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Afeitadora portátil Philips PQ206 (200 Series)


Tras treinta años de servicio de mi antigua HS100 de las 100 Series, ya había llegado el momento de darle una más que merecida jubilación. Además, últimamente daba bastantes signos ya de fatiga, el pulsador a veces se aflojaba, y hacía "ruidos raros". Hace unos años Philips lanzó unos bonitos modelos con estética "vintage", eran las HS199 y HS198 (os las añadimos en galerías aparte), pero con lo último de la tecnología. Además, con recarga por USB. Pero esos modelos son hoy imposibles de encontrar. También lanzó, a un precio muy competitivo, de algo menos de 24 €, las 40 Series, como la HQ40. Estas son afeitadoras que han dado un gran resultado (conozco gente con ella que la llevan usando bastantes años), aunque por desgracia, ya están lejos de lo que eran aquellas 100 Series de los ochenta.

En mi caso, yo me incliné por las 200 Series, en concreto por la Philips PQ206, aunque casi sin otra opción. Y digo esto porque - y al menos en España - Philips está descatalogando todas sus afeitadoras portátiles (o, como ellos llaman, "de viaje"), en detrimento de sus afeitadoras de cable o a baterías de última generación, que pueden utilizarse con la cara mojada y que más parece que estés usando una máquina termonuclear que una afeitadora.

Prueba: maquinilla de afeitar clásica de Wilkinson (II). Afeitado


Os confieso que no era mi intención hacer una "segunda parte" de la review sobre la maquinilla clásica de Wilkinson, la Wilkinson Classic, pero aparte de para contar mi experiencia con el afeitado clásico, he decidido hacerlo para también ser justo con la maquinilla de afeitar.

Tras todo lo que había oído y leído sobre el afeitado clásico, y múltiples consejos, advertencias, miedos e incluso reparos, creo que mi experiencia podrá servir de ayuda a muchos otros que se quieren iniciar en este "arte" de afeitarse con este tipo de maquinillas. Máxime si tenemos en cuenta que tras más de treinta años de afeitarme con maquinilla eléctrica, y con sólo la experiencia de las multihojas con cuchilla (en realidad con maquinilla desechable), mis impresiones estoy seguro que servirán de mucho para aquellos que apenas tengan experiencia con este afeitado.

Prueba: maquinilla de afeitar clásica de Wilkinson. Impresiones


Por increíble que parezca, y aunque soy un ferviente admirador y defensor de las maquinillas eléctricas (de las antiguas Philishave, en concreto), he decidido probar con el afeitado clásico. Las razones son varias, pero entre ellas se encuentra el deseo de espaciar los afeitados para estar durante bastante tiempo con un poco (muy poco) de barba, y hasta el momento no hay ningún cabezal rotatorio de Philips que admita el vello un poco largo y, como bien sabréis si lo habéis intentado, afeitarse con un poco de barba y maquinilla eléctrica es muy molesto (además de doloroso).

Es cierto que hay soluciones en el mercado para estos casos, como las maquinillas eléctricas tipo rastrillo o de corte con cuchillas al aire (como las Philips OneBlade), pero el principal inconveniente -y por lo que no me gustan- es que dejan "los pelillos" tirados por todas partes, llenando tu ropa (y tu cara) de ellos. No solo eso, sino que a veces los lanzan por todos los rincones y estás más tiempo intentando solucionar el desastre que has montado, que afeitándote.

Philips OneBlade, lo último de Philips para el afeitado


En estos días la multinacional Philips está realizando una agresiva campaña con el fin de dar a conocer su última solución de afeitado, una maquinilla eléctrica a la que denominan "OneBlade".

Sin entrar a valorar su estrategia de ventas, tengo que reconocer que Philips (y aquí lo he dicho muchas veces) me gusta bastante. Sus maquinillas de afeitado (al menos hasta los noventa) eran robustas, eficientes, apuraban muy bien y duraderas. De hecho, la maquinilla eléctrica que yo mismo usaba hasta hace no mucho era de los ochenta, tras romperse (literalmente) el disco de uno de los cabezales de mi úlima Philipshave.

Prueba "vintage": linterna de petaca de Philips


Seguramente muchos de vosotros recordaréis aquellas linternas cuadradas para pilas de petaca (3R12). Se volvieron muy populares durante los años setenta y ochenta, y eran unas linternas duraderas y muy robustas, gracias a su cuerpo de metal y a la mayoría de componentes (incluyendo el sistema de cierre, una especie de placa "en gancho", como recordaréis, que si con el uso se aflojaba podías volver a apretar) también de metal.

Éste modelo de Philips que traemos hoy a Duraderos.com, la Philips SBC2007, es uno de los últimos herederos de aquellas linternas, cuando Philips comenzaba a sustituir el metal por el plástico de forma masiva en este tipo de productos, y a fabricar en China, aunque el diseño es una clara reminiscencia de aquellos modelos metálicos de antaño.

Mi antigua maquinilla de afeitar


Era alrededor del año 1989 cuando mi padre decidió sustituir su maquinilla eléctrica de los años sesenta. Era una Philishave que, hasta entonces, venía usando cada pocos días. Tenía un diseño muy propio de aquellos años, con formas redondeadas, botones en rojo y caja bicolor, con una parte en un tono grisáceo, y otra en uno de los tonos sesenteros más utilizados: color crema claro. Si la sustituyó no fue porque se hubiera averiado, sino porque ya no se encontraban cuchillas para los cabezales.

El caso es que llegó un día y me enseñó una pequeña maquinilla en una caja minúscula de la que me enamoré al instante, porque además de su forma (muy cuadriculada, típica de los ochenta) tenía una gran cantidad de accesorios qie se acoplaban dentro de la propia máquina, lo cual favorecía el transportarla a cualquier sitio, ya que era un modelo compacto, de viaje. Por ejemplo: la tapa de cierre hacía de protector, e incluía un espejo pequeño y, debido a su diseño y a su forma, la podías apoyar sobre una superficie y usarla para verte mientras te afeitabas. En la parte inferior incluía una ranura muy bien mecanizada en donde se insertaba un cepillo de limpieza. Es decir, que podías coger la maquinilla e irte con ella sin necesidad de tener que cargar con nada más. La máquina de afeitar funcionaba con dos pilas AA, que se incorporaban a los lados, un diseño genial porque se equilibraba el peso y se repartía el centro de gravedad al manejarla (las pilas es lo que más pesa en este tipo de elementos).

Philips AE1500: una radio como las de antes


Seguramente estés cansado de modelos de radio portátil con resina pintada, o rejillas metálicas que pronto se deterioran. Una radio de plástico de calidad, con sintonizador analógico y simple, como las antiguas, cada vez son más difíciles de encontrar entre las marcas de renombre, dejando ese tipo de mercado a productos desastrosos de fabricantes chinos. Pero hace unos meses Philips sorprendía lanzando una radio de bolsillo sin ninguna pretensión extraña ni complicaciones estéticas: el modelo AE1500.

Sony, Eton, Grundig, Sangean, Panasonic... En el mercado podemos encontrar un gran número de marcas de fabricantes de renombre que producen aparatos de radio. Para liar mas y confundir a los compradores más incautos, han surgido marcas chinas de dudosa reputación, como Sami, o coreanas como Daewoo, o incluso han resurgido marcas antaño legendarias, de gran calidad, que han vuelto al mercado simplemente como remarcas de productos chinos, tal es el caso de Elbe, una marca de prestigio que dijo su adiós a principios de los noventa, hoy rescatada como marca oportunista, lo mismo que ocurrre con tantas otras en relojería de consumo.

Economía de escala (o por qué las bombillas que fabricamos aquí se venden en China)


Tengo un amigo que posee un taller, en el cual se dedica a la construcción y montaje de diferentes elementos arquitectónicos para servir de decoración y utilería. Él siempre defiende los productos de origen español y a los proveedores españoles, e intenta adquirir las piezas que él no puede construir, así como las piezas accesorias, siempre en proveedores regionales y, de no ser posible, en proveedores nacionales. De esta forma intenta proteger no solamente el producto español, sino el trabajo hecho por mano nacional.

Pero hace unas semanas, mientras conversábamos me decía que estaba intentando encontrar unas piezas para uno de sus modelos que no encontraba por ningún sitio, y que él creía que quizá incluso ni se producirían cosas como la que buscaba. Me comentaba que estaba sopesando el producir esas piezas él mismo, aunque eso le fuese mucho más caro. Las piezas que él pensaba producir serían de aluminio y para ello tendría que adquirir grandes listones de ese metal. Luego, a otro proveedor, encargarle cortarlos a determinadas medidas y con determinadas formas, y hacer finalmente él mismo la terminación y el acabado.

Lámpara de escritorio de Philips


Ya os he contado el problema que tenía la casa de un familiar con las lámparas de bajo consumo. Una idea para solucionarlo (bueno, mejor dicho para salir del paso) es usar lámparas de escritorio (o de pie). No obstante y con ésto había otro inconveniente, y es la escasa durabilidad que, por lo general, tienen. Hasta ahora por unos diez euros había estado salvando los muebles con esas lámparas que se pueden encontrar "en los chinos", que tienen buena pinta y poseen el exterior de metal, pero que en cuanto a calidad dejan mucho que desear.

Por de pronto, y eso le ha ocurrido ya varias veces, con impactos o caídas la bombilla se funde de inmediato. Otro problema añadido es que calientan bastante y "desprenden olor" (sí, y no tiene nada que ver con los watios, debe ser más bien cuestión de los materiales de construcción), y encima sus interruptores no aguantan demasiado. De encender y apagar se les borran las marcas y no es eso todo lo malo, sino que se estropean y a veces tienes que presionar con fuerza para prenderla.

¿Cómo ha envejecido la radio de Philips?


Siguiendo el ejemplo de Zona Casio y de el blog de Guti con sus series de temas "¿cómo ha envejecido?", creo que sería muy interesante, siempre que ello sea posible, que aquí pongamos también un recuerdo a algunos artículos que hayamos probado en su día para comprobar cómo les afecta el paso del tiempo.

Y es que un objeto puede parecernos de gran calidad, o tener un precio elevado, pero solamente enfrentándose al tiempo nos damos cuenta realmente de la calidad de sus materiales y de lo bien (o mal) que haya sido construido.

La gente compra smartwatches, pero pronto los tira a la basura


Si te fijas a tu alrededor, a diario, cuando das un paseo, vas a una tienda o al trabajo, coincidirás conmigo en que no se ven demasiados smartwatches. Sí es cierto que hay ya alguna gente que los usa, y que no es tan extraño verlo, pero si nos fijamos en las estadísticas (en ventas ya compiten con los relojes clásicos suizos) no vemos esos buenos resultados reflejados en la calle. ¿Qué está ocurriendo, pues? ¿Dónde han ido a parar toda esa cantidad de bandas inteligentes y deportivas, y smartwatches?

Pues han ido a parar al fondo de un cajón.