Mostrando las entradas para la consulta Electricidad ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta Electricidad ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas

Nos la han jugado pero bien



Te animaban a una movilidad limpia por el bien de todos, a que te desplazaras en patinete eléctrico o en bicicleta con motor de electricidad en aras de un transporte responsable, amigable con el medio ambiente y con el planeta. Lo hiciste y, en cuanto comenzaron a picar unos cuantos millones, ¡zas!, ¡sablazo! Impuestos por aquí y por allá, seguros, multas, prohibiciones...

Te subvencionaban parte de tu coche eléctrico, te incentivaban a comprarlo y que dejaras atrás los obsoletos, antiguos y sucios vehículos a combustión. Y en cuanto lo tuviste en casa, ¡tarifazo eléctrico! Ahora ahí te lo comes con patatas: no puedes ni recargarlo.

Tu máquina de Anticitera particular


Hay personas que cuidan y trabajan en cualquier lugar con sus máquinas mecánicas de coser. Al contrario que las manuales, pueden realizar sus labores en cualquier aldea remota o pueblo, sin depender de la electricidad ni de más elementos que una robusta máquina de hierro con engranajes, los cuales solo requieren una buena lubricación de cuando en cuando para ponerse a funcionar.

En pleno siglo XXI, con el auge de la informática, otros prefieren volver al pasado y mantienen, cuidan, reparan y trabajan con viejas máquinas de escribir. Hay incluso escritores que siguen realizando su labor en su cuarto, con el sonido renqueante de las varillas y robustas teclas de una máquina de escribir mecánica. Sin tener que apagar, esperar a que arranque o encenderla. O depender de enchufe alguno o de baterías que más pronto que tarde acaban de adorno y sin capacidad ninguna de carga.

¿Compensa recargar pilas eléctricas?



Como suelo usar pilas a diario, me he puesto a comparar lo que supone el gasto de adquirirlas nuevas en un supermercado, a recargarlas. Ciertamente que esta no es una comparación estricta ni fidedigna al cien por cien, puesto que cada mes podemos tener picos de consumos de energía diferentes, pero sí que es una cierta estimación que nos puede dar algunas puntuales referencias. Máxime, además, en estos momentos donde la factura de la luz está por las nubes.

Suelo usar pilas cada día, como he dicho, que recargo en un cargador de cuatro pilas. He de decir que, con el tiempo, esas pilas han perdido capacidad de carga, así que una vez cargadas no están al cien por cien de energía y, aunque estén nuevas, tampoco llegan a ofrecer la misma autonomía ni potencia que una pila no recargable. Aproximadamente una pila recargada de esta manera me dura un día, mientras que una pila nueva - no recargable - puede durarme tres o cuatro.

Sequent Supercharger 2, el Eco Drive llevado a otro nivel



¿Qué tal un rotor que alimente un acumulador y, luego, éste pueda a su vez generar la corriente eléctrica para un reloj? No es la primera vez que se intenta llevar este concepto a la práctica, algo así tiene el Eco Drive (aunque en este caso, con células eléctricas), o el Electrada E4000 "Generator" (aunque en ese caso sobre un reloj digital y como un ejercicio de diseño y tecnología, simplemente). La gente de Sequent ha ido más allá, solo sea porque lo han materializado en un producto que ya se comercializa (y no es una simple idea montada en Kickstarter o en un sitio de esos). Se trata del Sequent Supercharger 2, un reloj con un rotor - como los mecánicos automáticos - que genera electricidad. Según su fabricante esto da para una autonomía virtualmente "infinita", que no requiere ni cambios de pila ni mantenimiento alguno.

Actualmente tienen varias colecciones, la Sport, la Premium y la Premium HR, con relojes que se venden a, aproximadamente, 300 euros. Como ves, además de atractiva es una tecnología bastante asequible. Lo mejor es que se pueden elegir una gran variedad de acabados, diseños y colores. Por si fuera poco, el reloj está hecho con aluminio anodizado, de calidad aeroespacial, y gracias a que es eléctrico cuenta con añadidos como monitor de actividad. Interesante, ¿verdad?

Comparativa: yo-yo abierto y cerrado, y trucos para yo-yo


Aunque el yo-yo lleva generaciones entre nosotros, durante los últimos tiempos ha ido perdiendo protagonismo frente a sus competidores más modernos, no solo los juegos de smartphones y consolas, algo que es obvio, sino también frente a otros juegos "manuales", como el spinner (al cual puede que dediquemos algún reportaje específico). Esto tiene su lado bueno y malo. El lado bueno es que ahora podemos encontrar yo-yos de una calidad notable, a precios muy competitivos. Por otra parte, y como aspecto negativo, es que, a su vez, no son tan fáciles de encontrar como antaño.

El yo-yo es un juguete muy antiguo, tanto que su origen se pierde en la noche de los tiempos. Parece que su término actual proviene de una palabra tagala de Filipinas, que significa "viene-viene". Existen referencias más tempranas, como algunos grabados en revistas antiguas francesas, en donde se ve a una mujer vestida a la moda y con un bandalore (antiguo término francés para yoyo) en su mano. Pero hay también grabados en terracota de alrededor del año 440 de nuestra era, donde se aprecia un niño con yo-yo, por lo que, como se ve, era un artículo de divertimento que abarcaba un poco a todas las edades.

Todo lo que necesitas saber sobre los encendedores de plasma


Los encendedores parecían ser ese producto que escapaba un tanto a la tecnología electrónica de hoy. De hecho, los antiguos encendedores a base de chispa, cuyo principio tiene siglos de antigüedad, aún se siguen vendiendo hoy. Lo más nuevo que existía en este tipo de artículos eran los encendedores piezoeléctricos (popularizados en los ochenta) o los encendedores tipo soplete (con tecnología Jet Flame, o Turbo Flame, esta última, incluso, con la posibilidad de cambiarle el color a la llama, caso de los ColorFlame de Prof, que podemos elegir con llamas rojas, verdes o amarillas), que no son más que una evolución de los piezo eléctricos, pensados para ser utilizados con "vaporeadores" y aún bajo viento. También teníamos los encendedores por contacto, que no llegaron a tener mucho éxito, llamados "Igniter" o "iniciadores", que no son más que resistencias eléctricas con el mismo principio de funcionamiento que el de los antiguos encendedores de los automóviles.

Sin embargo los nuevos encendedores de plasma vienen pisando fuerte, y con la intención de cambiar de una vez para siempre el mercado del encendedor. Marcas como Clipper o Zippo ya pueden ir "poniéndose" las pilas (y nunca mejor dicho), porque sus añejos productos puede que tengan las horas contadas.

¿Y el confinamiento en África?


Ya hemos hablado sobre la cuarentena/confinamiento en países de Sudamérica, pero la pandemia de la COVID-19 es global, por lo que afecta a todos los continentes. Sin embargo, poco o muy poco se habla de los países africanos, ¿cómo se viven allí los confinamientos? ¿Qué medidas adoptan los gobiernos en los diferentes países?

Vamos a tratar de daros, como en la anterior ocasión, un somero y rápido repaso a todo ello.

Los logbooks de Miquel Rius en profundidad


No es la primera vez que traemos a Duraderos productos de Miquel Rius, ya cuando tuve ocasión de analizar su agenda compacta (una de las más pequeñas del mercado) me encantó, por la cantidad de información que aportaba, su útil diseño, y lo completa que era, consiguiendo sacarle el máximo partido al mínimo espacio, algo muy difícil de conseguir. Más aún, porque en MiquelRius lo habían conseguido sin acabar con un producto caótico o difícil de usar, logrando con ello una agenda además de utilizable, práctica.

Así que tener en mis manos sus logbooks era una tarea pendiente, más aún si tenemos en cuenta que sus logbooks, o libros en blanco (como también se les llama) es uno de los más completos, mejor pulidos y más prácticos del mercado, y su buena fama no es solo por el bien hacer y la dedicación que desde MiquelRius les ponen a todos y cada uno de sus artículos, sino que tiene también sus razones, y a continuación veréis por qué.

Prueba de la estufa de parafina Tectro R 233 TC


Cuando uno se pone a buscar una estufa, en el mercado encuentra multitud de soluciones, variantes y marcas que puede converir esa búsqueda en una tarea ardua y complicada. Sin embargo, en su esencia y a la hora de la verdad, todas ellas se podrían dividir en dos grandes grupos: por el tipo de combustible o energía utilizada, y por el tipo de calor o forma de generar éste.

En lo que a combustible respecta, tenemos las estufas que usan gas (que pueden ser a su vez radiantes, de llama azul o catalíticas), las que usan pellets, y las que usan parafina o queroseno (es lo mismo). Por otro lado, tenemos las estufas u hornillos eléctricos, o los calefactores. Este tipo de elementos calefactores generadores de calor no queman combustible, sino que funcionan mediante una resistencia que se calienta a alta temperatura, y cuya energía la obtiene de la corriente eléctrica. A pesar de que su calor es casi inmediato, limpio y seco, su efíciencia energética es muy escasa (tardan mucho en calentar lugares grandes o ambientes muy fríos) y, además, son muy caras (la factura de electricidad por kilowatio hora no compensa). Solo son aptas y recomendables para calentar algo muy esporádicamente, y por un corto espacio de tiempo, nada más.

Economía de escala (o por qué las bombillas que fabricamos aquí se venden en China)


Tengo un amigo que posee un taller, en el cual se dedica a la construcción y montaje de diferentes elementos arquitectónicos para servir de decoración y utilería. Él siempre defiende los productos de origen español y a los proveedores españoles, e intenta adquirir las piezas que él no puede construir, así como las piezas accesorias, siempre en proveedores regionales y, de no ser posible, en proveedores nacionales. De esta forma intenta proteger no solamente el producto español, sino el trabajo hecho por mano nacional.

Pero hace unas semanas, mientras conversábamos me decía que estaba intentando encontrar unas piezas para uno de sus modelos que no encontraba por ningún sitio, y que él creía que quizá incluso ni se producirían cosas como la que buscaba. Me comentaba que estaba sopesando el producir esas piezas él mismo, aunque eso le fuese mucho más caro. Las piezas que él pensaba producir serían de aluminio y para ello tendría que adquirir grandes listones de ese metal. Luego, a otro proveedor, encargarle cortarlos a determinadas medidas y con determinadas formas, y hacer finalmente él mismo la terminación y el acabado.

Historia de la máquina locomotora diésel V320 001 de la Henschel


Qué más quisiéramos nosotros que probar una V320 001; no, qué bah, obviamente "la prueba" va a tratar sobre el modelo a escala, con mucho -o con bastante- una de las locomotoras más impactantes y que, personalmente, más me atraen dentro del mundo de los trenes. Es como "un tanque", pero en bonito y para algo útil (para transportar mercancías y personas, no para matar).

Todos sabéis que personalmente siento una especial debilidad por el mundo del ferrocarril. En el pueblo era nuestra única "salida al mundo", y al igual que muchas personas han crecido frente al mar, viendo el devenir de las olas, yo he crecido frente a las vías de tren, viendo el devenir de los convoyes.

Lo mecánico frente a lo eléctrico


El auge de los automóviles híbridos, eléctricos y con combustibles alternativos a vuelto a traer a la actualidad el recuerdo de la confrontación y rivalidad existente a principios del siglo pasado, en donde tres tecnologías (la eléctrica, la de vapor y la de combustión interna, con la gasolina principalmente) pugnaban por el privilegio de imponerse y ser la fuerza motriz que moviera el mundo.

La energía a vapor tenía bastantes ventajas: cualquier cosa se podía quemar en su caldera (obviamente, mejor elementos con un alto poder calorifico), su enorme par motor hacía innecesario el uso de marchas y, tras adquirir la presión debida en la caldera, el único elemento a desechar era el vapor de agua.

¿Cómo envejece la estufa de parafina Tectro de Qlima? ¿Merece la pena comprarla?


Hace meses de nuestra review y presentación de la estufa de parafina Tectro R 233 TC, de Tectro (submarca de Qlima), por lo que, como solemos hacer, vamos ahora a realizar un análisis "a posteriori" respecto a sus pros y sus contras y si merece la pena apostar por este tipo de productos. Es algo que creemos muy útil, porque ofrece al potencial comprador una visión más completa de lo que puede esperar.

Desde que llegó a nuestras manos hemos encendido la estufa en numerosas ocasiones, no ha sido todos los días (como estufa que es, está pensada para un uso esporádico, no como calefacción principal, obviamente), pero sí os confesamos que, en las semanas más crudas de este invierno, nos ha dado un excelente servicio. A veces incluso la hemos tenido encendida casi la mitad de un día entero, sin ningún problema.

Bolígrafo y papel


Hoy he tenido que acercarme a Correos para realizar un envío. Allí, me encontré con el único funcionario, desesperado, reseteando su terminal de ordenador para intentar hacerla funcionar. Le recordé lo habitual que era eso, diciéndole - y es cierto - que en anteriores ocasiones que había ido, siempre tenían el sistema informático caído. Él me reconoció que en efecto, les pasaba cada dos por tres. Le dije que con el sistema antiguo de lápiz y papel, no pasaba, a lo que respondió: "¡cómo echamos de menos los bolígrafos! ¡Esos siempre funcionaban!".

De camino me fui la farmacia, y entregué mi receta electrónica. La farmacéutica tuvo que repetir varias veces el proceso de admisión, porque el sistema daba error. Mientras tanto, la gente llegaba y se iba agolpando detrás de mí. Le comenté lo mismo: esto con el sistema antiguo de un lápiz y papel no ocurría. Su respuesta fue similar: ¡cómo echamos de menos el bolígrafo!

Pila dummy (o pilas simuladas)


Probablemente recordéis mis problemas para enfriar el ordenador, y la necesidad de recurrir a un ventilador externo. Como el ventilador es de tres pilas (tamaño AA, de 1,5 voltios, 4,5 voltios en total) su potencia me sobraba y malgastaba bastantes pilas, así que, uniendo con un cable de cobre uno de los alojamientos de esas pilas (para cerrar el circuito eléctrico) conseguí que funcionase con solo dos pilas (3 voltios), de esta forma ahorraba una pila por uso.

El caso es que el cable de cobre, aunque funcionaba perfectamente, era bastante complicado de manejar, y cuando cambiaba de pilas tenía que tener bastante cuidado en que no se desprendiese. Pensé que tenía que existir algún tipo de pila ya fabricada "cortocircuitada", es decir: con los polos positivo y negativo unidos entre sí, de manera que pasase corriente entre ellos libremente.

Marcas curiosas (e interesantes) que han desaparecido


Últimamente estoy necesitando bastante marcas para algunos relatos en los que estoy trabajando, de manera que he decidido dejar un poco de lado marcas actuales y utilizar, a veces, antiguas, especialmente que ya no existan. Aprovechando este esfuerzo de documentación, y como he visto que algunas son muy interesantes, he decidido publicaros algunas de las firmas - de todo tipo - que han existido, y que en su momento eran, en ocasiones, firmas de renombrada fama.

Antes de entrar en detalles tengo que aclarar algunas cuestiones. Algunas marcas no existen ya en nuestro mercado, pero por ejemplo sí existen todavía en otros. Este es el caso de la popular bebida refrescante Mirinda, la cual fue muy famosa durante los años 50, 60 y 70, pero que tras la llegada de Pepsico y adquirirla, con el fin de potenciar su otra marca Kas, y competir con Fanta - de Coca-Cola - decidió eliminarla de nuestro mercado. Sin embargo, Mirinda sigue estando presente en otras naciones - y con algunos sabores exóticos y bastante éxito, por cierto -. Un caso similar ocurre con Cola-Cao y Phoscao, la segunda más famosa que la primera, pero que tras la llegada de Nutrexpa decidió acabar con Phoscao (más antigua que Cola-Cao, aunque ellos digan que no) en detrimento de su propia marca.

Prueba: linterna dinamo de TechLight


No os resulte extraño que haya decidido hacer un nuevo post de linternas en Duraderos. Las linternas eran, junto con los receptores de radio, uno de los artículos que podríamos considerar "tecnológicos" que probablemente más nos entusiasmaban en la infancia, antes de la popularización de los ordenadores, smartphones, y similares. Conviene tener en cuenta que en aquellos años (sesenta, setenta..., antes de todo esto de lo que os estoy hablando) la tecnología de la que disponíamos los "mortales comunes" al alcance de nuestros bolsillos era muy poca: las calculadoras acababan de aparecer y eran muy caras, los móviles, por supuesto, solo eran reales en novelas de ciencia-ficción (y tampoco en muchas), y hasta los televisores eran, en su mayoría, en blanco y negro todavía.

Como alternativa a la linterna de Ledlites (Zweibrüder Optoelectronics) que probamos hace algún tiempo, y sin salir de las variantes de bolsillo, una opción muy a considerar - por ser más ecológicas - son las que poseen dinamo. En realidad funcionan con una pequeña batería, que en teoría es su punto más débil, pero en la practica, como veremos, no es solo así.

Quince días con un reloj mecánico (impresiones)


Hace tiempo que sé que los relojes de cuarzo pueden complicarte bastante la vida, no solo porque fácilmente te lleven a confusión con sus horarios mundiales, o que cambies de formato horario sin querer, o te activen el DST (o lo desactives) sin darte cuenta (con el consiguiente peligro, sobre todo en aquellos en donde ésto lo puedes cambiar apretando un simple botón, como los Casio DB-360), sino que, además, pueden llegar a ser muy poco precisos.

Que el Nixon se atrasase varios minutos por día, o el Casio AL-190 adelantase casi veinte segundos a la semana, son otros buenos ejemplos de que no todo podemos dejárselo en manos de un reloj de cuarzo, o fiarnos absolutamente de él sin ninguna clase de reparo.