laken nos venden esta taza con un mango de plástico para evitar quemarnos, lo que no tiene ningún sentido. Un mango que, además, es de aspecto gomoso y que rodea todo el canto de la taza, dando una sensación muy desagradable en los labios a la hora de beber (es muy grueso). ¿Por qué lo han hecho así, entonces?

Comparativa entre fósforos de Selex y fósforos de Tres Estrellas


Soy una de esas pocas personas que deben quedar que aún utiliza fósforos, comúnmente conocidos como cerillas, y como muchos sabréis llevo desde hace tiempo teniendo una guerra constante con la marca de mayor difusión en España: "Tres Estrellas".

Desde que desapareciera Fósforos del Pirineo y Swedish Match se hiciera con el control de la antigua Fosforera Española, el mercado de este producto deja muchísimo que desear. Aprovechándose de su posición dominante en el mercado, "Tres Estrellas " nos vende unos fósforos malísimos, carísimos, y el consumidor no tiene otra opción que comprárselos. Si vas a un estanco, encontrarás "Tres Estrellas"; en los supermercados, en Mercadona, en Carrefour... En casi todas partes la única marca que encuentras y que, por tanto, es la única que puedes comprar, es "Tres Estrellas ".

Opinión y prueba de la bicicleta plegable B-Pro PS30 (Megamo)


Para El Corte Inglés fabrican sus bicis varias marcas, entre ellas firmas tan de renombre como BH. Pero el consumidor tiene que estar advertido, porque las BH de El Corte Inglés distan mucho de las BH que ves en su catálogo oficial o de las que se venden en las tiendas y distribuidores oficiales, y suelen ser bicis de muy baja calidad y enormemente malas (ya lo vimos cuando probamos la Beartrack).

En el caso que nos ocupa, sin embargo, vamos a ir por una marca blanca de El Corte Inglés, su propia marca en realidad: B-Pro. De B-Pro hay ciclistas que hablan maravillas, así que tenía ganas de probar algún modelo de esta marca y poder constatarlo por mí mismo. En realidad quien está detrás de B-Pro es la gente de Nou Aro Tres, una sociedad anónima afincada en Mercagirona (Vilablareix, Girona) encargada de la venta y distribución de sus propias bicicletas (probablemente hechas en China, en la bici no pone nada) y que tanto vende B-Pro para El Corte Inglés, como Boomerang para Hipercor, etc. En realidad, Nou Aro también tiene actividades en sectores tan alejados del mundo del ciclismo como el inmobiliario.

Relojes de primera, y relojes de segunda


Hay relojes buenos, y relojes malos. Hay relojes caros, y relojes baratos. Sin embargo hay fabricantes que van más allá, y hacen relojes de primera, y relojes de segunda. Casio es uno de ellos.

Se dice que Casio tiene relojes muy buenos, y es cierto. Y se dice que, además, también son muy competitivos, cosa que también lo es. Pero esto es así mientras no les exijas demasiado.

Bicicletas plegables compactas: ventajas e inconvenientes


Tras un tiempo con la bicicleta compacta plegable, de rueda de 20 pulgadas, he podido apreciar más claramente sus virtudes y defectos, unas virtudes (y también unos defectos) que intentaré explicar aquí con más detalle para exponer sus ventajas.

La primera de ellas es, sin lugar a dudas, su peso. Aunque en este sentido es engañoso, puesto que en apariencia son más pequeñas y compactas, su cuadro requiere más refuerzo, a lo que hay que añadir el portabultos (que suelen ser de acero para soportar el peso de la carga). Así, y por lo general, las bicicletas compactas y plegables suelen ser más pesadas que las estándar de MTB (de hecho es más pesada que mi bici de montaña), por lo que mi consejo es que lo tengáis muy en cuenta y, a ser posible, elijáis modelos con portabultos y guardabarros que se puedan retirar (hay algunas en donde estos elementos, sobre todo los portabultos, van fijos). Esto tiene su explicación: un portabultos de varillas (más ligero, pero menos robusto claro, que el soldado de otros modelos) y unas llantas de aluminio de pared simple (aunque con la penalización de los guardabarros, que son de acero) os ahorrarán unos preciados gramos que podréis dedicar a cosas más provechosas.

Prueba de taza de metal de Laken: no te la lleves de camping, mejor llévala a un vertedero


Os contaba hace poco los peligros de utilizar aluminio como recipiente para consumo, y cómo una de las marcas que más abusaba de ello -por desgracia- es española. Hoy vamos a ver una muestra más de esto que decimos, y se trata de su taza de metal que, sin referencia alguna (un enorme defecto que ya vimos en la anterior botella-thermo que estos de Laken tienen como algo habitual) solo aparece con el registro 39.02498/MU. El "MU" hace referencia a la región de Murcia (donde son originarios estos de Laken), y ese registro no pienses que tenga nada que ver con el lote o la taza: comparten el mismo registro -por inverosímil que os parezca- sus cantimploras, o sus otras tazas, aunque no sean de aluminio. Dicho de otra manera: yo fabrico una barra de chocolate, y ese registro lo pongo a yogures, caldos, fritos, y zumos. Pues más o menos es eso lo que han hecho en Laken. Así que el que aparezca ese registro es simplemente "pose", no es garantía de nada -o de apenas nada-, porque no se refiere al producto en cuestión (en este caso la taza), sino a todos los productos que fabriquen. O sea: es un registro genérico, y no para ese artículo.

Muestra de la incongruencia una vez más de los productos de Laken, que va vimos en la anterior prueba de sus botellas thermo, es que en esta ocasión se nos advierte que no se use el producto caliente. Es algo lógico, porque el metal transmite muy bien el calor y, si lo ponemos al fuego -aparte de no ser nada saludable al ser aluminio- al coger el recipiente podemos sufrir serias quemaduras. Pero en esa incongruencia, insisto, en Laken nos venden esta taza con un mango de plástico para evitar quemarnos, lo que no tiene ningún sentido. Un mango que, además, es de aspecto gomoso y que rodea todo el canto de la taza, dando una sensación muy desagradable en los labios a la hora de beber (es muy grueso). ¿Por qué lo han hecho así, entonces?

La revolucionaria escoba 3en1 de Vileda


A mi vecina de arriba le iría de perlas lo último de Vileda, porque siempre que se pone a barrer empieza a dar golpes contra todas las paredes que, más que barriendo, pareciera que está manejando un martillo de demolición. Este modelo que hoy os presentamos en Duraderos.com es una escoba que incluye múltiples ventajas en su diseño y materiales, que ya la hubiesen querido tener nuestras abuelas. Una de ellas es lo que en Vileda llaman "antichoque", que básicamente consiste en que los bordes del soporte de las cerdas, en sus extremos, están terminados con una superficie gomosa más blanda. Con esto se minimiza no solo el ruido, sino el peligro de dañar las paredes o el zócalo mientras barremos.

En realidad este borde de goma no es nada nuevo en sí, creo que hasta algunas escobas de "los chinos" ya llevan ese sistema, y en algunas marcas incluso diseñan los bordes mas salientes y con extremos de goma más blanda aún. No es por tanto algo espectacular, pero mejor tenerlo que carecer de ello.

Prueba: maquinilla de afeitar clásica de Wilkinson (II). Afeitado


Os confieso que no era mi intención hacer una "segunda parte" de la review sobre la maquinilla clásica de Wilkinson, la Wilkinson Classic, pero aparte de para contar mi experiencia con el afeitado clásico, he decidido hacerlo para también ser justo con la maquinilla de afeitar.

Tras todo lo que había oído y leído sobre el afeitado clásico, y múltiples consejos, advertencias, miedos e incluso reparos, creo que mi experiencia podrá servir de ayuda a muchos otros que se quieren iniciar en este "arte" de afeitarse con este tipo de maquinillas. Máxime si tenemos en cuenta que tras más de treinta años de afeitarme con maquinilla eléctrica, y con sólo la experiencia de las multihojas con cuchilla (en realidad con maquinilla desechable), mis impresiones estoy seguro que servirán de mucho para aquellos que apenas tengan experiencia con este afeitado.

Prueba: maquinilla de afeitar clásica de Wilkinson. Impresiones


Por increíble que parezca, y aunque soy un ferviente admirador y defensor de las maquinillas eléctricas (de las antiguas Philishave, en concreto), he decidido probar con el afeitado clásico. Las razones son varias, pero entre ellas se encuentra el deseo de espaciar los afeitados para estar durante bastante tiempo con un poco (muy poco) de barba, y hasta el momento no hay ningún cabezal rotatorio de Philips que admita el vello un poco largo y, como bien sabréis si lo habéis intentado, afeitarse con un poco de barba y maquinilla eléctrica es muy molesto (además de doloroso).

Es cierto que hay soluciones en el mercado para estos casos, como las maquinillas eléctricas tipo rastrillo o de corte con cuchillas al aire (como las Philips OneBlade), pero el principal inconveniente -y por lo que no me gustan- es que dejan "los pelillos" tirados por todas partes, llenando tu ropa (y tu cara) de ellos. No solo eso, sino que a veces los lanzan por todos los rincones y estás más tiempo intentando solucionar el desastre que has montado, que afeitándote.

Philips OneBlade, lo último de Philips para el afeitado


En estos días la multinacional Philips está realizando una agresiva campaña con el fin de dar a conocer su última solución de afeitado, una maquinilla eléctrica a la que denominan "OneBlade".

Sin entrar a valorar su estrategia de ventas, tengo que reconocer que Philips (y aquí lo he dicho muchas veces) me gusta bastante. Sus maquinillas de afeitado (al menos hasta los noventa) eran robustas, eficientes, apuraban muy bien y duraderas. De hecho, la maquinilla eléctrica que yo mismo usaba hasta hace no mucho era de los ochenta, tras romperse (literalmente) el disco de uno de los cabezales de mi úlima Philipshave.

¿Estamos saturados de información?


Mientras iba buscando información sobre la Green Cola, me llamó la atención un hecho muy curioso: en los primeros puestos de los buscadores había muchísimas páginas hablando de ella, pero todas, básicamente, decían lo mismo. Repetían lo mismo que decía el fabricante en su campaña o en sus notas de prensa, o en las notas de agencia. Una tras otra, página tras página, site tras site y portal tras portal, iban dando la misma información, cambiando -seguramente por cuestiones de SEO- alguna palabra aquí o allá, alguna frase aquí o allá...

Me llamó la atención que entre todas esas páginas había algunas -que conozco muy bien- que lo único que aportan es contenido estratégicamente situado para aparecer en los primeros sitios, con técnicas más o menos depuradas. Ninguno de esos sitios aportaba realmente algo de valor, algo que no fuera lo que ya se había contado, en definitiva: algo que cualquiera no pudiera haber leído dirigiéndose a la campaña del propio fabricante.

Bolígrafo Pelikan Beat Pen: el útil perfecto para escribir cada día


Pelikan es una de mis marcas favoritas, tienen cosas realmente fantásticas aunque su principal problema es que, por desgracia, no es fácil de encontrar en tiendas físicas.

De esta marca guardo muy gratos recuerdos porque usaba sus cintas para la máquina de escribir. Mientras que las originales eran muy caras, Pelikan las ofrecía en packs a un precio muy competitivo. Y alguien que, como yo, estaba escribiendo todo el día a máquina y devoraba cintas como un depredador, el poder hacerme con esos recambios a precios asequibles era vital.