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Tipos de calibres y clasificación



Un calibre es, a grandes rasgos, "un patrón de comparación de medidas", o sea: son instrumentos de medida con gran precisión con los que podemos llegar a medir décimas, y hasta centésimas de milímetro.

Se pueden clasificar de diferentes formas: de trabajo, ajustables, de verificación y calibres patrón.

El calibre Vernier o "pie de rey"



El vocablo Vernier se aplica a varios instrumentos de precisión, y se debe al apellido de su descubridor, Pierre Vernier, matemático francés del siglo XVI (nacido en Ornas, en el condado de Bourgogne, Francia, en 1580, y muerto en 1637), el cual es conocido por el invento que lleva su nombre, calibre Vernier o Pie de Rey -como se le conoce popularmente-. Vernier describió este instrumento en su libro "Construcción, uso y propiedades del nuevo cuadrante de matemáticas", fechado pocos años antes de su muerte, en 1631.

Vernier se dio cuenta de que visualmente el ojo no puede discernir la distancia exacta entre dos divisiones dadas, pero sin embargo sí puede apreciar mejor esa distancia cuando las divisiones se superponen o coinciden, conformando entre ellas una línea recta. Este principio usó para desarrollar "el principio Vernier", que se usa en micrómetros, calibres, goniómetros y otros instrumentos de medida.

Ni siquiera Rolex fabrica sus Rolex


Por raro que parezca, hubo un tiempo en que los relojes de Rolex se los fabricaban otros. Una de esas marcas que realizaba los calibres para grandes manufacturas de lujo era la firma Cortébert, que no solo producía los calibres para Rolex, sino que algunos de sus movimientos fueron también a parar a IWC.

En los años 40 la fama de esta firma era tan prestigiosa que realizó una gama especial para el ferrocarril, de hecho fueron ellos los que asistieron e impulsaron la relojería rusa durante los años 20, y el conocido como Molnija ruso fue en realidad el reloj de bolsillo Cortébert 616.

Los fraudes más comunes en la relojería mecánica



Ayer Guti me hablaba de un reloj que, a priori, era una auténtica delicia: calibre con movimiento manual (de esos que, por desgracia, tan poco se ven hoy), hecho en Suiza, cristal de zafiro antirreflejos, diseño de gran visibilidad y armis de tipo Bonklip. Todo ello en un reloj que rememora a los del ejército británico de los años cuarenta. Su precio estaba a la altura de lo elitista del modelo: 700 € (690 €, en concreto, nada menos).

Sin embargo, resulta que su fabricante "no lo había contado todo", y había hecho algo que, por desgracia, es práctica tan habitual en la relojería mecánica, y es ocultar mucha información sobre su construcción. Así, no contaban en las especificaciones que la corona iba roscada, que es un incordio cuando a un reloj tienes que darle cuerda cada día. Más aún: la cuerda no tenía tope, así que no sabías cuándo lo tenías ya totalmente cargado (podías estar dándole cuerda todo el día, y el reloj seguiría tal cual..., supongo que a su fabricante le daría igual). Y encima, la corona tenía una posición "fantasma", y no, no es que les haya sobrado tija, es que sencillamente el calibre era con ventana fechadora, que le habían tapado artificialmente.

Es decir, que uno compra una cosa, espera una cosa, y se encuentra con un batiburrillo de despropósitos totalmente diferente y un poco (o bastante) desagradable.

A Frederique Constant le van muy bien las cosas (amplía su fábrica en Ginebra)


Con el objetivo de pasar de las 160.000 unidades actuales, a las 250.000 en los próximos cinco años, la firma relojera helvética Frederique Constant ha inaugurado una nueva factoría en los alrededores de Ginebra (concretamente en Plan-les-Ouates) que es, además, donde suelen también establecerse muchas otras firmas de relojería de gama alta.

Por el nombre podría considerarse que Frederique Constant lleva mucho tiempo en el mercado, pero ni mucho menos. En realidad - atendiendo a la amplia historia que suelen tener otras firmas relojeras - solo llevan haciendo relojes desde 2004, habiendo realizado hasta la fecha 29 calibres.

Diferencias entre remontador, oscilador de silicio, y tourbillon


La precisión más exacta posible siempre fue uno de los objetivos más buscados dentro de la relojería mecánica, algo que empezó a cobrar cada vez mas importancia a medida que la sociedad se fue industrializando.

Un reloj preciso era vital en la navegación marítima y, con la llegada del ferrocarril, se volvió un bien muy preciado para manejar los horarios. A ello debemos la estandarización de las horas en los Estados Unidos (el ferrocarril necesitaba un horario común para sus trenes, que difería del local puesto que cada región tenía su propio horario), y tras varios desastres marítimos, el gobierno inglés decidió ofrecer una recompensa a quien pudiera ser capaz de diseñar y construir un reloj muy preciso.

¿Llevan rubíes los relojes a pilas?


Más de una vez os habréis fijado (sobre todo en los modelos antiguos) cómo algunos relojes analógicos de cuarzo llevan marcado en su módulo la leyenda: "no jewels" ("sin rubíes"), mientras que, históricamente, los buenos relojes mecánicos se clasificaban incluso por el uso de estas piedras preciosas (cuanto más rubíes tuviese un calibre, era -casi siempre- sinónimo de un mejor calibre y mayor duración de éste). Se explicaba que los relojes de cuarzo no llevasen rubíes en que no los necesitaban, al ser su movimiento electrónico.

Pero esto no es del todo cierto. El otro día veía el bonito módulo del Junghans Meister Mega, que es un reloj de cuarzo, con un llamativo rubí que destacaba entre tanta circuitería. Entonces, ¿por qué los buenos relojes de cuarzo sí llevan rubíes? ¿Por estética? ¿Para encarecer el producto? Obviamente no.

¿Llevan rubíes los relojes a pilas?


Más de una vez os habréis fijado (sobre todo en los modelos antiguos) cómo algunos relojes analógicos de cuarzo llevan marcado en su módulo la leyenda: "no jewels" ("sin rubíes"), mientras que, históricamente, los buenos relojes mecánicos se clasificaban incluso por el uso de estas piedras preciosas (cuanto más rubíes tuviese un calibre, era -casi siempre- sinónimo de un mejor calibre y mayor duración de éste). Se explicaba que los relojes de cuarzo no llevasen rubíes en que no los necesitaban, al ser su movimiento electrónico.

Pero esto no es del todo cierto. El otro día veía el bonito módulo del Junghans Meister Mega, que es un reloj de cuarzo, con un llamativo rubí que destacaba entre tanta circuitería. Entonces, ¿por qué los buenos relojes de cuarzo sí llevan rubíes? ¿Por estética? ¿Para encarecer el producto? Obviamente no.

El sonido de un reloj


Por las mañanas cuando voy a la Iglesia se suele sentar delante de mí un anciano, de pelo cano y que sigue la Santa Misa en silencio. Al principio notaba que, cuando él se arrodillaba al llegar, emergía un sonido muy característico e inconfundible, proveniente de su muñeca: el tic-tac de un reloj de cuerda. Debe ser por nuestra posición, que dirige el sonido directamente a mis oídos, porque cuando se sienta el anciano ya no se escucha. Nunca solía agradarme el sonido de la maquinaria de esos relojes, pero admito que en esos momentos me resulta sumamente agradable, como si escucharas una voz familiar. Aún así, prefiero ese constante "tic-tac" que el "tuk...., tuk...," anodino e imprevisible de las agujas de los analógicos de cuarzo. Al ser casi constante, el tic-tac es más "digerible".

Ya apenas se escucha hoy ese mecánico sonido, es uno más de los que están desapareciendo, y ha sido sustituido por el estridente y soporífero sonido de las tonos de llamadas de los smartphones que nos sobresaltan por todas partes.

Sesenta robots sustituyen a más de seiscientos empleados


El gobierno chino tiene un plan para acabar con la mano de obra esclava, cosa que esperan hacer de aquí a 2025. Y no es perseguir a las industrias con más penas y multas, o un mayor control sobre las mismas, no. La solución pasa por incorporar más robots que sustituyan a los trabajadores.

Y es que, como desde múltiples medios de comunicación se viene diciendo, la revolución de la robótica es algo imparable y, si esto sigue así, al escasear el trabajo tal vez se debería pensar en una renta (la llamada renta universal) para los que quieren pero no encuentran trabajo. De hecho, para todo el mundo, ya que el trabajo lo harían los robots.

Por qué Casio no fabrica digitales con caja de acero


Hace un tiempo alguien ponía en un foro generalista una pregunta que suele repetirse de tanto en tanto. Un usuario inquiría: "¿podéis decirme un Casio digital que sea de acero?". De inmediato, le empezaron a llover respuestas: "A168", "A164", "A158"... Ante tales respuestas me vi en la necesidad de intervenir, y le puse:

"No te molestes en buscar: no existen".

Pero, ¿por que no existen? ¿Nunca os lo habéis planteado?

Omega vuelve a fabricar su mítico 321


Más de medio siglo después de su desaparición (lo hizo en los años 1940), Omega ha decidido volver de nuevo a fabricar uno de sus calibres más apreciados por los aficionados y coleccionistas de la marca: el 321. Se trata de un calibre con cronógrafo, de remonte manual, con 17 rubíes, y es uno de los movimientos de arquitectura más intrincada de la marca del Grupo Swatch. Fue también el primer movimiento que llevó el Omega Speedmaster, allá por 1957, aunque dio vida antes a otros cronógrafos del mismo fabricante, normalmente formando parte de la colección Seamaster.

La historia de este calibre es muy variada -y rica-, ya que fue el primer modelo en ser testado por la NASA y que llevó consigo el astronauta Ed White durante su primer paseo espacial. Además, fue el primer reloj en la Luna (el Speedmaster ST 105.012), por lo que su vuelva al mercado es todo un acontecimiento.

Entrevista con Paul Davis, el protagonista de las novelas de "A Contrarreloj"



Paul Davis no necesita presentación. El famoso y polifacético investigador de relojes es de sobra conocido por sus exitosos casos recuperando valiosos guardatiempos, cuyas narraciones podemos seguir en las novelas de "A contrarreloj" escritas por J. G. Chamorro.

Tras insistirle a su secretaria para que nos reservara algo de tiempo para una entrevista, finalmente conseguimos que Paul Davis nos atendiera mientras esperaba la llegada del tren en el que vendría una de sus colaboradoras más cercanas, la señorita Anabel Faure Dumont.


Habla "la cara oculta" de G-Shock


Aunque la mayoría (debido a que es el seleccionado por Casio para hacerlo) conoce a Kikuo Ibe por ser el creador de los G-Shock, en el proyecto que materializaría al primer DW-5000 participaron más personas, y uno de los que normalmente son más olvidados (por elección personal o por elección de Casio, a saber) es Yuichi Masuda, que actualmente ocupa el puesto de jefe ejecutivo de Casio en Japón.

Tras G-Shock, Masuda fue responsable de la creación de otras marcas como Pro Trek, y de reforzar DataBank, siempre con la idea de que la tecnología debería servir para satisfacer las necesidades del consumidor.

Opinión y prueba del Casio F-91WM


Quién nos iba a decir a esas alturas del año pasado que íbamos a vivir una primavera. Una primavera en digitales. Y quien abrió la brecha el primero fue, cómo no, el modelo old-school por antonomasia, el legendario, querido e indiscutible F-91. Fue el reloj de muchos de nosotros durante -también- muchos años, y ahora encabeza esta segunda juventud que, inesperadamente, están viviendo en Casio los digitales.

Y es que tras estos nuevos F-91WM se sucedieron casi al momento siguiente los AE-3000, los asombrosos SGW-600, los nuevos Wave Ceptor WV-M60, y los modelos femeninos LA-11.

Nuevo Montblanc 1858 Cronógrafo Split Second Edición Limitada 18



En una reinterpretación del histórico reloj cronógrafo militar Minerva de 46 mm, de la década de 1930, y equipado con el calibre original 19-09CH, el nuevo Montblanc 1858 Cronógrafo Split Second Edición se presenta en una exclusivísima edición limitada a 18 ejemplares, todos con una caja de oro de 18 kilates producida con un innovador acabado denominado Lime Gold, que hace referencia a su color verde/amarillo pálido, y que es, además, la primera caja de este tipo en Montblanc. Este acabado se ha logrado con una aleación de oro de 18K (un 750%), la incorporación de plata (238%) y de hierro (12%). La firma de la famosa montaña ha querido, con ello, darle un aspecto "añejo" al reloj.

Otro detalle de refinamiento es el aspecto tridimensional de sus numerales, logrado por sus proporciones y elevaciones de día, y por su iluminación de noche. Para lograrlo, los números han sido tratados con Super-LumiNova a través de un proceso patentado que encapsula el material luminiscente en forma de bloque en los contornos. Eso no es todo, el cristal frontal ha sido sometido a un tratamiento de anti-magnetización en el interior del compuesto del zafiro, con la intención de ofrecer una mejor precisión de las manecillas y de los dos punteros de segundos del cronógrafo, impidiendo que campos magnéticos los alteren o "retengan" momentáneamente.