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¿Por qué la prensa rosa no triunfa con los hombres?


Cuando era pequeño una de mis mayores aficiones era bajar al quiosco y comprar revistas de música, y de las que ahora se llaman "del corazón". Me encantaba especialmente la revista Semana, y entre sus anuncios y sus reportajes de la vida de personajes famosos veía un espejo en el que reflejarme, personas exitosas a las que imitar.

A medida que crecí y empecé a ser más juicioso, por supuesto todo aquello pasó, ya no adquiero revistas del corazón, aunque amigas de mi misma edad sí que continúan leyendo la Pronto, la Lecturas, la Diez Minutos... Porque han cogido la costumbre de leerlas antes de acostarse, o en la sobremesa, cuando tienen unos minutos de descanso tras realizar las tareas de la casa y de la mañana. Otras, más"sofisticadas" ellas, compran la Marie Claire o la Olga, en esos formatos "de bolsillo" que tan de moda se han puesto, para leerlas mientras van o vuelven del trabajo, en el tren o en el autobús.

La llave que abre todas las puertas


No, no es una ganzúa. No, tampoco es el dinero. Ni son influencias, "primos" ni "enchufes". La llave que te abre todas las puertas es bien distinta. La llave con la que tendrás la ciudad a tus pies es bastante simple: una llave ajustable o, como se la conoce comúnmente, llave inglesa.

A ojos de la mayoría es un elemento común, sin importancia, sin ningún valor. Pero ni mucho menos.

200.000 $ vale la vida humana, según Ford


Ford le pidió a la administración norteamericana (el NHTSA) que le informara sobre cual era el valor de la vida humana. El motivo era averiguar si compensaba reparar su modelo Pinto, o dejarlo con los fallos de seguridad y hacer frente a las indemnizaciones. Aproximadamente 200.000 dólares, calcularon, era lo que valía una vida humana.

Ocurrió en 1972, es cierto, pero eso nos da una pista sobre a qué extremos son capaces de llegar las multinacionales del motor. Ya lo hemos visto hace poco con el Volkswagengate y, por desgracia, no será la última.

Sesenta robots sustituyen a más de seiscientos empleados


El gobierno chino tiene un plan para acabar con la mano de obra esclava, cosa que esperan hacer de aquí a 2025. Y no es perseguir a las industrias con más penas y multas, o un mayor control sobre las mismas, no. La solución pasa por incorporar más robots que sustituyan a los trabajadores.

Y es que, como desde múltiples medios de comunicación se viene diciendo, la revolución de la robótica es algo imparable y, si esto sigue así, al escasear el trabajo tal vez se debería pensar en una renta (la llamada renta universal) para los que quieren pero no encuentran trabajo. De hecho, para todo el mundo, ya que el trabajo lo harían los robots.

¿Merece la pena comprar relojes nuevos?


Ya ves que el titular, por poco visto, resulta hasta extraño. Normal, lógico, todo lo que ves, lees o consultas por internet intenta venderte algo, de manera que ver un artículo con todo lo contrario nos parece muy chocante, y esa es la diferencia entre los medios que viven para colocarte el producto más caro que te puedan incrustar, y una web como nosotros, independientes de mercaderías y mercados.

Tampoco es que queramos quitarte la ilusión de adquirir relojes nuevos, lejos de nosotros tal cosa, pero sí hacerte ver de alguna forma otras perspectivas que no suelen aparecer comúnmente.

Los coches de hoy alimentarán los talleres del mañana


Hace algunos años Audatex, compañía especializada en consultoría y reparaciones del automóvil, emitía un informe que a muchos en el sector de la automoción sentó como una bomba: los coches que más se estropeaban eran "los nuevos", los coches en torno a los cinco años, mientras que, a pesar del envejecimiento del parque automovilístico español, los coches viejos eran los que soportaban la crisis (debido a que muchos los poseían personas con pocos recursos) y, curiosamente, también eran los que aguantaban el temporal como unos campeones, con reparaciones menores.

Y es que a diferencia de los modelos actuales, los coches antiguos se pueden "remendar", y repararlos no suponía para el taller ni complejo software OBD (con carísimas terminales que cuestan miles de euros) ni herramientas rebuscadas ni procedimientos. Reparar un coche antiguo tardaba un taller un cuarto del tiempo que tardaban en repararle una avería similar a uno nuevo.

Nos controlan como a ratas de laboratorio


Tengo una amiga con la cual converso muy habitualmente porque está pasando un mal momento. Ella siempre había tenido un carácter muy despierto y temperamental, salías a la calle con ella y entraba en establecimientos comerciales sin parar -y en las populares tiendas del "todo a 1 euro"- a mirar, buscar, revolver entre adornos que le encantaban, especialmente muñecas y muñecos, que colecciona.

Desde hace unos años para acá todo se le ha torcido: uno de sus mayores apoyos, los padres de su marido, fallecieron con sólo seis meses de diferencia. Debido a ello tuvieron que dejar la casa donde vivían e irse de alquiler a un mini-apartamento por el que pagan un precio astronómico ya que su propietario abusa aprovechándose de su desgracia sabiendo que en pocos alquileres les iban a admitir en su situación. Porque, para más desastre, su marido se ha quedado en paro -lleva casi tres años- y no tiene visos de que la cosa vaya a cambiar.

Ford asegura que su tecnología dura "toda la vida"


No estamos hablando de sus coches (que ojalá...), sino en concreto de la llave. Ford asegura que su nueva llave de arranque está diseñada para que sea usada hasta por los conductores más descuidados y maltratadores, y que funciona incluso expuesta a calor extremo, inmersa en agua o cubierta de polvo y barro. Así, en Ford son capaces de afirmar que han logrado que ese elemento dure "toda la vida".

Leyendo la nota de prensa -la tienes al final- me ha hecho gracia, porque resulta que la llave de los antiguos coches de los años cincuenta, sesenta y setenta, "de duro metal", también duraba toda la vida. Y encima no necesitaba pilas. En fin, a dónde vamos a llegar.

Don Algodón vuelve a ser española


Si existe una firma de moda y ropa española por antonomasia ésta es Don Algodón. En los ochenta incluso llegó a ser objeto de lanzamientos especiales, con colaboraciones que incluían hasta coches (el Opel Corsa Don Algodon). Pero como le ocurrió a otras firmas del sector, poco a poco fue cayendo en crisis y en el año 2005 la adquirió la multinacional norteamericana BCBG Maz Azria.

Ahora, el grupo español Secretos Textil ha anunciado su adquisición, con lo que la firma del empresario Pepe Barroso regresa a manos ibéricas. La intención de Secretos Textil es volver a posicionarla como referente de moda en el mercado, y para ello tienen un sabroso y apetitoso plan de futuro que esperemos les dé buenos resultados, ya que piensan convertirla en lo que son hoy firmas como Adidas, Nike o Puma, es decir: no solamente vender ropa, sino relojes, complementos, calzado...

¿Por qué se astillan tanto los cristales de los coches?


En torno al mundo del automóvil se mueve y mantiene un mercado gigantesco de toda una galaxia de recambios, adornos, opciones, elementos de mantenimiento... Uno que suele llamarme mucho la atención es el mercado de reparación y cambio de lunas, un negocio floreciente que incluso ha llevado a que algunas compañías se hagan de oro con él, llegando hasta el extremo de poder patrocinar multimillonarios eventos, como la Fórmula 1.

Por supuesto, no hablemos ya de las aseguradoras, que con primas y seguros en que incluyan cristales aprovechan para llevarse un buen pedazo del pastel.

Vivir en un vagón de mercancías


Uno de mis sueños -irrealizable, ya lo sé- sería poder vivir en un vagón de tren, tener allí un camastro, un escritorio, una lámpara, una silla y poco más. Y una bici en un rincón, claro. Poder ir de estación en estación, ver el trasiego de las gentes, sus idas y venidas, y los distintos paisajes, túneles, apeaderos y vías entre el incesante traqueteo del tren.

En cierta manera me parece bastante romántica la forma que tenían de viajar algunos de los más pobres en el Lejano Oeste, saltando sobre los trenes con locomotoras a vapor en movimiento y tumbándose entre el heno de uno de los vagones de mercancías. Por supuesto estamos hablando de hace mucho tiempo, mejor no intentar hacer eso hoy porque te puedes complicar la vida de mala manera.