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Comparativa: yo-yo abierto y cerrado, y trucos para yo-yo


Aunque el yo-yo lleva generaciones entre nosotros, durante los últimos tiempos ha ido perdiendo protagonismo frente a sus competidores más modernos, no solo los juegos de smartphones y consolas, algo que es obvio, sino también frente a otros juegos "manuales", como el spinner (al cual puede que dediquemos algún reportaje específico). Esto tiene su lado bueno y malo. El lado bueno es que ahora podemos encontrar yo-yos de una calidad notable, a precios muy competitivos. Por otra parte, y como aspecto negativo, es que, a su vez, no son tan fáciles de encontrar como antaño.

El yo-yo es un juguete muy antiguo, tanto que su origen se pierde en la noche de los tiempos. Parece que su término actual proviene de una palabra tagala de Filipinas, que significa "viene-viene". Existen referencias más tempranas, como algunos grabados en revistas antiguas francesas, en donde se ve a una mujer vestida a la moda y con un bandalore (antiguo término francés para yoyo) en su mano. Pero hay también grabados en terracota de alrededor del año 440 de nuestra era, donde se aprecia un niño con yo-yo, por lo que, como se ve, era un artículo de divertimento que abarcaba un poco a todas las edades.

Básculas comerciales Roch


De pequeño siempre me parecía un momento especial, cuando acompañaba a mi madre a comprar a alguna de las tiendas del pueblo, el que acontecía al llegar la hora de pesar la mercancía (frutas, productos de charcutería, pescadería...) por la báscula. Me quedaba observando aquel "extraño artilugio" que era la báscula, y sería ese aparato el juez imparcial que diría el precio a pagar dependiendo del peso. Como si fuera el fallo de un magistrado, se producía un breve silencio mientras el tendero colocaba la mercancía en la báscula para pesarla. Y yo veía con expectación a la aguja moverse durante un breve espacio de tiempo, y casi como había surgido, el encantamiento se iba y el silencio se rompía al grito del vendedor (o vendedora): "¡trescientos cincuenta gramos!", o: "¡seiscientos gramos!".

Cómo había conseguido descifrar en tan corto tiempo el movimiento rápido y felino de la enorme aguja marcadora era para mí aún todo un misterio.

Opinión y prueba mini-navaja suiza de bolsillo Victorinox


Entre los componentes de mi "kit de supervivencia en ciudad" (ya hablaré de él, si se tercia, en otra ocasión) se encuentra una de las navajas suizas del fabricante Victorinox, concretamente el modelo Victorinox 0.6223 del que os voy a hablar (aunque por clasificación creo que es el modelo Victorinox 0.6222 y que se equivocaron de funda, pero en fin, no es muy importante ese detalle). La razón de elegir una navaja y haber abandonado mi anterior "tarjeta de supervivencia" (que incluía navaja, y varias cosas más), es que la tarjeta, además de más cara, es más aparatosa y, además, ya os conté que había extraviado (bueno, "me habían extraviado") el cortaplumas, que es uno de los elementos más importantes de todo kit de este estilo.

Así que un día vi que, en el llavero de un chico al que a veces acompaño, llevaba una pequeña navaja con utensilios muy interesantes, como es una lima, pequeñas tijeras, mini-destornillador, pinzas y mondadientes. Me sorprendió su precio, cuando se lo pregunté: 15 €, ni más ni menos. 15 € por una navaja minúscula es bastante caro, así que intenté buscar alguna alternativa.

Fonyou cierra sus puertas


¿Quién no ha tenido un número Fonyou? De hecho, yo aún lo mantengo. Pero por desgracia este fantástico servicio que ofrecía mucho a cambio de prácticamente nada (y sin el "prácticamente", ya que podías mantener el número gratis todo el tiempo que quisieras sin soltar ni un euro, y usar también su servicio de mensajería gratis para recibir mensajes, también sin tener que pagar nada) va a desaparecer. En los tiempos que corren mantener un servicio así erea bastante complicado, y, como bien dicen hoy mismo en nuestro blog hermano de Zona Casio, éste tipo de "gratuidades" en Internet tienen los días contados.

FonYou apareció en el año 2009 como una alternativa barata y asequible para todos los que querían un número de móvil sin complicaciones (de hecho, incluso no era necesario ni siquiera tener móvil para usarlo), y como una alternativa más que atractiva a los operadores convencionales de prepago que, poco a poco, han ido desapareciendo a cambio de un postpaso disfrazado de prepago como el actual.

"Marcando el tiempo": relojería de ayer y de hoy


Ricardo Suárez-. Buenos días, bienvenidos a este espacio una edición más aquí en "Marcando el tiempo". Os saluda Ricardo Suárez, y también bienvenido a ti, Mateo.

Mateo Salazar-. Hola, buenas, y muy buenas a todos los oyentes también, por supuesto.

Ricardo Suárez-. El otro día hablábamos, en el programa anterior, con Byron Smith, largo y tendido, sobre la relojería de cuarzo a la que tú no es que le tengas precisamente una gran preferencia respecto a la relojería mecánica, ¿verdad?

Mateo Salazar-. No es que sea cuestión de preferencias, yo lo dije el otro día también: para mí todos los tipos de relojería no dejan de ser para lo mismo, al final un aparato, un reloj. El cuarzo lo tenemos en smartphones, lo tenemos en los reproductores de música, se utiliza, tanto el cuarzo como la corriente alterna también, en los microondas y en tantos aparatos electrodomésticos... Para muchas personas el cuarzo ha desvirtuado un poco la relojería, porque la ha convertido en un mero dispositivo electrónico, cuando históricamente, al menos en el recuerdo de la gente de más edad, el reloj siempre ha sido mecánico. Y por una sencilla razón, por algo muy simple: que es la de medir el tiempo con nuestra propia energía, sin elementos externos ni necesitar fuentes de alimentación ajenas a nuestras manos, por decirlo de alguna manera.

Además, un mecánico se puede ver cómo trabaja, se le pueden ver los engranajes, se le puede reparar...

Cuadernos A6: los logbooks "para pobres"


El tamaño A6, aparte de en logbooks, es bastante complicado de encontrar. Lo más habitual es pasar del A5 al A4, y viceversa, siendo el primero como cuadernos de notas para llevar, y el segundo como cuaderno estándar, "el de toda la vida". Incluso si lo buscas por internet, los A6 son difíciles de dar con ellos, porque no suele haber mucha gama. Pero existen, por supuesto.

El tamaño de cuadernos es prácticamente igual que el de un logbook, pero con una diferencia abismal en cuanto a precio. Mientras que un logbook cuesta más o menos -y a partir- de 3 euros, el modelo de A6 (también conocido como cuadernos del número 8) que veis en estas imágenes nos sale por 80 céntimos, o sea: a céntimo por hoja (tiene 80 hojas). Si solo queremos un logbook ligero, para escribir, y no nos importa que sus tapas sean blandas, usar un cuaderno A6 en su lugar puede ser una alternativa interesante. Además, y como es el caso en el fabricante PACSA, un cuaderno hecho totalmente en España.

Cómo analizar un disco duro dañado y reparar su MBR (master boot record)


Alguien me regaló un disco duro portable que, al parecer, estaba dañado, y aunque inicialmente de estas cosas suelo desistir y no perder el tiempo con ellas, la necesidad de almacenar algunas películas que tenía "por ahí" y cuyo valor era bastante insignificante me hizo animar a intentar recuperarlo.

Por Internet existen multitud de aplicaciones de todo tipo, la mayoría son bastante lamentables, encima muchas de pago, y otras requieren instalación, por lo que además de poneros algunas de las mejores, como ventaja tenéis de que también son portables, por lo que no necesitaréis instalarlas ni ensuciar vuestro sistema con ellas. Todas ellas son para Windows, por supuesto.

Prueba de las tazas de acero inoxidable de Ibili


Tras haber traido a Duraderos las tazas lacadas de Ibili, teníamos pendiente hacerlo con sus tazas de metal "desnudo", las que en Ibili llaman "potes" y que vienen a ser las tazas metálicas de toda la vida.

Al contrario que otras marcas como Laken, donde fabrican sus tazas de metal con peligrosos compuestos que tenemos que usar con mucho cuidado (con riesgo para la salud, como el aluminio), en Ibili la taza es de acero inoxidable, como cualquier otro recipiente metálico que podamos tener por la cocina, por lo que, en este caso, son mucho más seguras que las de Laken.

Prueba de la estufa de parafina Tectro R 233 TC


Cuando uno se pone a buscar una estufa, en el mercado encuentra multitud de soluciones, variantes y marcas que puede converir esa búsqueda en una tarea ardua y complicada. Sin embargo, en su esencia y a la hora de la verdad, todas ellas se podrían dividir en dos grandes grupos: por el tipo de combustible o energía utilizada, y por el tipo de calor o forma de generar éste.

En lo que a combustible respecta, tenemos las estufas que usan gas (que pueden ser a su vez radiantes, de llama azul o catalíticas), las que usan pellets, y las que usan parafina o queroseno (es lo mismo). Por otro lado, tenemos las estufas u hornillos eléctricos, o los calefactores. Este tipo de elementos calefactores generadores de calor no queman combustible, sino que funcionan mediante una resistencia que se calienta a alta temperatura, y cuya energía la obtiene de la corriente eléctrica. A pesar de que su calor es casi inmediato, limpio y seco, su efíciencia energética es muy escasa (tardan mucho en calentar lugares grandes o ambientes muy fríos) y, además, son muy caras (la factura de electricidad por kilowatio hora no compensa). Solo son aptas y recomendables para calentar algo muy esporádicamente, y por un corto espacio de tiempo, nada más.

Los cuadernos más comunes y sus equivalencias en tamaños


Tras haber dedicado un reportaje y una primera introducción a los cuadernos A6, creo que sería sumamente útil hacer una comparativa, y también un repaso, a los cuadernos existentes "por debajo" de los A6 o, como se les suele denominar, cuadernos del número 8.

Además de los que veis aquí de la firma española PACSA (fabricados en España, como bien sabéis), todos los demás que encontraréis en el mercado tienen tamaño parecido, con ligeras variaciones en altura o anchura de algunos milímetros (como ejemplo podríamos comparar entre el School de PACSA y el "cinco estrellas", de los cuales probablemente hablaremos en un posterior artículo), y con variaciones en la terminación de las hojas, pero poco más.

BSafe de la ONU, ya disponible en español


Hace muchos años fui voluntario de la ONU, concretamente de ACNUR - de hecho por algún lado debo tener las credenciales aún -. Por aquel entonces, aunque nos daban mucho material, y muy valioso, no tenían un sistema de créditos ni de certificaciones. Es decir: te formabas, y luego no había nada que certificase que habías estado ese tiempo dedicado a estudios de diversa índole, entre toda la galaxia que ofrecen los distintos departamentos de la ONU.

Tanto es así que - al menos que yo recuerde ahora mismo - tampoco existía un entrenamiento básico para tener una base formativa "sobre el terreno". Por fortuna eso ha cambiado y mejorado muchísimo, aunque siguen habiendo muchos departamentos en donde la formación no te asegura una certificación.

Agendas y papelería Finocam


Normalmente llevaba toda la agenda de tareas a realizar en mi móvil, pero hace unos meses me ocurrió un hecho desagradable: como el móvil almacena la información del mismo día, solapando una entrada a la otra, resulta que un acontecimiento importante ocurrido el pasado julio me pasó totalmente desapercibido. Entonces me dije que nunca más, y decidí volver al papel.

Hacía años que no usaba una agenda, aunque también es verdad que durante los años noventa sí las usaba, pero con la llegada de la telefonía móvil y sus cómodas agendas acabé prefiriendo el formato electrónico porque lo veía más cómodo, ya que me facilitaba llevar toda la información conmigo sin ocupar espacio ni teniendo que transportar peso extra. Pero tal como existen sus bondades, también tiene sus inconvenientes, y entre ellos no solo se encuentra el que sea más fácil que nos despistemos y perdamos alguna cita importante (en la agenda del papel, al poder ver varios días de un solo vistazo, es más difícil que ocurra), sino que tiene un potencial riesgo de que se nos extravíe, el móvil se dañe o perdamos los datos (o los borremos por accidente sin que nos demos cuenta).

¿Qué fue de aquellos calendarios adhesivos para coche?



Durante años fue un objeto muy popular en los salpicaderos de los coches, los había de diversos colores, y algunos los regalaban como "merchandising" de publicidad con marcas de todo tipo. Su soporte de plástico podía pegarse, y en el "cajetín" había espacio para un minúsculo - pero siempre útil - calendario.

Ciertamente era una molestia el retirar todo el calendario, desplegarlo, buscar el mes siguiente, y volver a "componerlo" doblándolo adecuadamente para que no quedase "hinchado" ni "abombado" en su cartuchera, y quizá por eso algunos llevaban un mes antiguo, equivocado, y que no correspondía con el actual.

Señoras y señores, con ustedes el último invento obsolescente (y muy mal programado)


Si alguien es un ejemplo icónico y atroz de la más pura obsolescencia programada (y de nuestro tiempo, solo hay que ver las ventas que tiene) es el iPhone y, en general, la mayoría de productos de Apple. Persiguiendo el diseño y la apariencia "por encima de todo" (incluso a veces de la funcionalidad) el Apple con su reloj, su tablet, su smartphone y su reproductor multimedia ha llevado hasta el extremo la filosofía del "usar y tirar", de la basura y del consumismo. Fueron ellos los primeros en popularizar baterías que no podían sustituirse, periféricos solo compatibles con ellos solos, y una larga lista de "bondades" que ha entusiasmado al público -no se por qué... bueno, sí, por marketing- y que ha hecho que la envidia, ese deporte mundial, sea el primer motivo y garante del éxito. Del éxito y de los beneficios para ellos, claro, porque tener un Apple (watch, móvil u ordenador) da "categoría", eres "cool" si lo tienes, y demuestras a todos que te mueves en la clase alta social (aunque lo hayas tenido que pagar a plazos y vender a tus hijos para conseguirlo, da lo mismo).

Por eso no es extraño que Apple sea asimismo uno de los mayores defensores e impulsores del USB-C o USB de tipo C. Si el puerto USB que llevamos usando desde los noventa ya estaba suficientemente probado y parecía tener una más o menos estabilidad (aunque últimamente aparecían más y más variantes de micro-USB, mini-USB y similares), parece que han visto que han llegado al tope de beneficios con ellos y los lobbies de la industria (el USB Implementers Forum) se han puesto de acuerdo para que sustituyamos cables, periférico y dispositivos, y así sigamos alimentando al monstruo del consumismo aunque nuestro periférico, dispositivo o cable funcione todavía perfectamente.

Cómo se conduce un patinete clásico


Tras los reportajes que les hemos dedicado a algunos de los mejores patinetes o scooters del mercado, y la prueba del Hudora RX 205, hemos creido conveniente realizar un post específico sobre las particularidades de su conducción y manejo. Y es que este es un apartado nada trivial, puesto que, al ser éste un elemento de desplazamiento y movilidad que depende de nuestras propias fuerzas, adoptar una buena postura y realizar los movimientos adecuados es crucial no solo para sacarle el máximo rendimiento al scooter, y poder llegar también más lejos sin cansarnos, sino para reducir los riesgos de lesiones.

Por ello, si hablamos de la forma de manejar un scooter deberemos empezar primero por la forma de colocarnos sobre él y nuestra posición.

Primer día de Fase 1: el descontrol de los templos religiosos


Para el 51% del territorio español, hoy es el primer día de la Fase 1, en la cual se otorga una cierta libertad a los ciudadanos, facilitando las compras, las reuniones, y los desplazamientos. Una de las actividades que se ha empezado a ofrecer es la apertura de templos religiosos. Durante esta mañana, pues, hemos recorrido la ciudad (como reporteros, recordemos que los periodistas poseen libertad de movimientos para hacer nuestra labor informativa) y hemos estado en dos celebraciones para comprobar cómo se cumplía la ley en los mismos, y la seguridad e higiene que deben imperar para ofrecer los servicios litúrgicos.

Primero, repasemos las normas a las que los templos están obligados por ley (publicada en el BOE del sábado):

- Ofrecer a la entrada y salida geles hidroalcohólicos.
- Mantener las puertas abiertas a la entrada y salida.
- Como espacio cerrado, todas las personas que estén en el interior deben llevar mascarilla.
- Se debe mantener una distancia interpersonal de metro y medio mínimo, y de un metro entre bancos, con plazas alternas.

Historia de la máquina locomotora diésel V320 001 de la Henschel


Qué más quisiéramos nosotros que probar una V320 001; no, qué bah, obviamente "la prueba" va a tratar sobre el modelo a escala, con mucho -o con bastante- una de las locomotoras más impactantes y que, personalmente, más me atraen dentro del mundo de los trenes. Es como "un tanque", pero en bonito y para algo útil (para transportar mercancías y personas, no para matar).

Todos sabéis que personalmente siento una especial debilidad por el mundo del ferrocarril. En el pueblo era nuestra única "salida al mundo", y al igual que muchas personas han crecido frente al mar, viendo el devenir de las olas, yo he crecido frente a las vías de tren, viendo el devenir de los convoyes.

Cómo recargar un encendedor a gas



Los encendedores de gas tienen un precio tan asequible, que no merece la pena ni recargarlos. De hecho, en muchos casos nos sale más caro el bote o "bombona" de recarga, que un encendedor nuevo. Pero en determinadas situaciones puede que necesitemos recargarlo, bien porque sean encendedores difíciles de encontrar (como los largos) o encendedores muy caros, como algunos fabricados por Montblanc. O porque el encendedor sea un regalo o lo apreciemos, y queramos seguir utilizándolo.

Sea como fuere, en algún momento tendrás que enfrentarte a la tediosa y engorrosa tarea de recargarlo, y verás entonces que no todo es tan sencillo ni fácil (sobre todo si es tu primera vez) como nos lo ponen las instrucciones, y que hay pequeños "detallitos" que no te cuentan, y que aquí trataremos de darte a conocer.

Los míticos Rocky de los ochenta


Pocas colecciones mantengo ya. Los relojes los he ido vendiendo, incluso los old-school más carismáticos que tenía, como el F-84. De lápices de colores (que también me encantaban por ser de ese tipo de cosas que mezclan la historia mas nostálgica con la simplicidad) hace mucho tiempo que decidí dejar de comprar y cancelar su búsqueda, tras haber conseguido los de la mayoría de marcas importantes. De pilas (me encantaban las pilas de 1,5 voltios) también dejé de acumularlas: hace muchísimo que no las tengo.

Por necesidad unas veces, otras por decisión personal, dejé de acumular y guardar.

Cómo se conduce un patinete eléctrico


Tenía pendiente realizar un artículo sobre la conducción de un patín eléctrico, porque hay cuestiones que no he visto que traten en reportajes y posts que hablen de ellos, y que me parecen muy interesantes.

A diferencia de los coches, o de las motocicletas, en los cuales para conducirlos tenemos que pasar por la autoescuela y realizar una serie de prácticas mínimas, o en la bici, en donde la mayoría esas prácticas las hemos tenido de pequeños, un patín eléctrico es tan relativamente reciente que casi pasamos a tenerlo y ya queremos ser unos expertos. Como cualquier medio de movilidad, el patín o scooter eléctrico posee unas particularidades que conviene tener muy en cuenta.

Como es habitual, este artículos lo realizaremos sobre la base del BMI-365 de Brigmton.