Análisis: Green Cola, el refresco del que todo el mundo habla


De cuando en cuando aparece en el mercado alguna marca que intenta quitarle el reinado a Coca-Cola o, al menos, hacerse con una parte de sus suculentos y gigantescos beneficios. Hace bastantes años era la Schweppes "Black". De ese refresco me hice un consumidor bastante fiel, principalmente para intentar borrar la omnipresencia de la Coca-Cola, aunque su sabor era horrible, y bastante peor que la original.

Eran tiempos en donde empezaban a tener mas o menos reconocimiento las marcas blancas, y éstas también, cómo no, se atrevieron a presentar batalla en las sodas de cola. Entre ellas estaban la "Euro Cola" (Pascual), "Cola DIA" o tantas colas muy tentadoras por su competitivo precio frente a la Coca-Cola (por cierto, si queréis ver la cantidad de marcas y curiosas colas que existen o existieron, no os perdáis el canmuseum), pero que a la larga no supusieron ser un rival serio de verdad.




La Green-Cola llega ahora con unas cartas diferentes para intentar hacerse un hueco. Con una estética que nos recuerda mucho a la Coca-Cola (con florituras por el nombre y adornos ondulantes) esta cola, de origen griego, quiere destacar haciendo alarde de unos ingredientes y composición más "natural" que el resto. De esta forma, carece de aspartame como edulcurante, recurriendo a la sucralosa y al glucósido de steviol. Este último compuesto se obtiene de la estevia, aunque es una planta que se lleva usando desde antiguo, no fue hasta tiempos recientes que empezó a recurrirse a ella para la producción industrial de bebidas, de hecho hubo que esperar hasta 2011 para que la Unión Europea le diese el visto bueno como aditivo (el E960). Otro detalle que la distingue frente a sus rivales es que la cafeína utilizada es de origen natural (extraída de granos de café), no de laboratorio. Por cierto que, de momento, y a diferencia de la Coca-Cola, en Green cola no hay variante sin cafeína, lo que supone sin duda un gran handicap para su popularización.

Aunque, como he dicho, la Green Cola es de origen griego, la que se comercializa en España está hecha en nuestro país, de manera que es un producto nacional. Yo la he probado y puedo decir que no me desagrada. Partiendo de la base de que ninguno de los refrescos de cola me atrae mucho, con la Green Cola uno tiene la sensación de estar tomando más un jarabe que un refresco. Por otro lado en la boca es más "empalagoso" que la Coca-Cola, pero su sabor suave lo agradecerán aquellas personas a las que la Coca-Cola les "pica" demasiado, ya que la Green Cola es menos agresiva en ese sentido.


Ahora bien, todas esas bondades ¿se reflejan en el precio? Pues la verdad es que sí. Una lata de Coca-Cola de 330 ml. nos cuesta 0,59 € (0,58 € en otros sitios, redondeemos en cualquier caso a 0,60 €), el Green Cola nos cuesta bastante más, 0,68 €.

Por otro lado, el diseño del etiquetado de la Green Cola es muy desacertado, pienso que deberían haber cambiado los colores, y puesto de fondo el verde, y los detalles que ahora están en verde, haberlos puesto en negro, ya que así tal como está da el aspecto de ser una bebida energética y resulta bastante confusa. Además, todas las "colas" suelen añadir envases negros -copiando por Pepsi- o rojos -copiando por Coca-Cola-, ¿no sería bueno que la Green Cola, precisamente por esa referencia que quieren hacer de un refresco "verde", tuviese el fondo en ese verde?


No obstante veo difícil que la Green-Cola logre ser un serio rival para Coca-Cola, entre otras razones porque la Coca-Cola es una marca fuertemente arraigada en España que incluso hasta sus enemigos a ultranza la beben (sonado fue el caso del diputado de Ramón Espinar, animando a la gente a que no consumiese esa bebida, y siendo pillado "in fraganti" con ella).

Coca-Cola, y Pepsi-Cola (para los cursis sólo "Pepsi") tienen una posición dominante no solo en España, sino en el mundo, y son la muestra más palpable, y abanderados, de lo que se ha dado en llamar "el imperialismo estadounidense". Ningún producto como ese lleva tan intrinsicamente los "valores patrios" de los Estados-Unidos: capitalismo, culto al cuerpo, materialismo...


A pesar de todas las iniciativas y todos los intentos, ningún fabricante de ningún otro país pudo doblegarles ni superarles, excepto uno: Perú. Allí triunfa la Inca Kola, y esa sí que es mucho más exitosa en ese país latinoamericano que la propia Coca-Cola (aunque en realidad, a excepción del nombre, poco tenga que ver). La Inca Kola es una bebida nacional, hecha con hierba luisa, y que no le hace falta acudir a ninguno de los estereotipos de Coca-Cola para derrocarla de los primeros puestos de venta. Quizá el secreto sea ese: hast ahora todos han querido destronar a Coca-Cola ofreciendo lo mismo pero con tintes de mejoría (más barato, más natural...), y todos han fracasado. Inca Kola sin embargo ofrece algo diferente y totalmente distinto, incluso en imagen, que lo que nos venden los de Coca-Cola, y tal vez por eso todos los peruanos la prefieran a ella.

- Ingredientes Coca-Cola (normal):
Agua carbonatada, azúcar, colorante E150d, acidulante E-338, cafeína y aromas (Coca-Cola no especifica qué tipo de aromas utiliza).

- Ingredientes Green Cola:
Agua, anhídrido carbónico, caramelo de sulfito amónico Clase IV (como colorante), ácido tartárico y ácido málico (como acidulantes), glucósido de esteviol y sucralosa (como edulcurantes), aromas naturales (sin especificar) y cafeína de origen natural.


Mencionar que ambas llevan, obviamente, agua carbonatada, lo que ocurre que en Green Cola lo hacen mencionando por un lado el agua, y por el otro el anhídrido carbónico, lo cual para el consumidor es bastante más valioso porque dan más información. Sin embargo, llama la atención que en lugar del término técnico de colorante, el E150d, en Green Cola recurran a su denominación textual, el colorante de sulfito amónico no deja de ser un E150d. La razón de que probablemente hayan optado por no indicar el E150d puede que sea debido a que este aditivo es carcinógeno a largo plazo (y en determinadas dosis afecta a la absorción de la Vitamina B6, causando además problemas intestinales), y de hecho en Estados Unidos está prohibido su uso como aditivo alimentario. Si lo mencionaran, lo de "refresco verde" dejaría de ser bastante cierto así que directamente han decidido retirar ese "E" de su etiqueta, eligiendo otra forma de denominación que suene menos "peligrosa". Puro marketing, como veis. Lo mismo ocurre con el acidulante, Green Cola no usa el E-338 (el ácido ortofosfórico, un acidulante de síntesis), sino que han elegido el E334 (ácido tartárico) que, en este caso, hay que reconocer que no es un acidulante sintético, como el de la Coca-Cola, sino que es de origen natural (se obtiene de fermentación de bayas, uvas, etc.). Lo que ocurre que el otro acidulante (el E296, ácido málico) no aclaran si es de origen natural o sintético, ya que puede obtenerse de ambas maneras. Cabe destacar que este acidulante no es recomendable en niños, porque no disponen de los mecanismos para su metabolización, así que un consejo es que no se les dé Green Cola a los niños pequeños.

En resumen: Green Cola es un buen refresco que, bajo mi punto de vista, es mucho mejor que la Coca-Cola y con bastante mejor sabor, que tal vez pudiera hacerse un buen hueco en el mercado sino fuera por unos pequeños detalles: porque lleva cafeína, y porque no es tan natural como nos lo quieren hacer creer.
















| Redacción: Duraderos.blogspot.com

4 comentarios :

  1. Por edulcorante, lo suyo hubiera sido compararla con la Coca-Cola Zero. Como vosotros, estoy en contra de las multinacionales, de las posiciones dominantes, y del más de lo mismo, y puntualmente he ido buscando opciones, más por rebeldía que por ser consumidor habitual de la Cola, que hace décadas que no lo soy. Busqúe la Inca Kola, y no la conseguí.

    Había escuchado Green Cola, pero pensaba que era asturiana, no de origen griego, pero ya veo que hasta en eso copia la famosa Coke, con productoras/envasadoras locales.

    Coincido en que el envase, debería ser más llamativo, más diferente. Y con el verde, lo tenían a huevo, no entiendo porque no cayeron en ello. En eso, los de Inca lo han hecho mucho mejor también.

    En esto de desbancar al líder, hay que tener muchos medios, y una excelente distribución, son la clave. Antes Schweppes lideraba las tónicas, salieron los señores de Coca-Cola, invirtiendo a saco en Nordic Mist, y lo lograron. Luego los lobbys pusieron de moda los Gin-Tonic premium, o sea, reposicionar el combinado más popular de nuestra infancia, el que bebía la gente con menos nivel, para hacerlo lo más exquisito, y más tónicas inundaron el mercado. Es lo que hablé hace tiempo con cuál es el valor de marca.

    En fin, que aunque me duela, la Green Cola no lo conseguirá. Tiene aspectos buenos, pero también es más cara, y tiene defectos. Para desbancar al líder, no se pueden tener defectos. Considero que tendría más éxito llevar la idea al extremo. ¿Os acordáis de la zarzaparrillas de nuestros abuelos? Pues algo así, vendido en botellas de cristal como las de gaseosa de antaño, con ingredientes naturales, y un precio mucho más elevado.

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  2. Es verdad, Guti. El caso es que en Coca-Cola me pierdo, tienen tantas variantes que no se qué es lo que diferencia unas de otras (ya he dicho que no soy consumidor de este tipo de bebidas, no me gusta la sensación del carbonatado, me parece, por decirlo suavemente, "asquerosa"). Pero claro, eso ya depende de los gustos de cada uno, por supuesto.

    Creo que la Inca Kola en España es imposible de conseguir, no se si ahora en este tipo de establecimientos para inmigrantes habrá, pero fuera de ahí yo tampoco la he visto en ningún sitio.

    En efecto, tal como dices Green Cola solo "licencia" el producto, luego cada país que lo fabrique "como vea", más o menos como hace Coca-Cola, exacto.

    El último párrafo de tu comentario es genial, lo secundo totalmente. Lástima que las cabezas pensantes de ese tipo de compañías nunca tendrán esas cosas en cuenta, creo que a veces hasta les da igual, a costa de marketing y publicidad intentarán solventar cualquier defecto de forma o de fondo que tenga el producto.

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  3. Es triste que pretendan arreglar malas ideas con marketing, cuando la clave son las buensa ideas. Si lo pienso, es más triste aún, como ese marketing ante productos débiles, sigue funcionando. Lo ingenuos que somos...

    Las buenas ideas cambian el mundo. El marketing sólo sirve para dar a conocer las ideas, y si son malas, o regulares como es el caso, para dar trabajo a las agencias (que personalmente, ya me conviene). Pero nada transcendente.

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  4. Si bien Coca Cola es el rey del marketing, no podemos ignorar que bebidas como green cola utilizan un marketing deshonesto de "bebida de protesta"

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