Cómo cambiarle nosotros mismos los cristales a unas gafas


Hay sitios por internet que hablan sobre cambiar o sustituir los cristales a las gafas, pero suelen necesitar un calentamiento previo del material (para que la gafa se dé "un poco de sí") y cosas parecidas. Así que hemos decidido en Duraderos ofreceros una serie de pasos por si, llegado el momento, necesitáis realizar un cambio de cristales en vuestras gafas.

He hecho varios cambios de cristales, tanto de gafas deportivas como de ver, y en todos he utilizado este método sin ningún problema, y - hasta ahora - no se me rompió ningún cristal.




No obstante he de aclarar varias cosas antes de entrar en materia. La primera de ellas tiene que ver con la montura. Y es que este sistema funciona solo con monturas de resina, no lo intentéis con monturas de metal, ya que no suelen "estirarse". Las monturas de metal - algunas - llevan unos minúsculos tornillos de montaje - a veces en la misma bisagra, otras actúan de elemento de pliegue también de las patillas -, y si intentáis retirar los cristales sin aflojarlos, seguramente los rompáis.

La otra cuestión que hemos de aclarar es que este procedimiento funciona con cristales de policarbonato, que toleran una cierta flexión. El cristal mineral puede ser más complicado de retirar (sobre todo en monturas gruesas).

Otra cuestión a tener en cuenta es que los cristales, obviamente, cortan. Si no tienes cuidado puedes llevarte un dedo en la operación, sobre todo si es un cristal fino, mineral, o te rompe. En este caso, además, también te lo puedes clavar. O sea: es una práctica no exenta de riesgos y con la que debemos extremar las precauciones, y siempre trabajar sobre los bordes de la gafa, nunca sobre los del cristal.

Hechas estas importantes aclaraciones, entremos en harina.


Lo primero que hay que entender es cómo están anclados los cristales en unas gafas. En la parte interna del marco, la gafa lleva una ranura, una especie de canal, que sujeta el cristal, es en donde va acoplado, y lo mantiene en su sitio. Por otro lado, conviene tener en cuenta que el cristal se introduce por la parte de afuera, es decir, la exterior. Nunca intentéis retirarlo o meterlo por la parte interna (o sea: la que da hacia la cara cuando nos la ponemos).

Pasemos ahora al procedimiento. Puede resultar un poco engorroso, pero cuando vayas cogiendo práctica, y con destreza, podrás cambiar en un minuto el cristal de cualquier gafa, sobre todo de las deportivas o de sol.


Lo primero que tenemos que buscar es el punto más débil de la montura, aquel donde más tenga facilidad de estiramiento. Esto depende del fabricante y del diseño de la gafa, pero en casi todas las gafas suele ser la línea inferior del frontal. Tiraremos de ella hacia abajo, y notaremos enseguida cómo "da de si" y podemos tocar con el dedo el borde del cristal. Liberarlo del cuadro o frame no es muy complicado, lo difícil es cómo hacerlo en los sitios donde la unión es más fuerte: las esquinas. Para ello, tras liberar la parte inferior, empujando hacia afuera el cristal y hacia adentro el marco con nuestros dedos, iremos sacando el cristal hacia la esquina, la mejor suele ser la esquina exterior del lado inferior, es decir, la que está por debajo de la bisagra.

Tras liberar esa zona, ya casi el cristal sale por completo pero, si no lo hace, liberaremos la otra esquina inferior, o sea, la que está más cercana al puente, o la superior exterior, junto a las bisagras.


Montaje.
Para proceder al montaje se debe hacer justo lo contrario que hicimos al desmontar el cristal, o sea: pondremos primero las zonas más difíciles, dejando para el final las más flexibles. Las zonas más duras suelen ser la parte superior del frontal, y sus esquinas, especialmente la superior que da al puente, ya que éste actúa de refuerzo estructural. Así que meteremos esa esquina primero, luego introduciremos el cristal por la ranura superior, a continuación por la esquina superior o la esquina inferior más cercana al puente y, finalmente, por la esquina inferior más externa y luego, fijaremos el cristal por el borde inferior del frontal.

Como veis no es un proceso complicado, pero exige varios pasos, cuidado, y una cierta destreza. Si veis, en todo caso, que el cristal no sale "suavemente", no lo forcéis. Normalmente el cristal se tiene que extraer de una forma natural, sin "chasquidos".

Para montarlo, oiremos en ocasiones el característico "click" cuando insertamos la parte final del cristal, lo que significará que hemos terminado con el proceso y el cristal se encuentra introducido adecuadamente en su alojamiento.


| Redacción: Duraderos.cc / Duraderos.blogspot.com

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