En mis años trabajando para medios del motor, en algunas ocasiones se referían a mí como periodista, algo que no es que llegase a molestarme, pero que en gran medida me "chirriaba". No soy periodista, no estudié periodismo, ni tampoco se puede decir que perdiera mucho el sueño por serlo. La profesión de periodista tiene todos mis respetos, pero no es algo que envidie ni me agrade.
Yo siempre prefería definirme con un término muy habitual en el mundo anglosajón y que, por desgracia, en el entorno latino apenas se usa correctamente: el de reportero (reporter).