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El Bic Cristal de toda la vida, convertido en bolígrafo de acero en los nuevos Bic Cristal ReNew



El Bic Cristal es un modelo tan famoso y archiconocido que Bic ha registrado hasta su nombre, es decir, la palabra "Cristal". Es un bolígrafo muy reconocible y que seguramente habrás usado al menos en algún momento de tu vida.

Tiene muchas ventajas: su diseño de cuerpo hexagonal (que han tratado de imitar un montón de marcas) hace que el bolígrafo, aunque lo dejes sobre cuadernos de apuntes o libros de cualquiera manera o posición, no se vaya rodando y se caiga al suelo. Su tinta es una de las más visibles e intensas, tanto en el azul como en los rojos, y tiene un trazo medio de un milímetro, también muy útil para la mayoría de escolares y usuarios. Esa tinta no es tan deslizante como las de gel, es cierto, pero a su favor nos ofrece un trazo que, al ser más lento, logra que podamos hacer sutiles "correcciones" sobre la marcha, cambios de curvatura o de formas de las letras, lo cual agradecerás si, como un servidor, escribes fatal.

Prueba de bolígrafos escolares de 1.0 mm



Por desgracia los japoneses de Uni, de los cuales sabéis que hemos hablado largo y tendido en esRevistas sobre su diverso material de escritura y dibujo, no poseen un bolígrafo "al uso" escolar. Nos referimos a esos bolígrafos que compiten en la dura batalla con los BIC "medium" o "M" de toda la vida, o sea, los de punta de 1.0 mm.

Pero como hay algunas novedades, hemos decidido traeros una muestra y analizarla un poco, porque ya sabéis que nos encanta este tipo de material de escritura. Y es que hasta ahora Paper Mate, otra de las marcas grandes del sector, competía con los BIC Cristal con sus InkJoy, que presumían de tener una tinta muy agradable y deslizante. Sin embargo, sufrían un gravísimo defecto: eran muy proclives a los derrames, de manera que si lo llevabas en el bolso de la camisa, la mochila o el estuche ("plumier"), corres muchos riesgos de que todo acabe hecho un desastre con la tinta de los InkJoy, sin olvidar que, en el momento de usarlo te puede ensuciar los dedos, la ropa, y obviamente el papel. Así que no debía ser, precisamente, un éxito de ventas.

Ediciones especiales de bolígrafos Bic


Además de los Bic cristal y los de punta fina que conocemos "de toda la vida" (y de los que ya hemos hablado en anteriores ocasiones), en Bic se han hecho muy populares en los últimos años las llamadas "ediciones especiales". Como objeto de escritura, los Bic han trascendido las fronteras de la mera utilidad hasta convertirse en objeto de moda, algo muy parecido a lo que le está ocurriendo a Casio con sus G-Shock.

Algunos de los modelos de edición especial más populares son los dorados y plateados, un bolígrafo que simula un exterior de metal pero que, obviamente, es solo una capa de pintura.

¿Son peores los bolígrafos BiC ahora que los de antes?



Como seguramente muchos de vosotros, yo también suelo utilizar habitualmente bolígrafos de BIC. Los uso para notas rápidas, para apuntes, e incluso suelo llevarlos a algunos exámenes para complementar a los de UNI. Sin embargo desde hace ya bastante tiempo he venido observando que suelen escribir mal, o directamente no escribir, mucho antes de llegar a agotárseles la tinta.

Recuerdo que, de niño, era habitual que el bolígrafo BIC agotase la tinta por completo. Es decir, la caña (el tubito interior donde va el depósito de tinta) se quedaba vacía, transparente o casi traslúcida. Pero de aquellos años hasta hoy ha llovido mucho.

Los tres productos que marcaron tu infancia


Seguramente si nos pusiéramos a realizar un listado entre la mayoría de nosotros, respecto a los artículos que solíamos usar en nuestra infancia, habría algunas cosas que se repetirían y, entre ellas, las que más se nombrarían serían estas tres: un F-91 de Casio, el bolígrafo de Bic, y las tiritas o apósitos de Hansaplast.

El bolígrafo de Bic es esencial, se trata de uno de esos artículos al que todos recurríamos o bien como nuestro bolígrafo habitual o, en el caso de que tuviésemos otro modelo favorito, como un Inoxcrom Rocky, para casos de apuro.

Bolígrafos BIC de colores


Hace no mucho publicamos un reportaje sobre materiales de escritura y os contaba un poco la historia de colores de bolígrafos que existían allá en los ochenta y noventa en los colegios (también por los setenta, aunque menos).

Precisamente durante aquellos años la novedad más significativa eran aquellos "raros" bolígrafos de BIC en color naranja, tan difíciles de encontrar, que decían eran "de punta fina" y que -también aseguraban muchos defensores- escribían fantásticamente bien. A mi hermana le encantaban, por cierto, pero cuando los probé me parecieron que escribían mal, casi que estaban defectuosos, como si les faltase tinta. Desde siempre me han gustado los boligrafos con bastante grosor de trazo.

Comparativa: sistemas de seguridad para niños en los encendedores BIC y Cricket


Una de las primeras cosas que hago cuando compro un encendedor es retirarle el "child resistant", es un elemento que odio y que me molesta enormemente cuando me pongo a usarlo. No estoy en contra de él, vaya esto por delante, me parece un necesario y valioso elemento de seguridad, pero entorpece enormemente el uso cómodo del encendedor y, por eso, los fabricantes podrían dar la opción, al menos, de retirarlo para según qué casos.

Por eso, creo que sería interesante hacer una comparativa con dos de los fabricantes que ofrecen este tipo de dispositivos en sus encendedores, que son la francesa BIC, y la sueca Cricket (la española Clipper ha rehusado participar).

Comparativa: encendedores largos o de cocina de Cricket y Prof


Continuamos con las reviews centradas en encendedores, y en esta caso, tras haberos traído aquí una larguísima lista de ellos, hemos creído conveniente valorar también otro campo en donde estos productos siguen teniendo bastante importancia, que son los encendedores "largos" o de cocina, o encendedores de velas (puesto que su uso principal es ese, aunque también se pueden utilizar para encender estufas, barbacoas...). Sea como fuere, e independientemente del uso a los que vayamos a destinar, son encendedores de los llamados "largos".

Antes de entrar en materia, mencionar que hubiésemos querido traer algún modelo de Bic, pero dado que ninguno de los que hemos encontrado daba la posibilidad de ser recargable (como casi todo en Bic, es "de usar y tirar"), no nos pareció conveniente no ya darles publicidad en estas reseñas, sino también desaconsejar su uso. Porque es indignante que, aún en los tiempos que corren, se sigan fabricando este tipo de productos que, una vez terminado su combustible, tengan que tirarse a la basura. Un desperdicio se mire por donde se mire. Así que mencionamos ese enorme defecto de los Bic (al menos de los Bic que hemos encontrado, ya que el fabricante tampoco ha querido dar más información al respecto, y como siempre decimos, si quieren ocultar la existencia de sus productos será porque no estarán orgullosos de los mismos), aconsejándoos encarecidamente que os inclinéis por otra marca ya que, por fortuna, existen aún bastante alternativas - y mucho mejores - en el mercado.

Ellos venden aquí, nosotros vendemos allá


En un mundo globalizado las reglas de juego y los consumidores objetivo cambian totalmente. En un entorno en el cual los mercados están abiertos y cualquiera puede competir ofreciendo los precios más bajos que sean posibles, cualidades antaño muy apreciadas como la durabilidad o la capacidad de que el producto sea reparable pierden importancia frente a lo fácil que es conseguir ese producto y reemplazarlo. Los productos -como la comida que lleva ese apelativo- se vuelven "basura" antes incluso del primer uso, a veces nada más sacarlos de la tienda.

Las marcas de toda la vida que ofrecían artículos de mucha calidad no pueden competir en ese entorno, pero en estos últimos años se está produciendo un hecho curioso: nuestras marcas "valiosas", son cada vez más apreciadas en los países de los cuales parten los productos que, en su día, les quitaron su sitio en el mercado.

Perforette, las perforadoras de hojas "de toda la vida"



Guardo con cariño mi primera Perforette. Es un tipo de máquina simple, sencilla, fácil de usar y práctica, que siempre me gustó. La tengo conmigo desde principios de los ochenta, y por su estado puede percibirse claramente todas las penurias por las que ha pasado. Pensé que estas cosas ya no se fabricaban, y por eso la conservaba conmigo con gran estima. Sin embargo, mientras estaba adquiriendo unos cuadernos me encontré con una moderna Perforette, me llamó tanto que no me pude resistir a adquirirla y, además, en los colores más parecidos -de los muchos en las que se pueden encontrar ahora- al modelo que yo tenía aunque, en este caso, la nueva Perforette es bastante más infantil en sus tonos, mientras que antaño ya veis que tenía unos tonos de color mucho mejor combinados.

Por supuesto no recuerdo cuánto me costó a mí la Perforette por aquellos años, aunque las nuevas no son precisamente baratas, ya que tienes que pagar por una casi 4 € (3,99 €), que son, para que nos hagamos una idea, nada menos que 664 pts. Y ni qué decir tiene que ni por asomo habría pagado a primeros de los años ochenta casi mil pesetas por un artilugio semejante.

Prueba: maquinilla de afeitar clásica de Wilkinson. Impresiones


Por increíble que parezca, y aunque soy un ferviente admirador y defensor de las maquinillas eléctricas (de las antiguas Philishave, en concreto), he decidido probar con el afeitado clásico. Las razones son varias, pero entre ellas se encuentra el deseo de espaciar los afeitados para estar durante bastante tiempo con un poco (muy poco) de barba, y hasta el momento no hay ningún cabezal rotatorio de Philips que admita el vello un poco largo y, como bien sabréis si lo habéis intentado, afeitarse con un poco de barba y maquinilla eléctrica es muy molesto (además de doloroso).

Es cierto que hay soluciones en el mercado para estos casos, como las maquinillas eléctricas tipo rastrillo o de corte con cuchillas al aire (como las Philips OneBlade), pero el principal inconveniente -y por lo que no me gustan- es que dejan "los pelillos" tirados por todas partes, llenando tu ropa (y tu cara) de ellos. No solo eso, sino que a veces los lanzan por todos los rincones y estás más tiempo intentando solucionar el desastre que has montado, que afeitándote.

Presentación de los bolígrafos ecológicos Tratto 1Uno Green Plastic



Tenía muchas ganas de probar los bolígrafos Tratto 1Uno, de la italiana Fila, y si además era su nueva variante ecológica Green Plastic, hecha -por si fuera poco- en Italia, muchísimo mejor. Y es que escuchamos mucho sobre plástico reciclable, biológico, ecológico... Pero en este caso la opción que han elegido en Tratto me parece todo un acierto, porque el plástico de estos bolígrafos se ha obtenido de otros plásticos que han sido reciclados. Es decir, con ellos se aprovechan otros residuos que, de otra forma, habrían acabado en los vertederos (o aún peor: en lugares que podrían dañar más los ecosistemas).

Los nuevos 1Uno Green Plastic de Tratto proceden de plástico que se ha reciclado, partiendo de deshechos industriales, así como de restos de residuos y deshechos que se ha recuperado sin someterlo a ningún otro tratamiento. Es decir, que el bolígrafo que estamos utilizando tiene plástico que no ha sido producido para ese bolígrafo, sino para otros usos, o dicho de otra manera: estamos reutilizando ese plástico.

El gran defecto de los bolígrafos InkJoy de Paper Mate


No sé qué tienen estos de Paper Mate, que desde casi siempre no hacen una a derechas. No acaban de terminar de hacer un producto "redondo", y eso ya desde aquellos bolígrafos con tinta "borrable" (los denominados Paper Mate Replay) tan populares en los ochenta (que en realidad no se borraba del todo, pero bueno). Hace poco me comentaban uno más de esos defectos, precisamente. Tiene que ver con sus bolígrafos InkJoy, la apuesta más decidida de la marca del doble corazón ante la supremacía de Bic. En Paper Mate presumen de ello argumentando que es una tinta que se desliza muy fácilmente, que lo hace con suavidad, y que es "revolucionaria". Y en parte es cierto. Pero claro, no hablan de sus aspectos negativos.

El principal inconveniente de la tinta de los InkJoy es su tendencia a crear "borrones". La tinta se acumula y tiende a formar "pegotes". Cuando vas a coger el bolígrafo para volver a escribir con él, te deja un manchón bastante desagradable (y antiestético) en la hoja, que puede estropearte un buen trabajo, o que puede estropearte el resto de documentos, si lo pones en contacto con otros.

Prueba: linterna de bolsillo Ledlenser


Ledlenser es una compañía con sede en Solinger, Alemania, aunque posee filiales (factorías) también en Estados Unidos y China. De este último país provienen muchas de sus linternas asequibles aunque, como suele pasar habitualmente, en todos los embalajes de esta marca únicamente informan de su sede (Alemania) y no del lugar de fabricación de las linternas, que bien puede ser China. De esta manera el consumidor puede caer fácilmente en el error, al repasar los detalles y "la letra pequeña" del embalaje, que está adquiriendo un producto alemán, cuando en realidad es un producto chino.

Como la compañía no aporta datos, personalmente y por mi experiencia podría casi asegurar que un gran número de sus productos son de China, tanto por el acabado como por detalles de funcionamiento (que os iré desvelando en este reportaje), mientras que el diseño sí que puede ser alemán.

Nuestros colores preferidos para escribir


En los primeros años de colegio teníamos pocas opciones: debíamos escribir en el cuaderno con un bolígrafo de tinta azul, y usando el rojo para ocasiones puntuales y muy "singulares". El profesor tenía la licencia de usar un color un tanto especial: el negro, mientras que usaba el rojo para las calificaciones. Las notas (y errores) en controles y exámenes nos llegaban con un veredicto en ese color.

A medida que "escalábamos peldaños" en el ciclo educativo, y ganábamos en altura y edad, las cosas cambiaban. A partir del Ciclo Medio, lo que ahora sería la Secundaria y, antes, el quinto o sexto curso de la EGB, empezábamos a tener una mayor libertad. Podíamos elegir entre usar bolígrafo azul, o negro, e incluso si queríamos (y si éramos lo suficientemente "hombres" para ello, o locos...) podíamos usar el rojo para escribir todo el tiempo. Los profesores también gozaban de cierta libertad, yo tenía uno que siempre corregía los exámenes con bolígrafo de tinta verde, de esta manera sus correcciones eran más sutiles, no te hacía destacar los errores a rojo, sino que al ponértelos en verde era como si señalase recomendaciones hacia dónde debías mejorar. Me parecía una genial idea, aunque era el único que hacía ésto.

Opinión y prueba de lápices de colores Carioca


Seguramente que al pronunciar "Carioca", enseguida nos vienen recuerdos de nuestra infancia. Y es que, en efecto, esa marca era enormemente popular entre los escolares de los años setenta y ochenta. Yo recuerdo especialmente sus rotuladores, y aunque en manos de un niño ese tipo de artículos no es que durasen mucho, sí tenían unos colores bastante espectaculares.

Por desgracia, con esta marca ocurre hoy como con tantas otras en donde se puede decir que "cualquier tiempo pasado fue mejor". Hoy vemos a Carioca vendiéndose entre los montones de otras marcas asiáticas en tiendas de los chinos y rastrillos, un poco ajena a su propia historia e intentando sobrevivir como buenamente pueden.

Prueba: bolígrafo Faber-Castell Poly Ball, un simplón "ballpoint pen" vestido de plata barata


Faber-Castell es una compañía de gran prestigio y es, además, una firma de rancio abolengo. El nombre proviene de familias nobles alemanas, que aún mantienen el control de la empresa. Sus útiles de escritura tienen todos ellos una gran calidad, incluso desde las gamas más bajas, lo sé por propia experiencia porque he probado varios de sus artículos, aunque en lápices no son precisamente mi debilidad, pero sí he de reconocer, aunque sus precios sean un poco más elevados que en el resto -aquí más que nada es cierto lo de que pagas la marca- que suelen ir acompañados de una gran calidad. Por lo tanto cuando compras sus productos, aunque sepas y notes que estás pagando algo más de dinero por ellos, también sabes que vas a obtener una calidad más alta, superior a la media, tanto de escritura, de en útiles de pintura, de dibujo... En todos los artículos en los que trabajan y de todas las temáticas en las que están presentes.

A esto hay que unir que sus productos de madera, como los lápices, suelen estar hechos a partir de bosques controlados por ellos mismos, por lo que es una madera que tiene garantizada su sostenibilidad, algo que no pueden decir otras muchas marcas.

El triunfo del Casio F-91, el triunfo de la filosofía de finales del siglo XX


Confieso que dudé bastante en escribir este post, "la vas a armar gorda" -pensé-. "Mejor replantéatelo de nuevo", me decía a mí mismo. Pero no, voy a hacerlo, voy a meterme con uno de los relojes más míticos de los digitales. Voy a criticar al Casio F-91, y luego que pase lo que tenga que pasar.

No es que el archiconocido modelo de Casio no posea un sin fin de virtudes, que las tiene, ni tampoco que no sea el reloj auxiliar por excelencia y a quien recurrir cuando necesitamos de manera rápida y urgente un reloj fiable, que lo es, sino que, tal como ocurre en muchos otros productos, como en el popular iPhone, el F-91 es un hijo innegable de su tiempo.

¿Se puede fotocopiar la tinta roja?


Si algo había penado en nuestra época escolar, más que ahora los teléfonos móviles, eran los bolígrafos con tinta roja. Aquellos que usaran uno eran perseguidos cual musulmanes a un infiel, y ese "privilegio" de usar bolígrafos rojos solo estaba reservado a los profesores, que usaban de él en ocasiones muy, muy específicas: para ponernos las notas sobre los exámenes, o tachar de forma desproporcionada y visible nuestros errores en las preguntas de exámenes y controles.

Ni se permitía -ni se permite- firmar en rojo, aunque ahora esa prohibición está cayendo en desuso debido a la cada vez mayor utilización de terminales con pantallas táctiles, en los cuales -claro- no se necesita bolígrafo alguno para firmar. Escribir en rojo era, por lo tanto, algo verdaderamente problemático. Se decía que en parte era debido a que, cuando uno firmaba en rojo, si se realizaba una fotocopia la firma no aparecía legible. Más bien, "desaparecía" por arte de magia. Una medida también valiosa para los profesores, que impedían que sus notas y/o firmas fueran duplicadas con ese sencillo procedimiento. Pero, ¿qué hay de cierto en eso? ¿Es real, o es una leyenda urbana?

Comparativa: bolígrafos con sujeción de goma


Probablemente ya sepáis que no soy muy aficionado a los bolígrafos con zona de agarre de goma, por muchas causas entre las que están que es un producto caduco (la goma se degrada tarde o temprano), y molesto cuando lo dejas tiempo sin usar -se vuelve una goma bastante "asquerosa"- o cuando lo usas mucho -se ensucia-. Pero como últimamente escribo bastante he empezado a sentir molestias realmente incómodas, hasta el punto que en ocasiones pareciera que estuviera escribiendo (o cogiendo el bolígrafo) directamente con el hueso de la falange, dando una sensación de mucha "grima".

Finalmente lo asumí y decidí ceder a la evidencia y probar algunos bolígrafos que existen en el mercado con zonas de agarre de goma, gracias a que algunos de ellos me los han prestado para esta ocasión y, de esta forma, he podido reunir varias marcas -y modelos- con el fin de emitir un veredicto y juzgarlos en cuanto a su comodidad.