Seguramente que al pronunciar "Carioca", enseguida nos vienen recuerdos de nuestra infancia. Y es que, en efecto, esa marca era enormemente popular entre los escolares de los años setenta y ochenta. Yo recuerdo especialmente sus rotuladores, y aunque en manos de un niño ese tipo de artículos no es que durasen mucho, sí tenían unos colores bastante espectaculares.
Por desgracia, con esta marca ocurre hoy como con tantas otras en donde se puede decir que "cualquier tiempo pasado fue mejor". Hoy vemos a Carioca vendiéndose entre los montones de otras marcas asiáticas en tiendas de los chinos y rastrillos, un poco ajena a su propia historia e intentando sobrevivir como buenamente pueden.