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Todo lo que necesitas saber sobre los encendedores de plasma


Los encendedores parecían ser ese producto que escapaba un tanto a la tecnología electrónica de hoy. De hecho, los antiguos encendedores a base de chispa, cuyo principio tiene siglos de antigüedad, aún se siguen vendiendo hoy. Lo más nuevo que existía en este tipo de artículos eran los encendedores piezoeléctricos (popularizados en los ochenta) o los encendedores tipo soplete (con tecnología Jet Flame, o Turbo Flame, esta última, incluso, con la posibilidad de cambiarle el color a la llama, caso de los ColorFlame de Prof, que podemos elegir con llamas rojas, verdes o amarillas), que no son más que una evolución de los piezo eléctricos, pensados para ser utilizados con "vaporeadores" y aún bajo viento. También teníamos los encendedores por contacto, que no llegaron a tener mucho éxito, llamados "Igniter" o "iniciadores", que no son más que resistencias eléctricas con el mismo principio de funcionamiento que el de los antiguos encendedores de los automóviles.

Sin embargo los nuevos encendedores de plasma vienen pisando fuerte, y con la intención de cambiar de una vez para siempre el mercado del encendedor. Marcas como Clipper o Zippo ya pueden ir "poniéndose" las pilas (y nunca mejor dicho), porque sus añejos productos puede que tengan las horas contadas.

Inconvenientes y ventajas de los encendedores jet y a batería


Zippo, consciente de que los tiempos ya no son lo que eran y el público demanda encendedores cómodos, sencillos y para una variedad de usos muy diversos, se une a la moda de los encendedores a batería (funcionan por arco eléctrico) y lanza sus nuevos modelos eléctricos recargables. Con un precio de aproximadamente 20 € (similar a los Zippo a gasolina "de toda la vida"), los nuevos encendedores recargables ofrecen una autonomía - con la batería completamente cargada - de 40 usos por carga (siempre y cuando el encendido no dure de más de 5 segundos cada vez). Su batería se puede recargar hasta 300 veces (que daría para unos 12.000 usos, unos 6 años, si encendemos unas seis veces al día, y cuidamos la batería, por ejemplo, evitando que se descargue por completo). El tiempo de carga es de aproximadamente 1 hora, y como cualquier encendedor de arco eléctrico, se puede usar con viento e incluso inclinado (para encender velas o pipas).

Probablemente lo primero a considerar sería si con 6 años de uso tendremos el encendedor amortizado, probablemente sí, de hecho yo tengo el de gasolina desde hace casi diez años y aún funciona, pero claro, en todo ese tiempo ha sido muchísimo el dinero que he gastado en combustible, piedras y mechas. Sin embargo, con este tipo de encendedores a batería nada de eso es necesario, con recargar su batería el resto debería funcionar sin problemas.

Comparativa de encendedores a gasolina, ¿mejor un Zippo o un Clipper?


Hace algunos años, los encendedores a base de gasolina tenían un notable auge. No era raro: funcionaban con combustible "barato", se les podía echar gasolina, parafina o lo que fuera y, además, eran duraderos. Así que muchos fumadores los elegían para darles un brutal trote diario.

Pero las cosas han cambiado mucho: los estancos están de capa caída, las ventas ya no son lo que eran porque, por fortuna, casi nadie fuma ya, y los fabricantes de este tipo de encendedores ya no son ni la sombra de lo que eran. Ni Zippo fabrica sus encendedores a mecha y de gasolina como antes (ahora se han centrado en productos más "tecnológicos" como calientamanos) ni Clipper, inmersa en una profunda crisis, fabrica los buenos productos que hacían antaño.

Las cosas ya no son lo que eran: se cayó el mito de Zippo


Pues sí, se cayó el mito: se rompió mi Zippo. Esta mañana, cuando iba a cogerlo para una sesión de fotos, me di cuenta de que algo "no iba bien". El Zippo no cerraba ni se abría como debería. Habida cuenta que estos encendedores no tienen una llama auto-extinguible al uso, sino que la tapa de cierre es la que ahoga la llama, que hubiera un fallo en el cierre podría acarrear serios problemas, por ejemplo, que la llama no se extinguiera del todo, guardásemos el encendedor, y nos produjera quemaduras. O que se abriera por error y nos ensuciara la ropa.

Mirando más detenidamente me di cuenta de que algo había "suelto" en el interior del encendedor, una especie de placa metálica se había partido así, sin más.

Y tras el 3310, ¿qué otros productos míticos podrían volver a fabricarse?


El reciente anuncio de la llegada al mercado del Nokia 3310 no es más que la confirmación otra vez, y de nuevo, de la pujanza y el éxito de los productos y artículos más duraderos y robustos de hace años. Curiosamente la mayoría de esos artículos no son recordados hoy por su avanzada tecnología, por la bondad de su memoria o por su display de nítida visión, sino por otra cualidad: su durabilidad. Era esta, en la mayoría de ocasiones, lo que agradecía la gente y lo que después de tantos años hace que regrese a su memoria.

Nokia no es más que una de tantas compañías que intentan aprovechar esa moda de lo retro, como en su día hizo BMW con el Mini, o Fiat con el 500, y tantas otras marcas de tan variados productos (Phoskitos en bollería, Nocilla en dulces...).