Mostrando entradas con la etiqueta contaminacion. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta contaminacion. Mostrar todas las entradas

Trolleybus: el transporte del futuro que se quedó en el pasado


Si por el aire mi transporte preferido es el Zeppelin o dirigible, y por tierra la bicicleta, como transporte colectivo uno de los que más me atraen es el trolleybus. Aunque a veces el trolleybus se tiende a confundir con un tranvía, posee algunas importantes diferencias, como el que no va sobre raíles y, por lo tanto, sus ruedas poseen neumáticos. En realidad, un trolleybus no deja de ser un autobús pero movido por motores eléctricos, alimentados desde una catenaria (conectada por el trolley) como si fuera un tren eléctrico. Une lo mejor de ambos mundos, es decir: la polivalencia y la asequibilidad de una movilidad sin vías, y la economía y ecología de una máquina eléctrica.

Seguramente muchos se preguntarán cómo es que puede estar unido a una catenaria, sin estar unido a una vía férrea. El secreto está en el mismo trolley, que es telescópico, extensible y multidireccional. De esta manera, el conductor tiene cierta "libertad" de movimiento en los giros.

200.000 $ vale la vida humana, según Ford


Ford le pidió a la administración norteamericana (el NHTSA) que le informara sobre cual era el valor de la vida humana. El motivo era averiguar si compensaba reparar su modelo Pinto, o dejarlo con los fallos de seguridad y hacer frente a las indemnizaciones. Aproximadamente 200.000 dólares, calcularon, era lo que valía una vida humana.

Ocurrió en 1972, es cierto, pero eso nos da una pista sobre a qué extremos son capaces de llegar las multinacionales del motor. Ya lo hemos visto hace poco con el Volkswagengate y, por desgracia, no será la última.

Para que lo veas en perspectiva


Todo el mundo sabe que casi todo lo que adquirimos hoy día viene de China, sobre todo objetos baratos, objetos de usar y tirar, útiles de lo más variopinto, desde tecnología hasta muebles, pasando por automóviles, productos manufacturados o juguetes. En China es también donde se ha trasladado buena parte de nuestra industria, elementos de todo tipo y componentes de todas clases.

Pero todo eso a veces nos suena tan repetido y tan lejano que pierde buena parte de su significado, ya casi lo vemos como algo normal. Que países asiáticos como China, Corea o Japón se hayan posicionado como el motor industrial ya lo tenemos asumido. Quizá porque no lo vemos en perspectiva. Por eso una imagen -un vídeo en este caso- vale más que mil palabras, y puede abrirle los ojos a muchos para que vean lo que realmente supone todo esto.

Vivir en un vagón de mercancías


Uno de mis sueños -irrealizable, ya lo sé- sería poder vivir en un vagón de tren, tener allí un camastro, un escritorio, una lámpara, una silla y poco más. Y una bici en un rincón, claro. Poder ir de estación en estación, ver el trasiego de las gentes, sus idas y venidas, y los distintos paisajes, túneles, apeaderos y vías entre el incesante traqueteo del tren.

En cierta manera me parece bastante romántica la forma que tenían de viajar algunos de los más pobres en el Lejano Oeste, saltando sobre los trenes con locomotoras a vapor en movimiento y tumbándose entre el heno de uno de los vagones de mercancías. Por supuesto estamos hablando de hace mucho tiempo, mejor no intentar hacer eso hoy porque te puedes complicar la vida de mala manera.