¿Tiene sentido en estos tiempos un reloj de cuarzo?


Mientras me ponía esta mañana el reloj mecánico, me preguntaba sobre la ventaja que suponen estos relojes frente a los habituales a pilas, y la falta de sentido, en parte al menos, que es a día de hoy usar relojes de cuarzo. Con la popularización de los smartphones, el que llevemos un reloj no se ha vuelto algo básico ni imprescindible, como antaño. A eso hay que añadir que las pilas, baterías o acumuladores que incorporan ensucian y dañan el planeta (en su fabricación y en su eliminación como material de deshecho), sin ninguna necesidad. Es decir, no es como antiguamente, que solo se podía usar un reloj y no había alternativa, pero ahora sí las hay.

Si a eso añadimos que la mayoría de relojes de cuarzo que se venden, en sus variante analógicas, tienen unas pilas de dos o tres años de duración, la falta de coherencia aumenta. Por un lado, el teléfono móvil ya lo recargamos a diario, y ya enviamos a la basura baterías suficientes con ellos, no es lógico aumentar ese tipo de elementos añadiendo pilas botón como consumibles.




Es cierto que la tecnología electrónica con células solares ayuda - al menos en parte - a aliviar esta situación, pero a fin de cuentas no deja de ser una batería química con costes medioambientales tanto en su producción, como en su fin de vida útil, tras agotarse sus ciclos de carga/descarga o volverse éstos ya poco útiles.

Para quien, sin embargo, desee usar reloj, no ya por necesidad - que como decíamos antes, la necesidad ya no es algo perentorio como en otros tiempos -, tiene opciones de modelos mecánicos, con tecnología de siglos pasados, es cierto, pero igualmente prácticos y mucho más limpios, al no poseer compuesto químico alguno en su construcción, ni en su mantenimiento y funcionamiento. Sin motores, sin contaminantes elementos de tierras raras, solo con engranajes y resortes, ese tipo de tecnología lleva sirviendo a la humanidad desde tiempos inmemoriales. Quizá la precisión sea su piedra de toque, pero si bien eso era algo que inclinaba la balanza hacia los relojes de cuarzo, en la actualidad es menos problemático porque tenemos relojes de sobra con nosotros (en el teléfono móvil o en el ordenador portátil) para ajustarlos en cualquier momento.

La apuesta, pues, por los relojes mecánicos debería convencernos de que son una opción mucho más sostenible e inteligente, sin preocuparnos tanto en que sean más complejos y delicados de mantener.


| Redacción: Duraderos.cc / Duraderos.blogspot.com