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El gran defecto de los bolígrafos InkJoy de Paper Mate


No sé qué tienen estos de Paper Mate, que desde casi siempre no hacen una a derechas. No acaban de terminar de hacer un producto "redondo", y eso ya desde aquellos bolígrafos con tinta "borrable" (los denominados Paper Mate Replay) tan populares en los ochenta (que en realidad no se borraba del todo, pero bueno). Hace poco me comentaban uno más de esos defectos, precisamente. Tiene que ver con sus bolígrafos InkJoy, la apuesta más decidida de la marca del doble corazón ante la supremacía de Bic. En Paper Mate presumen de ello argumentando que es una tinta que se desliza muy fácilmente, que lo hace con suavidad, y que es "revolucionaria". Y en parte es cierto. Pero claro, no hablan de sus aspectos negativos.

El principal inconveniente de la tinta de los InkJoy es su tendencia a crear "borrones". La tinta se acumula y tiende a formar "pegotes". Cuando vas a coger el bolígrafo para volver a escribir con él, te deja un manchón bastante desagradable (y antiestético) en la hoja, que puede estropearte un buen trabajo, o que puede estropearte el resto de documentos, si lo pones en contacto con otros.

Comparativa: sistemas de seguridad para niños en los encendedores BIC y Cricket


Una de las primeras cosas que hago cuando compro un encendedor es retirarle el "child resistant", es un elemento que odio y que me molesta enormemente cuando me pongo a usarlo. No estoy en contra de él, vaya esto por delante, me parece un necesario y valioso elemento de seguridad, pero entorpece enormemente el uso cómodo del encendedor y, por eso, los fabricantes podrían dar la opción, al menos, de retirarlo para según qué casos.

Por eso, creo que sería interesante hacer una comparativa con dos de los fabricantes que ofrecen este tipo de dispositivos en sus encendedores, que son la francesa BIC, y la sueca Cricket (la española Clipper ha rehusado participar).

Ellos venden aquí, nosotros vendemos allá


En un mundo globalizado las reglas de juego y los consumidores objetivo cambian totalmente. En un entorno en el cual los mercados están abiertos y cualquiera puede competir ofreciendo los precios más bajos que sean posibles, cualidades antaño muy apreciadas como la durabilidad o la capacidad de que el producto sea reparable pierden importancia frente a lo fácil que es conseguir ese producto y reemplazarlo. Los productos -como la comida que lleva ese apelativo- se vuelven "basura" antes incluso del primer uso, a veces nada más sacarlos de la tienda.

Las marcas de toda la vida que ofrecían artículos de mucha calidad no pueden competir en ese entorno, pero en estos últimos años se está produciendo un hecho curioso: nuestras marcas "valiosas", son cada vez más apreciadas en los países de los cuales parten los productos que, en su día, les quitaron su sitio en el mercado.

Los tres productos que marcaron tu infancia


Seguramente si nos pusiéramos a realizar un listado entre la mayoría de nosotros, respecto a los artículos que solíamos usar en nuestra infancia, habría algunas cosas que se repetirían y, entre ellas, las que más se nombrarían serían estas tres: un F-91 de Casio, el bolígrafo de Bic, y las tiritas o apósitos de Hansaplast.

El bolígrafo de Bic es esencial, se trata de uno de esos artículos al que todos recurríamos o bien como nuestro bolígrafo habitual o, en el caso de que tuviésemos otro modelo favorito, como un Inoxcrom Rocky, para casos de apuro.

Ediciones especiales de bolígrafos Bic


Además de los Bic cristal y los de punta fina que conocemos "de toda la vida" (y de los que ya hemos hablado en anteriores ocasiones), en Bic se han hecho muy populares en los últimos años las llamadas "ediciones especiales". Como objeto de escritura, los Bic han trascendido las fronteras de la mera utilidad hasta convertirse en objeto de moda, algo muy parecido a lo que le está ocurriendo a Casio con sus G-Shock.

Algunos de los modelos de edición especial más populares son los dorados y plateados, un bolígrafo que simula un exterior de metal pero que, obviamente, es solo una capa de pintura.

Bolígrafos BIC de colores


Hace no mucho publicamos un reportaje sobre materiales de escritura y os contaba un poco la historia de colores de bolígrafos que existían allá en los ochenta y noventa en los colegios (también por los setenta, aunque menos).

Precisamente durante aquellos años la novedad más significativa eran aquellos "raros" bolígrafos de BIC en color naranja, tan difíciles de encontrar, que decían eran "de punta fina" y que -también aseguraban muchos defensores- escribían fantásticamente bien. A mi hermana le encantaban, por cierto, pero cuando los probé me parecieron que escribían mal, casi que estaban defectuosos, como si les faltase tinta. Desde siempre me han gustado los boligrafos con bastante grosor de trazo.