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¿Ya no se hacen gafas como antes?


Siempre que hablo de gafas graduadas me acuerdo de una anciana que conocí. Esta señora estaba harta de cambiar de gafas, y cada dos por tres estaba en la óptica para que se las repararan, o le volvieran a colocar el cristal de las lentes que se le caía. Y no es que fuera descuidada con ellas, ni mucho menos, todo lo contrario: como la mayoría de personas mayores, era muy cuidadosa con sus gafas, porque precisamente eran caras (y aparte de la graduación, tenía lentes fotocromáticas y bifocales, lo cual encarecía más su precio).

Acabé por colocarle unos tornillos que aseguré con pegamento, con el inconveniente que la señora tenía que guardarlas sin poderle plegar las patillas. Aún así, cada dos por tres volvía a mí para que le apretara unos tornillos que no tenían más apriete posible. Se las remendaba para que le durasen un par de semanas más, que era todo cuanto yo podía hacerle.

Prueba: gafas Ernest de titanio


Sobre las gafas de Ernest ya hemos tenido ocasión de hablar aquí, y ha sido tan buena la experiencia, que hemos decidido repetir pero, en esta ocasión, dando un paso más para mostraros y hablar de su colección de modelos de titanio. En concreto, el modelo MST-9217 de su colección Sábato.

Lo cierto es que estas gafas son toda una sorpresa. Lo explicamos: al verlas, da la sensación de que son unas típicas gafas de metal "convencional" (de hecho el recubrimiento elegido por Ernest para el titanio es bastante convencional, en lugar de ese típico recubrimiento grisáceo o sepia del titanio, este modelo tiene un recubrimiento dorado) y se espera unas gafas con un peso significativo. Lo asombroso viene cuando las cogemos en las manos, y descubrimos que apenas pesan. Con sus poco más de 13 gramos, uno no pensaría que son unas gafas de metal, pero así es.

Prueba: gafas de protección Bollé


Entre las marcas especializadas en gafas o lentes, una de las más competitivas tanto en precio como en calidad es Bollé. Este fabricante no solo hace gafas y máscaras deportivas, para especialidades como el esquí, el ciclismo o el motocross, sino que además de tener modelos de diferentes estilos de gafas de sol, y monturas para cristales graduados, nos ofrece una completa y excepcional línea de gafas de seguridad, para el trabajo. Todas ellas aúnan confort, comodidad, estética excepcional y un grado de protección incomparable.

La mayoría de gafas de trabajo que se suelen ver son ostentosas, antiestéticas e incluso grotescas. El saber hacer de Bollé nos demuestra con su línea de gafas de seguridad que la efectividad no está reñida con el buen gusto, ni la belleza con la eficiencia ni la ligereza.

Comparativa: gafas de seguridad Bollé vs Pegaso


Dado que tengo la oportunidad de disponer de las gafas de seguridad de dos fabricantes de renombre, la francesa Bollé y la española Pegaso (OPTOR S.A.U), no he querido dejar pasar la oportunidad de hacerles una comparativa con sus mayores virtudes y defectos.

La diferencia de precio entre las dos es notable, ya que las Pegaso cuestan el doble, y se nota, pero a cambio tenemos unas gafas mucho mejor construidas y de mas calidad. No estamos hablando, en cualquier caso, de mucho dinero, puesto que mientras las Bollé Spider nos salen por unos 8 €, las Pegaso F1 nos salen en torno a los 20 €.

Prueba: gafas de sol Northwave Blaze


Entre el segmento de las gafas lowcost que podemos encontrar en cualquier supermercado, y de los modelos de gama alta de marcas como Silhouette o Adidas, es difícil encontrar un término medio que ofrezca una mínima calidad, con un buen precio. Quizá entre esas pocas marcas se encuentre la italiana de Northwave que hoy os traemos a Duraderos.com.

Todos los modelos de Northwave son enormemente competitivos en cuanto a precio se refiere, entre los cuales encontramos incluso gafas fotocromáticas como las Evolution, o más de estilo, vestir y moda, como las California. Como marca deportiva que es, la mayoría de gafas de esta tienen un carácter también marcadamente deportivo.

¿Cual es el mejor servicio online de gafas graduadas?



Seguramente si llevas usando gafas desde hace muchos años, habrás sufrido todo tipo de avatares en el complicado y abusivo mundo de las ópticas. Desde sus precios escandalosos (incluso tratándose de gafas de la misma óptica) hasta las diferentes calidades, mediciones, graduaciones... Algunas de ellas equivocadas.

Con el auge de las ópticas online, a muchos seguramente os ha entrado la tentación de encargar vuestras gafas por internet, ahorrándoos molestias y, a la vez, logrando precios más competitivos. Inicialmente había un numeroso grupo de ópticas que ofrecían ese tipo de servicio, pudiéndoles encargar las gafas graduadas desde su página web. Viendo cómo amenazaba su modelo de negocio, el lobby de las ópticas en España, con las principales firmas de ese sector a la cabeza, les denunció aduciendo que la graduación solo podía permitirse por especialistas, obligándoles a la mayoría a cerrar. Claro que obviaron añadir que la graduación es un acto médico (y no óptico) y solo debería realizarse por oftalmólogos, no por ópticos en sus tiendas. Pero como eso no les interesa, no lo mencionaron.

Gafas fotosensibles Runner by Ernest


Lejos de los grandes grupos y firmas "chapuceras" de gafas (muy caras, eso sí, pero que dejan mucho que desear), y como una opción más que digna, se mueve la gente de Ernest. La firma, española, fue fundada en Barcelona en el año 1985 por Ernest González Fuster, que estuvo al frente hasta el año 2012 y que, a día de hoy, mantiene el cariz, la filosofía y el buen hacer de su fundador. Esto se resume en algo muy poco habitual en el mundo de la óptica de hoy, dominado - por desgracia - por grandes multinacionales: diseño, servicio y buen precio son desde siempre las señas de identidad de Ernest. Esto yo lo traduciría por estética cuidada, buenos materiales, y un precio muy competitivo.

En Ernest tienen, además, unos diseños espectaculares, junto con una gran variedad: gafas de sol graduables, envolventes y deportivas, futuristas, o las más clásicas de tipo aviador. Además, como hemos dicho, tienen además opciones de modelos graduables, además de muchos modelos de gafas de ver más convencionales.

Gafas de sol Adidas, la mejor compra


Cuando adquirí mis anteriores gafas de sol en el Corte Inglés y a los dos años empezaron a caérsele la goma de sus varillas como si fuera mantequilla, decidí invertir algo más y buscar unas gafas de una marca que me resistieran, durasen y que, además, merecieran la pena. O sea: calidad 100% y durabilidad a prueba de bombas.

Mi único requisito (además de ser duraderas) es que tuvieran unos cristales con un tinte muy sutil, porque si de verano se ocultaba el sol quería poder seguir usándolas por cuestiones de protección UV. Además, que fueran espejadas, porque me encantan las gafas de ese estilo, y envolventes para protegerme del viento en caso de que quisiera usarlas en bici o haciendo algún deporte.

Como veis, los requisitos eran numerosos y el mercado es enormemente variopinto, así que la búsqueda a priori es bastante complicada.

Project Lobster y similares pueden tener los días contados


Como seguramente muchos sabréis, Lord Wilmore ha echado definitivamente el cierre. Tras haber sido pioneros en la venta de gafas graduadas online, y con la constante presión del lobby (léase las ópticas) para que cerrara sus puertas, al final han tenido que ceder. Parece ser que las ópticas no han visto con buenos ojos la competencia de estas páginas que ofrecen gafas graduadas a unos precios competitivos, y con la excusa de defender lo indefendible (que es una cuestión de salud y que las gafas solo deben comprarse en ópticas, cuando en realidad son los ópticos los que peor suelen atender y sus precios abusivos están super-mega-inflados, como ya os contamos sobradamente por estas mismas páginas - y en varias ocasiones, aquí y aquí, sin ir más lejos -), presionan para que quienes ofrecen sus gafas a través de Internet, no puedan venderlas.

Lord Wilmore ha sido la primera en caer, pero seguramente Project Lobster será la siguiente. De hecho, con Lobster nos pusimos en contacto hace algunas semanas, precisamente, aunque no obtuvimos respuesta alguna, lo cual es bastante significativo de que las cosas no les suelen ir muy bien. Nos preguntamos qué sentido tiene cerrar páginas en España, si al final el cliente que quiera va a adquirir esas mismas gafas graduadas online, pero fuera de nuestras fronteras. Lo único que hacen los ópticos es intentar quitarse competencia, para que puedan seguir teniendo el monopolio de un mercado que por obligación, y por prescripción médica, muchos tenemos que costearles. Así, se entiende que marcas como Ernest no hayan querido comercializar sus productos online, porque en España una marca de gafas lo tiene muy difícil: o pasa por el aro de las ópticas y les vende a ellos, o se los cargan. Así de simple.

Prueba: gafas de sol Ironman Triathlon


En infinidad de modelos y de acabados, con cristales ahumados y en acabado de espejo a diversas tonalidades, fabricadas por FGX International y distribuidas en Europa por los italianos de Polinelli, la marca Ironman nos ofrece una amplia variedad de gafas de sol. En estos tiempos que corren, en donde las gafas de sol se han convertido en un complemento casi imprescindible para ayudarnos a protegernos no solo de los rayos solares sino, además, de la COVID-19 (recordemos que el SARS-CoV-2 no solo penetra en el organismo por las vías nasales y bucales sino, también, por los ojos), es necesario que sean cómodas, ligeras, y con buenos materiales y acabados. Las gafas de Ironman son, además, enormemente competitivas en cuanto a precio.

Estos modelos que os mostramos son los Triathlon, fabricadas en TR90, con filtro UV de categoría 3 y de tipo deportivo, es decir, muy envolventes gracias a su curvatura, lo que aumenta y mejora la protección ocular también ante las inclemencias meteorológicas, como puede ser viento y polvo.

Los fabricantes que se esconden tras las marcas más famosas de gafas de sol


Ya que estamos en una época del año apta para ello, vamos a dedicar un nuevo post al mundo de las gafas, específicamente las de sol. En el mercado encontramos una gran variedad de marcas deportivas, que aglutinan a un variado elenco de productos. Entre ellas, las más populares son Pumas o Adidas, pero también existen Reebok, Nike, Lotto...

Estas firmas, o la mayoría de ellas, hace tiempo que dejaron de ser fabricantes. Tan solo se dedican a licenciar productos y luego venderlos en sus propias tiendas, o a distribuidores, bajo su marca. De esta manera, la ropa, complementos y zapatería que suelen comercializar se las fabrican muy distintas firmas en origen que, dependiendo de la marca, suele tener más o menos calidad o dar más o menos confianza.

El bulo de las gafas con filtro de luz azul


Cuando fui a adquirir mis últimas gafas, pedí junto con el filtro UV (no sé por qué tienes que pedirlo, se supone que todas deberían llevarlo de fábrica) el de luz azul. Es un filtro que se ha puesto muy de moda en las ópticas, tanto para gafas de sol como para gafas de ver, o sea, las "normales". La cuestión es que ese filtro, (que aunque tergiversa mínimamente los colores, es recomendado por todos los ópticos "del planeta"), tiene un coste bastante elevado. Tanto que decidí prescindir de él y no ponérselo.

Los cristales que llevan filtro de luz azul se reconocen a simple vista de una manera bastante sencilla: basta inclinarlos un poco hasta que emitan reflejo, y entre esos reflejos suele encontrarse uno característico azul intenso. Ese es el filtro.

Mi desventura con MultiÓpticas


MultiOpticas (hoy MO, como ellos la llaman), siempre fue una marca querida para mí. Ya desde pequeño, era la preferida en mi familia, antes que otras competidoras como Navarro Optico (también hoy venida a menos) o similares. Hace unos años decidí adquirir allí unas gafas, con un experiencia bastante desastrosa: el muestrario era minúsculo - solo pude probar dos o tres modelos, no tenían más -, y aunque la señora se esforzaba (una atendía y tres mirando, como si fuera un circo, ya suponéis) la experiencia no fue nada grata.

En teoría elegí unas gafas robustas, tanto es así que la chica para demostrarme lo robustas que eran las abre, las retuerce (literalmente) y las dobla. Porque, según ella, la pasta "lo aguanta todo".

Cómo cambiarle nosotros mismos los cristales a unas gafas


Hay sitios por internet que hablan sobre cambiar o sustituir los cristales a las gafas, pero suelen necesitar un calentamiento previo del material (para que la gafa se dé "un poco de sí") y cosas parecidas. Así que hemos decidido en Duraderos ofreceros una serie de pasos por si, llegado el momento, necesitáis realizar un cambio de cristales en vuestras gafas.

He hecho varios cambios de cristales, tanto de gafas deportivas como de ver, y en todos he utilizado este método sin ningún problema, y - hasta ahora - no se me rompió ningún cristal.

Las técnicas más disparatadas para combatir la COVID-19



La pandemia de coronavirus ha traido de cabeza a gobiernos, científicos, fuerzas de seguridad y, sobre todo, personal sanitario. Pero también ha despertado y propiciado unas cuantas ideas, a cual más descabellada y disparatada o, cuanto menos, curiosa. Aquí os vamos a contar algunas de ellas que, por supuesto, de momento ni se les ve ni se les espera su puesta en marcha "real", fuera del anuncio a bombo y platillo que sus fantasiosos impulsores hicieron en su día.

- Gafas para ver virus. Los virus no fueron descubiertos hasta finales del siglo XIX, concretamente en fechas tan recientes como 1892. Fue la aparición de tecnologías como el microscopio electrónico lo que les ofreció a los científicos una mejor comprensión de estos esquivos "contendientes". Pero a pesar de ello, en pleno apogeo de la ola de coronavirus, los TEDAX de la Policía Nacional de Sevilla dieron con una idea revolucionaria y casi de ciencia-ficción: crear unas gafas para ver el virus. Toma ya. Casi nada. Sobre el papel era una idea genial, vas por la calle, ves a alguien, y si llevas las gafas lo ves con el coronavirus y ni te acercas. Por increíble que parezca la Administración Central a través del Ministerio de Ciencia les dio medio millón de euros para su desarrollo. Estamos terminando el año y todavía seguimos a la espera de esas gafas "a lo Star Wars".

Nuevo modelo de las gafas anti-mareos de Citroen


De las gafas contra los mareos de Citroen ya hemos hablado aquí, y ha sido tal su éxito (no es para menos: unas gafas que evitan los mareos sin necesidad de tomar medicación alguna, gracias a que recrean la línea del horizonte por medio de un líquido de color para solucionar el conflicto sensorial que origina el problema de los mareos) que ahora han decidido poner a la venta un nuevo modelo. Denominado S19 (Seetroen S19, en concreto), estará a la venta al mismo precio que las anteriores, esto es, 99 €.

Como novedad, han incluido una montura transparente (las anteriores eran en blanco), en donde puede verse el líquido azul que hace que parezca el horizonte, y así el cerebro no se "confunda" y evita, por tanto, que se produzcan mareos. Ciertamente que estas gafas no ganarían un primer premio al diseño, pero eso es lo de menos, lo que importa es su efectividad.

Los apreciados salvaorejas



La obligatoriedad en algunos países (en otros la alta recomendación), y siempre el aconsejable uso de recurrir a las mascarillas en esta situación de pandemia global, ha hecho que, junto con esas mascarillas, cobren un importante protagonismo uno de sus complementos: el salvaorejas, protector de orejas, o "ajustadores de mascarillas".

Inicialmente era un accesorio para el entorno médico, con el fin que el personal, que se veía obligado a usar mascarilla durante largos turnos de muchas horas (a veces doblando turnos de más de doce horas), no acabase con llagas en la zona interna de las orejas, debido al roce y presión constante de las mascarillas. El salvaorejas es una pieza que libera esa tensión, reduciendo (o eliminando incluso) la necesidad de que la mascarilla se asiente sobre la oreja.

Así es la penosa durabilidad de las gafas Smith


Poco comparable a su elevado precio, las gafas Smith Outlier no están a la altura en cuanto a calidad. Smith presume en su modelo Outlier de contar con una montura de última generación y con tecnología de vanguardia, realizada con una mezcla de compuestos de resina que ellos llaman "evolve", y que tiene las particularidades de ser ligera, ecológica y duradera. Poco hay que objetar en ese sentido, y ciertamente parece una resina duradera que no envejece rápidamente.

Pero el problema no es ese. En las Outlier han mezclado la resina con goma convencional, y he ahí el gran error. En Duraderos no hemos probado ni una sola gafa de este tipo que incorporase goma, que no acabase más pronto que tarde deshecha en nuestras manos.

Por qué el personal de líneas aéreas no lleva G-Shock ni Baby-G


Estaba leyendo el manual de uniforme de algunas líneas aéreas y la verdad es que son muy estrictos. Por ejemplo, los pantalones tienen que estar a 25 mm. del suelo (nunca pueden tocar el suelo), y todos y cada uno de sus elementos están pensados hasta el mínimo detalle. Así, los abrigos pueden llevarse abrochados completamente o desabrochados, pero si van a abrochados, el cinturón siempre tiene que ir también abrochado, y nunca colgando o formando un nudo. Por eso entre el personal que viste abrigos, nunca veréis cinturones "colgando". En el caso de las mujeres son más estrictos: de ir desabrochado, aunque el abrigo también lo esté, el cinturón tiene que estar entonces abrochado o atado a la espalda. Otro detalle es que nunca deben llevarse los abrigos sobre el hombro. Toda esa ropa de abrigo (incluyendo bufandas) no deben llevarse junto a maquinaria, aunque haga frío (por razones de seguridad).

A veces las normas incluyen también el tiempo en que una prenda debe llevarse. Por ejemplo, los chalecos deben estar totalmente abotonados desde el despegue hasta la preparación para el aterrizaje.

Lo difícil que es ser duradero


Me considero una persona que cuida bastante de las cosas. Eso quiere decir que busca los objetos bien construidos y de calidad. No tienen por qué ser de marca ni caros, aunque últimamente, por desgracia, hay pocas alternativas de este tipo fuera de los artículos elitistas. Hay objetos baratos, pero muy malos, y hay objetos con calidad, pero muy caros. Se ha perdido en gran medida el término medio: objetos bien hechos, y competitivos en precio. Lo que conocemos como "prime".

No es que me guste estar apegado a los objetos, me gusta cambiar y experimentar cosas nuevas, como todos, pero si encuentro algo que pueda usar y que a la vez me pueda servir durante largos años, lo aprecio.