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Un cronógrafo para el Targa


Porsche ha presentado el primero de los cuatro modelos que lanzará dentro de su colección Heritage Design, en este caso, el 911 Targa 4S Heritage Design. Este deportivo (del cual ya se pueden realizar pedidos), llegará al mercado - si todo sale según lo previsto - en otoño de este año, a un precio - para España - de 210.053 euros. De él, solo se fabricarán un número limitado de unidades, 992 en concreto (número que coincide con la numeración interna de esta generación del coche).

Los afortunados compradores se llevarán como extra un reloj cronógrafo exclusivo, creado específicamente para esta colección. Este modelo de reloj incluye una correa en el mismo y espectacular tono cereza metalizado del exterior e interior del coche.

Gyro X, el coche con tecnología giroscópica..., ¡en 1967!


Seguimos con nuestro repaso a la historia automovilística más curiosa. Algunos veían el Segway PT (el vehículo VMP -Vehículo de Movilidad Personal- por excelencia de Segway) como toda una revolución cuando apareció, allá en la pasada década. Su sistema de auto-balance giroscópico parecía algo casi mágico. Lo mismo esa tecnología aplicada a nuestros smartphones, que permite conocer cuándo lo movemos. Pero quien piense que ese es un invento nuevo o de este siglo, ni mucho menos. El pasado siglo fueron mucho más allá, antes incluso de la llegada del hombre a la Luna, y no aplicado a un pequeño aparato de transporte personal, sino a todo un coche con su carrocería y peso extra. Estamos hablando de un año tan lejano como 1967, y nuestro protagonista era el Gyro X.

Este coche, de dos ruedas, era capaz de mantenerse en equilibrio perfectamente. Fue un trabajo que contó con la colaboración del experto en giroscopios Thomas Summers, y que disponía de un pequeño motor de 80 CV de origen Mini (en realidad, era el mismo que llevaba el Mini Cooper S). También destaca el trabajo en aerodinámica, ofreciéndonos un coche con una silueta muy futurista.

ISO Rivolta, el "Ford Mustang" europeo


Si la italiana ISO hubiera sido norteamericana, ahora el Rivolta sería tan popular (o más) que el mismísimo Mustang. Y es que este coche, de inconfundible silueta y agresivo frontal, puede considerarse como uno de los primeros "muscle car" europeos (con el permiso del Opel Manta, aunque en este caso el del Opel tuviese mucho de norteamericano).

La ISO (Iso Autoveicoli S.p.A) tiene sus orígenes en los años treinta, su nombre proviene de Isothermos, debido a la refrigeración de sus motores. Entre sus realizaciones más populares se encuentra el Isetta, que luego sería licenciado por la BMW para que los alemanes lo fabricasen. Curiosamente, el Isetta pasaría a la historia como un coche icónico de la BMW, cuando en realidad su diseño (como los scooters) era italiano. Hoy, por desgracia, sus creadores originales, la ISO, se encuentra casi totalmente olvidada en el mundo de la automoción.

Curiosidades (y rarezas) en torno al mundo del automóvil en España


Hay ciertos datos que, por sí solos, llaman bastante la atención, y el mundo del automóvil - y el tráfico rodado en general - es una auténtica mina respecto a estas cosas. Por ejemplo, el primer semáforo de España se colocó en Madrid, y estaba situado entre el cruce de la Gran Vía y la calle de Alcalá. Esto ocurría en el año 1926. Barcelona tendría que esperar tres años para que los catalanes viesen el primer semáforo en sus calles, fue en 1929 y en la Ciudad Condal se colocó en la intersección que formaban las calles Balmes y Provenza. Allí también se instaló el primer paso de cebra de Barcelona. Antes de él, la gente cruzaba "donde quería", claro que también es verdad que para ver un coche pasar había que armarse de paciencia. Tanto es así que me contaban cómo, en mi pueblo, los niños jugaban a la pelota en plena carretera nacional, algo impensable hoy en día, por supuesto. Cuando escuchaban - a lo lejos - el ruido de un motor, simplemente se apartaban, dejaban pasar el coche, y volvían a hacer rodar el balón.

Y es que no era algo sencillo. Al lado del semáforo se colocaba un policía local ordenando el tráfico, para que la gente hiciera caso a la señal luminosa, y los coches también (de otra manera, ni se detenían). Para intentar mejorar esta situación y reducir el caos que generaba "semejante instrumento", el ayuntamiento publicaba anuncios en la prensa explicándoles a los barceloneses (y madrileños) cómo funcionaban esas cosas del "semáforo", y lo que había que hacer ante sus señales.

Coches por todos lados


El coche. Ese vehículo por el que no pocos empeñan su vida, se meten en créditos que no pueden pagar, y se desviven y pierden el sueño. El coche, ese invento que se ha convertido en uno de los principales productos de nuestro país, y por el cual se abren autopistas, se inauguran circuitos, se difunden programas de radio y televisión, y cientos de blogs y publicaciones web.

El coche, ese invento sin el que muchos no pueden vivir. Prefieren perder a sus hijos, un brazo o una pierna, que perder su coche. Y, en ocasiones, así ocurre. Literalmente.

Cómo la presión ha llevado a que un producto cambie de nombre


No suele ser habitual, pero a veces ocurre. El nombre de un modelo de cualquier producto, pero sobre todo de un coche, suele ser algo muy importante, en el que se invierte mucho dinero y medios, porque tiene que identificar perfectamente lo que ese producto quiere transmitir. Pero cuando esto no sale tan bien, y el nombre lleva a problemas, el fabricante (o la marca que lo comercializa) suele resistirse a cambiarlo.

Pero otras veces la marca obra con lógica y, aunque tarde, hay que reconocerle a Kia su mérito. El fabricante coreano tenía como uno de sus modelos más famosos y exitosos del segmento C (utilitarios por encima de los compactos medios) el Kia cee'd. Este curioso y "molesto" nombre era un quebradero de cabeza constante: a veces se escribía como Cee'd, otras como C'eed, y otras como ceed. Desde hace tiempo algunos decidimos nombrarlo con la lógica más razonable y que debería haber sido la que tendría que haber elegido Kia al traerlo a Europa: "Ceed".

Prueba: Compresor de aire de Casals


Durante estos días, y hasta el próximo 26 de noviembre, Carglass tiene una interesante oferta en donde nos obsequiarán con un compresor de aire con cualquier cambio o reparación del parabrisas de nuestro vehículo. Esta oferta, aplicable en un servicio oficial o taller móvil (puedes ver los centros aquí), intenta ayudar a los conductores a que vigilen el buen estado de sus neumáticos, en especial mantener la adecuada presión de los mismos, algo esencial no solo para la longevidad de las ruedas, sino para la seguridad y comodidad al conducir.

Gracias a Carglass os podemos presentar ese compresor, y así valorarlo y verlo más en detalle, para que podáis conocer más de cerca este útil accesorio. El modelo es un VTI260, un compresor de aire que incluye un cable de tres metros, toma eléctrica de 12 voltios (para conectar con la terminal de nuestro vehículo) y que ofrece una presión de hasta 10 bares, esto es: no solo puede inflar las ruedas del coche, sino también las de la motocicleta, bicicleta, balones de fútbol, pelotas, globos y demás, ya que el compresor incluye numerosos accesorios (boquillas).

Ravon, la nueva marca rusa de automóviles


Hace solo un par de años, el gobierno uzbeko, de la mano de la compañía estatal de automóviles UzAvtosanoat, llegó a un acuerdo con GM para producir y fabricar sus propios vehículos en todo el territorio ruso. La nueva compañía, de nombre Ravon, tendría una participación de GM del 25%, y el resto, 75%, estaría en manos del Estado.

De todos es bien conocida la historia de los automóviles rusos (y de las repúblicas socialistas del Este), como los Yago o los GAZ, robustos, duraderos, pero no demasiado fiables. Los rusos dejaban un poco lado cosas tan "capitalistas" y banales como la seguridad o la comodidad, y así ocurrían casos tan llamativos y esperpénticos como los AvtoVAZ comercializados bajo LADA y realizados partiendo de modelos como los Fiat 128 (licenciados por el fabricante italiano). En Rusia consideraban "prescindibles" elementos que por aquella época ya incorporaban algunos de aquellos Fiat, como los frenos de disco delanteros, y directamente los sustituían por frenos de tambor, con el consiguiente peligro.

Un coche muy peculiar hecho de magnesio


A veces entre los e-mails que nos envían, nos llegan algunas cosas realmente curiosas. Ésta es una de ellas, que me ha llamado la atención de inmediato. Se trata de un modelo que su dueño, Philippe Nazet, ha decidido poner a la venta, y que probablemente pocas veces habréis visto y es eso precisamente, la curiosidad del mismo, lo que nos ha llevado a presentároslo. Se trata del Satecmo Eolia, un coche único fabricado a mano -o, más bien, de forma artesanal- entre 1954 y 1958 (si buscáis por Google veréis que muchos sitios dan su fecha de aparición como 1958, y ello se debe a la finalización del proyecto). Su estampa nos recuerda a los Renault 4CV de la época, y no es de extrañar, porque tomaron como base precisamente un Renault, y como silueta y diseño a los Alpine.

Pero lo más peculiar de este coche es su carrocería, realizada íntegramente en magnesio. Aunque suene exótico, y siempre se hable una y otra vez de carrocerías de magnesio para los coches, pero nunca se acabe de concretar (o, al menos, de realizar masivamente con modelos en serie), como veis el utilizar magnesio ya viene de mucho antes.

200.000 $ vale la vida humana, según Ford


Ford le pidió a la administración norteamericana (el NHTSA) que le informara sobre cual era el valor de la vida humana. El motivo era averiguar si compensaba reparar su modelo Pinto, o dejarlo con los fallos de seguridad y hacer frente a las indemnizaciones. Aproximadamente 200.000 dólares, calcularon, era lo que valía una vida humana.

Ocurrió en 1972, es cierto, pero eso nos da una pista sobre a qué extremos son capaces de llegar las multinacionales del motor. Ya lo hemos visto hace poco con el Volkswagengate y, por desgracia, no será la última.

Los coches de hoy alimentarán los talleres del mañana


Hace algunos años Audatex, compañía especializada en consultoría y reparaciones del automóvil, emitía un informe que a muchos en el sector de la automoción sentó como una bomba: los coches que más se estropeaban eran "los nuevos", los coches en torno a los cinco años, mientras que, a pesar del envejecimiento del parque automovilístico español, los coches viejos eran los que soportaban la crisis (debido a que muchos los poseían personas con pocos recursos) y, curiosamente, también eran los que aguantaban el temporal como unos campeones, con reparaciones menores.

Y es que a diferencia de los modelos actuales, los coches antiguos se pueden "remendar", y repararlos no suponía para el taller ni complejo software OBD (con carísimas terminales que cuestan miles de euros) ni herramientas rebuscadas ni procedimientos. Reparar un coche antiguo tardaba un taller un cuarto del tiempo que tardaban en repararle una avería similar a uno nuevo.

Ford asegura que su tecnología dura "toda la vida"


No estamos hablando de sus coches (que ojalá...), sino en concreto de la llave. Ford asegura que su nueva llave de arranque está diseñada para que sea usada hasta por los conductores más descuidados y maltratadores, y que funciona incluso expuesta a calor extremo, inmersa en agua o cubierta de polvo y barro. Así, en Ford son capaces de afirmar que han logrado que ese elemento dure "toda la vida".

Leyendo la nota de prensa -la tienes al final- me ha hecho gracia, porque resulta que la llave de los antiguos coches de los años cincuenta, sesenta y setenta, "de duro metal", también duraba toda la vida. Y encima no necesitaba pilas. En fin, a dónde vamos a llegar.

¿Por qué se astillan tanto los cristales de los coches?


En torno al mundo del automóvil se mueve y mantiene un mercado gigantesco de toda una galaxia de recambios, adornos, opciones, elementos de mantenimiento... Uno que suele llamarme mucho la atención es el mercado de reparación y cambio de lunas, un negocio floreciente que incluso ha llevado a que algunas compañías se hagan de oro con él, llegando hasta el extremo de poder patrocinar multimillonarios eventos, como la Fórmula 1.

Por supuesto, no hablemos ya de las aseguradoras, que con primas y seguros en que incluyan cristales aprovechan para llevarse un buen pedazo del pastel.