Tenía pendiente realizar un artículo sobre la conducción de un patín eléctrico, porque hay cuestiones que no he visto que traten en reportajes y posts que hablen de ellos, y que me parecen muy interesantes.
A diferencia de los coches, o de las motocicletas, en los cuales para conducirlos tenemos que pasar por la autoescuela y realizar una serie de prácticas mínimas, o en la bici, en donde la mayoría esas prácticas las hemos tenido de pequeños, un patín eléctrico es tan relativamente reciente que casi pasamos a tenerlo y ya queremos ser unos expertos. Como cualquier medio de movilidad, el patín o scooter eléctrico posee unas particularidades que conviene tener muy en cuenta.
Como es habitual, este artículos lo realizaremos sobre la base del BMI-365 de Brigmton.
Por supuesto, lo primero que tenemos que hacer en un patín eléctrico es ponerlo en marcha. La mayoría de ellos para hacerlo tiene que estar el patín en movimiento, esto se hace por seguridad, ya que si funcionase de parado, tendríamos que tener un pie en el suelo. La intención por tanto es que, cuando se ponga en funcionamiento, ya tengamos ambos pies sobre la plataforma.
Lo primero que debemos tener en cuenta al arrancarlo es no acelerar demasiado. Si lo hiciéramos, al no tener aún todo nuestro peso sobre el patín, la rueda motor corre el riesgo de patinar, e incluso puede llegar a hacernos perder el control y/o el equilibrio, y hacernos caer. De manera que la aceleración debe ser suave. Lo ideal es que no empecemos a acelerar hasta estar subidos con ambos pies en la plataforma, algo fácil en bajadas, pero muy difícil cuesta arriba.
Debemos impulsar inicialmente el patín con firmeza, lanzándolo hacia adelante con energía, para que coja la suficiente inercia. No debemos "saltar" sobre la plataforma sin más, más bien a continuación nos erguimos, y posamos el pie con suavidad, acelerando suavemente.
Una vez tengamos práctica, podremos hacer estos pasos más rápidamente, y poder hacer el patín arrancar en casi todo tipo de terrenos. Sin embargo, si notamos que el patín "derrapa", es que algo hemos hecho mal: o aceleramos demasiado pronto (sin tener todo el peso en la plataforma aún) o demasiado agresivamente (excesiva velocidad).
Hay patinetes que cuentan con aceleración gradual, esto ayuda a los aprendices y novatos a acelerar sin temor a derrapar o a perder el control. Sin embargo, nos da una sensación de falsa seguridad, y lo mejor es que aprendamos a arrancar correctamente tenga o no este sistema, sin acelerar a fondo.
Una vez sobre el patín, es vital mantener una posición cómoda, sobre todo si vamos a estar mucho tiempo en pie y durante varios kilómetros. Básicamente existen tres maneras de "descansar" para no salir del patinete con los pies dormidos y agarrotados por la tensión (y con la zona lumbar, por cierto, que también sufre mucho). La primera consiste en avanzar hacia la parte delantera, y apoyarnos en el manillar. Esta posición podemos hacerla en aquellos sitios donde nos podamos relajar y la conducción sea más segura.
La otra es ir intercambiando los pies, el derecho y el izquierdo, hacia la parte trasera, dejando nuestro peso sobre el pie delantero.
La otra posición es ir "soltando" el pie, dejando que baile hacia el lado izquierdo el mismo, y al derecho el otro.
No vayas "como un palo clavado", recto y derecho "plantado" en el patinete todo el rato, porque si tienes que hacer movimientos bruscos o saltar del patinete, te parecerá que tienes los pies de goma. El secreto está en adoptar la posición lo más relajada posible que la conducción nos permita, y movernos todo lo que podamos (siempre que lo hagamos con seguridad, claro) sobre la plataforma. Así evitaremos agarrotamientos.
Claro que, para ello, se requiere práctica, no queramos el primer día mantener equilibrios como si fuésemos unos expertos o nos iremos al suelo.
Por otro lado, cuando afrontemos terrenos difíciles o mucho tráfico estas premisas de relajación y de "bailar" sobre la plataforma olvidémoslas, deberemos estar anclados a ella lo más firmes posible, con un pie ligeramente adelantado y el otro atrasado. En esos casos, algunas condiciones podremos elevar el talón del pie de atrás para relajar los músculos.
Curvas
Aunque no lo parezca, tomar curvas con el patín eléctrico no es sencillo ni fácil. Su limitado amplio de giro, sus minúsculas ruedas, la gran distancia relativa entre ejes y lo largo de su plataforma no los facilitan nada. Por ello, para girar deberemos considerar una distancia prudencial y bastante espacio, desplazando nuestro centro de gravedad para abrirnos antes de tomar la curva, e ir cerrándonos a media que la superemos.
Entraremos en la curva con poca velocidad, "dibujándola" mientras la recorremos. El secreto es bajar mucho de velocidad (sobre todo en curvas cerradas) e ir acelerando a medida que superemos su vértice, para salir de ellas con una cierta velocidad. Es decir, como en un coche, entrar despacio y acelerar al salir.
En cualquier caso, sobre todo en curvas complicadas, deberemos darnos un margen de error para, en cualquier momento, poder echar pie al suelo si necesario fuese.
Velocidad de crucero
Si queremos recorrer largas distancias, deberemos mantener una velocidad de crucero muy baja. Para los más básicos (los patinetes que no superen los 250W), de unos 8/10 km/h, dependiendo del terreno. Es decir: poco más que el paso de una persona.
Esto, además, hace que la conducción sea más segura para los peatones y otros usuarios de la vía cuando nos crucemos con ellos (o ellos se crucen con nosotros).
Al tratarse de un vehículo de dos ruedas, mantener el equilibrio a velocidades tan bajas no es fácil, no debemos confiarnos en ningún momento, y tomar una actitud de conducción preventiva, para así poder asegurarnos que no perdemos el equilibrio y, además, poder ahorrar batería pudiendo frenar con el freno eléctrico sin tocar el freno mecánico. Ese es el secreto.
Podemos acelerar al adelantar, cerciorándonos de que lo hacemos con seguridad, para luego regresar a la velocidad "habitual".
Por otro lado, en carreteras abiertas la baja velocidad casi nos convierte en peatones, con el inconveniente de que, además, por ley debemos ir en el sentido de la marcha de los vehículos. Eso nos hace un blanco fácil ante posibles accidentes, por lo que si ves un tramo en donde los coches "te pasen rozándote", bájate y supéralo como un peatón. Es lo mejor.
Cuestas y bajadas
Los patinetes eléctricos son muy limitados tanto para cuestas, como para descensos. Debemos procurar no ganar una velocidad muy elevada en los descensos, o su freno mecánico no será capaz de detenernos. Tanto en subidas como en bajadas, el porcentaje no debería superar el 15%, si es más, lo aconsejable es que nos bajemos y superemos ese tramo a pie.
Si, en su caso, nos vemos obligado a ello, vamos con unos consejos: en subidas con mucha pendiente, no acelerar de golpe, puesto que nos podemos desestabilizar o incluso caernos, al "echarnos hacia atrás" con el impulso.
En los descensos, empezar haciéndolos frenando, por supuesto sin acelerar, manteniendo en todo momento el tacto sobre la maneta de freno hasta casi el punto de bloqueo, pero sin llegar a bloquear la rueda. Así nos aseguraremos de que podremos parar en cualquier momento, ya que de lo contrario el único freno que estos patinetes suelen tener no es capaz de detener el vehículo si vamos con mucha inercia cuesta abajo.
Deberemos bajar a la mínima velocidad posible, prestando atención a que no se desgaste ni se deterioren las zapatas sobre el disco recalentado, ya que estos vehículos tienen zapatas muy pequeñas.
Si vienen curvas o la carretera se estrecha demasiado, lo más inteligente es que nos apeemos y superemos esos tramos caminando.
Resumen
Conociendo las limitaciones y especial forma de conducción de los scooters o patinetes eléctricos, podremos afrontar grandes distancias con seguridad dándonos un buen servicio. Siempre tangamos en cuenta sus particularidades, y que en todo momento vamos de pie y expuestos y que, además, se tratan de vehículos de movilidad personal, es decir, para viajar muy despacio, no para hacer carreras. No queramos usarlos como si fueran una moto, una bicicleta o un coche, puesto que no lo son.
Con estas premisas siempre en cuenta, y con un poco de práctica, conseguiremos disfrutar con tranquilidad de nuestro patín eléctrico y podrá llevarnos y traernos sin correr peligro, y sin poner en apuros a otros usuarios de la vía. Recuerda que los patinetes eléctricos no son para ir rápido, sino para ir más descansados en un vehículo frugal, espartano, que ocupa poco espacio y que podemos transportar sin demasiada dificultad. Son una buena herramienta de ocio o de paseo, a la que no se le debe exigir más de lo que puede ofrecer.
| Redacción: Duraderos.cc / Duraderos.blogspot.com
Las fotos han quedado genial. Como de momento no tengo patinete eléctrico, se agradece el post, pero no lo usaré.
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