Hace tiempo llevaba un blog de bicicletas que tuvo un relativo éxito, en donde hablaba de marcas, componentes, noticias, lanzamientos... Aunque ya lo he abandonado (puede que en un futuro lo retome, no lo sé), lo siguen visitando bastantes personas, y algunas me escriben consultándome algunas dudas. Estos últimos días lo hizo un chico, el cual quería adquirir una bicicleta y dudaba entre una BH y una Giant. Por cómo se portaron en su día (cuando simplemente les pedí el manual de la BH recién comprada que adquirí, y me ignoraron), y por mi experiencia con la gente de BH (entre otras cosas, cuando la actualicé) le recomendé encarecidamente la Giant.
No digo que en BH se hubiesen molestado en enviarme una copia (aunque fuera en pdf) de su manual, simplemente con una respuesta de que no podían hacerlo, de que no les apetecía o de que no les daba la gana, hubiera sido suficiente para mí. Una respuesta. Un minuto de su tiempo. Pero ni eso. Lo mismo me ocurrió cuando les consulté sobre la restauración del cuadro de la Over X.
Así que BH me ha quedado atravesada y de ser una de mis marcas preferidas, ha pasado a casi no querer verla. Obviamente, no fue por rencor solamente lo que le respondí a ese chico, pero mi negativa experiencia con BH colaboró de manera crucial a que le aconsejase inclinarse por Giant, cosa que va a hacer. Será un cliente más de Giant, un cliente que seguramente al siguiente que le llegue preguntándole por una marca, él le aconsejará también Giant (tienen bicis de muy buena calidad y bastante competitivas, por cierto, así que para nada es una mala compra).
Puede que a BH no les importe no enviar un manual en pdf por correo electrónico. Puede que les traiga también sin cuidado que dejen de adquirir una de sus bicicletas, o dos... O tres o cuatro. Pero son tres o cuatro clientes que se aficionarán a otra marca, y que aconsejarán a otros otra marca. Y así, al final, no digo que BH vaya a cerrar (espero que no, no tengo nada en contra de sus trabajadores, que no tienen ninguna culpa de las nefastas políticas de relaciones con los medios de sus responsables), pero sí que dejará de vender un número de bicicletas que, mira tú por donde, podría fácilmente haber vendido haciendo esfuerzo cero.
En mi vida conocí a algunos empresarios, y uno en especial siempre me decía dos cosas: la competencia no es mala, porque nos anima a innovar y a ofrecer más calidad que los demás. Y, la otra, es que si una empresa quiere crecer "el boca a boca" es básico. De hecho, cuando tenía tiempo visitaba personalmente a los clientes y les entregaba los productos que habían pedido. Sin ninguna campaña de marketing, sin inversiones multimillonarias en "engañabobos" anuncios de televisión, su empresa era muy bien valorada por todo el mundo y, cada vez, más gente acudía a él.
Con esto quiero llegar a que dejar tu imagen de marca en una empresa ajena a ti es muy mala idea. Que ignorar un cliente tuyo que, encima, solo te pide un poco de información o un email que no tardas en responder ni dos segundos, es muy mala idea. Y que, finalmente, dedicarte a contar billetes sin fijarte en la atención que prestas a quien te da esos billetes, es muy mala idea. Luego muchos se asustan, se llevan las manos a la cabeza y se preguntan que en dónde han fallado, puesto que tienen un producto genial y competitivo. Que miren si en lo que fallan es precisamente en eso: en que su producto es genial, pero hasta ellos mismos lo desprecian y no lo saben cuidar. Y así no hay quien se mantenga en pie, por mucho que acudan a los chinos a que les hagan baratos sus artículos para intentar ser competitivos a costa de ser baratos... y malos. Y ese sí, ese sí, es el auténtico fin de la compañía.
| Redacción: Duraderos.com / Duraderos.blogspot.com
Lo hemos hablado algunas veces, y coincido del todo. Dejar tu imagen de marca, en manos de un externo que "no siente los colores", no sabe lo que fuisteis, y no sabe a donde vas, es mala idea. Todo se desvirtúa, y al final, los clientes, se desvirtúan del mismo modo.
ResponderEliminarEl mundo de las marcas en general se ha vendido al mejor postor, han perdido la identidad, no importa la marca ni la empresa ni los productos que escojas, la mayoría está en la misma situación, cada día ves caer bajo tus pies como míticas marcas que en el pasado te encantaban se van deslizando del pedestal y al final la desilusión te invade, ya nada es como antes, por eso las marcas blancas se están haciendo un hueco entre los consumidores, al paso que vamos van a quedar 4 marcas de cada sector controlados por unas pocas manos.
ResponderEliminarEl mundo de las marcas está en horas bajas.