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Correas tejanas de Diloy: clasicismo grunge


Siempre me ha atraído la estética grunge, así que cuando vi las existencia de unas correas con variantes de tela vaquera no me he podido resistir a probarlas en el MTP-1384 de Casio. Quería saber, además, cómo quedaban estos modelos un tanto desenfadados en un reloj de corte clásico, como era este precioso analógico de números romanos de la gama Collection de Casio. La correa que veis aquí es el modelo 390, en concreto la negra con pespuntes blancos, que combina con el fondo del reloj. Dependiendo de vuestros gustos o preferencias, o del reloj que la vaya a llevar, en Diloy encontraréis negros, beige, marrones, y dos tonos de azules, estos últimos podríamos considerar los más clásicos y vistos en tejido vaquero.

Si seguís el primer enlace que os hemos puesto, encontraréis también otras variantes, con distintos diseños de hebillas (más compactos, forma más cuadrada...) y variaciones también de tonos.

Estilo: ¿correa roja con fondo negro? (Y los problemas de las correas actuales de los relojes)


Tras haberos mostrado en Duraderos varios modelos de correas para vuestros relojes, hoy os traemos una de las más exclusivas, atractivas y elegantes del fabricante Diloy, la Diloy Elite 402, en concreto la 402-08-20, una variante roja oscura o carmesí de la que me enamoré casi al instante.

La particularidad de estas correas es que, aunque tienen un grabado que imitan la piel de cocodrilo, en realidad son de vacuno (en Diloy no ocultan nada, y como podéis observar, nos adjuntan una muestra de la piel utilizada en su fabricación, para que veamos las partes, texturas y grosores, prendida en la misma hebilla de la correa). Esto tiene varias ventajas, como un precio competitivo, que se aprovecha el cuero de las vacas (la piel) que se matan para carne, y que podemos llevar la estética de las correas de cocodrilo, si es que ese acabado nos agrada más. En Diloy las verás etiquetadas con la denominación "IMIT COCO" ("imitación cocodrilo"), la verdad es que "imitación" es una palabra un poco fuerte, y en cierto sentido a muchos les sonará como "falsificación", más aún en el mundo de la relojería, donde muchas imitaciones de relojes son eso, falsificaciones. Por lo tanto, pienso que la definición correcta sería más bien "estética de cocodrilo", y de hecho en la página de las mismas en su fabricante las vemos como "grabado cocodrilo", un término que se atañe mucho mejor a lo que son.

Por qué Casio es tan diferente a todas las demás (y hace estas cosas tan inexplicables)


Ir de "premium" es una cosa, parecerlo otra distinta, y serlo otra aún más distinta, diferente y difícil. Si la última extravagancia que vimos de G-Shock fue su modelo G-D5000 realizado en oro macizo de 18 kilates, y del cual sólo se fabricarán (y venderán) 35 unidades, ahora nos encontramos con la noticia de que ya se han desvelado casi todas las tiendas en donde se podrá adquirir este reloj (decimos "casi", porque la de Emiratos Árabes aún no se ha dado a conocer). Una de estas tiendas estará en Hong-Kong, habrá otras dos en Singapur, y una cuarta en Taiwan. En total serán cinco tiendas que, como veis, están situadas en los lugares con más dinero del planeta (es curioso que un país como China, en donde hay tantas personas en condiciones de trabajo precario y de vida muy difíciles, haya también multimillonarios con tanto dinero).

Pero volvamos al asunto: decíamos que Casio quiere parecer con estos reloj una marca "premium" pero, como siempre suelen hacer, patinan hasta en lo más básico.

El reloj que funciona sin parar desde 1522


Me he enterado que en el almanaque Bertrand del año 1963 aparece un pequeño artículo donde se nos habla de un reloj que fue instalado en la ciudad de Perth, en Australia, en el año 1522. Sin más referencias que el haber sido fabricado - al parecer - en Inglaterra, Bertrand nos dice que desde entonces no ha dejado de funcionar.

Me he puesto a buscar arduamente - o al menos todo lo arduamente que he podido - y lo cierto es que no he encontrado ninguna referencia a ese reloj. Aparte del almanaque mencionado, no parece haber otro sitio donde uno pueda constatar semejante "hazaña". Ahora bien, conviene tener en cuenta varias cosas.

Lo difícil que es ser duradero


Me considero una persona que cuida bastante de las cosas. Eso quiere decir que busca los objetos bien construidos y de calidad. No tienen por qué ser de marca ni caros, aunque últimamente, por desgracia, hay pocas alternativas de este tipo fuera de los artículos elitistas. Hay objetos baratos, pero muy malos, y hay objetos con calidad, pero muy caros. Se ha perdido en gran medida el término medio: objetos bien hechos, y competitivos en precio. Lo que conocemos como "prime".

No es que me guste estar apegado a los objetos, me gusta cambiar y experimentar cosas nuevas, como todos, pero si encuentro algo que pueda usar y que a la vez me pueda servir durante largos años, lo aprecio.

"Marcando el tiempo": la difícil profesión de relojero


Ricardo Suárez-. Muy buenas, estamos una edición más en "Marcando el tiempo", vuestro programa dedicado a la relojería, os saluda Ricardo Suárez, y vamos pasar los próximos minutos charlando con nuestro invitado habitual, Mateo Salazar, sobre relojería. Bienvenido.

Mateo Salazar-. Hola, muy buenas Ricardo.

Ricardo Suárez-. Hoy vamos a hablar sobre el oficio de relojero, que es un oficio que podríamos decir que está en peligro de extinción, o casi que ha desaparecido, ¿no?

Mateo Salazar-. Sí, el oficio de relojero era un oficio bastante admirado, no sé si deseado, teniendo en cuenta que era un oficio bastante difícil, además de sufrido, pero sí que despertaba pasión entre muchas personas. Había grandes maestros relojeros en España, y poco a poco eso ha ido desapareciendo. Se mantiene bastante en los países en vías de desarrollo, como otros oficios artesanales, pero también está en vías de extinción.

Son oficios que, con la llegada de la tecnología, se han ido eliminando, o abandonando, y es una lástima pero es así. Se hicieron unos relativos esfuerzos a nivel de formación, incluyendo uno de los sectores de la relojería entre los programas de Formación Profesional, pero a pesar de que se encuentra en el organigrama, y que en teoría se puede estudiar, yo no he visto todavía en ningún sitio, aparte de en academias que puedan ofrecer puntualmente cursillos de este tipo, no he visto ningún sitio, repito, donde lo ofrezcan. Ningún centro de estudios oficiales, me estoy refiriendo.

¿Tiene sentido en estos tiempos un reloj de cuarzo?


Mientras me ponía esta mañana el reloj mecánico, me preguntaba sobre la ventaja que suponen estos relojes frente a los habituales a pilas, y la falta de sentido, en parte al menos, que es a día de hoy usar relojes de cuarzo. Con la popularización de los smartphones, el que llevemos un reloj no se ha vuelto algo básico ni imprescindible, como antaño. A eso hay que añadir que las pilas, baterías o acumuladores que incorporan ensucian y dañan el planeta (en su fabricación y en su eliminación como material de deshecho), sin ninguna necesidad. Es decir, no es como antiguamente, que solo se podía usar un reloj y no había alternativa, pero ahora sí las hay.

Si a eso añadimos que la mayoría de relojes de cuarzo que se venden, en sus variante analógicas, tienen unas pilas de dos o tres años de duración, la falta de coherencia aumenta. Por un lado, el teléfono móvil ya lo recargamos a diario, y ya enviamos a la basura baterías suficientes con ellos, no es lógico aumentar ese tipo de elementos añadiendo pilas botón como consumibles.

El nacimiento de la relojería


Las clepsidras (relojes de agua) eran conocidos por los egipcios, quienes le atribuyen su invención a Cteribio. Pare parecen haber sido los chinos quienes lo inventaron primero, quienes lo mencionan como una de sus más notables invenciones. De Egipto pasaron a Grecia, pues, y de allí a Roma.

Las clepsidras eran raras en Roma; pero había algunos de lujo. Como era necesario renovar con frecuencia el agua, en las casas más ricas había un esclavo específicamente encargado para este menester, para que, fuera de noche o de día, los señores de la casa pudieran conocer la hora que era.

Correas de microfibra para reloj


En Duraderos sabéis que defendemos, e intentamos divulgar, productos de calidad, a ser posible españoles. Hoy os traemos uno de esos productos que combina ambos aspectos: por un lado es un producto de una gran calidad y con unos acabados buenísimos y, por el otro, está fabricado en España. Se trata de las correas de Diloy, y en este caso, tras haber hablado de los modelos de resina hace poco, hoy vamos a hacerlo de uno de sus modelos más elegantes, que entra dentro de su gama más elevada, la Premium: las variantes de microfibra o "veganas".

Estos modelos son denominados así porque, al contrario que las convencionales correas de cuero, no se utiliza piel de animal en su construcción, de ahí que veáis la denominación de "Vegan" grabada en la correa.

El sonido de un reloj


Por las mañanas cuando voy a la Iglesia se suele sentar delante de mí un anciano, de pelo cano y que sigue la Santa Misa en silencio. Al principio notaba que, cuando él se arrodillaba al llegar, emergía un sonido muy característico e inconfundible, proveniente de su muñeca: el tic-tac de un reloj de cuerda. Debe ser por nuestra posición, que dirige el sonido directamente a mis oídos, porque cuando se sienta el anciano ya no se escucha. Nunca solía agradarme el sonido de la maquinaria de esos relojes, pero admito que en esos momentos me resulta sumamente agradable, como si escucharas una voz familiar. Aún así, prefiero ese constante "tic-tac" que el "tuk...., tuk...," anodino e imprevisible de las agujas de los analógicos de cuarzo. Al ser casi constante, el tic-tac es más "digerible".

Ya apenas se escucha hoy ese mecánico sonido, es uno más de los que están desapareciendo, y ha sido sustituido por el estridente y soporífero sonido de las tonos de llamadas de los smartphones que nos sobresaltan por todas partes.

Quince días con un reloj mecánico (impresiones)


Hace tiempo que sé que los relojes de cuarzo pueden complicarte bastante la vida, no solo porque fácilmente te lleven a confusión con sus horarios mundiales, o que cambies de formato horario sin querer, o te activen el DST (o lo desactives) sin darte cuenta (con el consiguiente peligro, sobre todo en aquellos en donde ésto lo puedes cambiar apretando un simple botón, como los Casio DB-360), sino que, además, pueden llegar a ser muy poco precisos.

Que el Nixon se atrasase varios minutos por día, o el Casio AL-190 adelantase casi veinte segundos a la semana, son otros buenos ejemplos de que no todo podemos dejárselo en manos de un reloj de cuarzo, o fiarnos absolutamente de él sin ninguna clase de reparo.

Tecnología mecánica, la tecnología de la segunda oportunidad


Una tarde uno de mis amigos, ex-compañero de trabajo, me llamó para que bajase a la calle. Cuando salí del portal le vi al lado de la acera, junto a una destartalada y antigua furgoneta de Renault. La furgoneta en algún momento de su vida había sido amarilla, sin embargo ahora su color, desgastado por las inclemencias del tiempo y el uso, era más bien cremoso. Dimos una vuelta, para acabar comprobando que realmente era un vehículo que no había tenido precisamente una buena vida -una furgoneta es un vehículo de trabajo, así que imaginaros...-, pero aún así su motor Cleon (así llamado popularmente, debido a la factoría francesa de la que procedían) seguía tirando de ella tan alegremente.

Era una furgoneta que, como suele ocurrir con los vehículos viejos, tenía su "temperamento". En los días lluviosos y fríos le costaba bastante arrancar, aunque el motivo era que a su viejo distribuidor mecánico le entraba humedad y hacía mal contacto. Pero tarde o temprano, o incluso abriéndole el Delco y dándole un poco de calor, mi amigo lograba que echase a andar.

Los horarios de tren y los relojes


Visionando algunos vídeos de estaciones antiguas españolas, de alrededor de la década de los setenta, me ha llamado la atención un hecho muy curioso que se me había prácticamente olvidado: los horarios. En aquellos tiempos los horarios de los trenes no eran como ahora, en los cuales en cada estación y apeadero te informan de una hora aproximada de llegada (luego extrañamente se cumplan, o sean erróneos -como aquí ocurre-, pero ese es otro cantar fruto del abandono y de la dejadez de ADIF), sino que solamente te informaban de la hora de salida, y llegada, del principio y final de la estación. Si acaso, de las estaciones más importantes, pero no siempre.

Es decir, uno podía ir de León (pongamos por caso) a Villamoros de Mansilla, pasando por Arcahueja y Villacete. Pues el horario te informaba de la salida en León, y la llegada -prevista- a Villamoros, dando por hecho -como así ocurría- que en las estaciones -o apeaderos- de Arcahueja y Villacete se paraba, pero a una hora "indeterminada". Trenes directos puede que hubiera (la verdad, yo no recuerdo ninguno), pero no era como ahora que supone un servicio habitual, sino que en aquellos años que un tren fuera directo de un sitio a otro sin hacer paradas intermedias era lo inusual.

El curioso caso de "los smartwatches españoles" hechos en China


Tanto Bitácora Guti como Revista Relojes han ido publicando sendos artículos de investigación sobre el supuesto smartwatch español, un reloj de la marca Aviador (Grupo Ayserco) que, según asegura dicha marca, ha sido realizado "por maestros relojeros" españoles, y el cual ha supuesto una inversión de nada menos que 350.000 € para su desarrollo.

En ambos reportajes (que podéis consultar accediendo mediante los links del principio de este post) se nos muestra una realidad bien diferente: el Aviador SmarTTime de Ayserco ni está hecho en España, ni cuesta el mismo dinero. Lo cierto es que son unos relojes fabricados en China cuyo precio de mercado ronda los 20 €, que Aviador vende en España por más de 100 €. Parece ser que la mayor inversión que han hecho desde "los maestros relojeros españoles" ha sido ponerles el logotipo de las fuerzas armadas. Una gran innovación, sí.

| Redacción: Duraderos.blogspot.com