El Bic Cristal de toda la vida, convertido en bolígrafo de acero en los nuevos Bic Cristal ReNew



El Bic Cristal es un modelo tan famoso y archiconocido que Bic ha registrado hasta su nombre, es decir, la palabra "Cristal". Es un bolígrafo muy reconocible y que seguramente habrás usado al menos en algún momento de tu vida.

Tiene muchas ventajas: su diseño de cuerpo hexagonal (que han tratado de imitar un montón de marcas) hace que el bolígrafo, aunque lo dejes sobre cuadernos de apuntes o libros de cualquiera manera o posición, no se vaya rodando y se caiga al suelo. Su tinta es una de las más visibles e intensas, tanto en el azul como en los rojos, y tiene un trazo medio de un milímetro, también muy útil para la mayoría de escolares y usuarios. Esa tinta no es tan deslizante como las de gel, es cierto, pero a su favor nos ofrece un trazo que, al ser más lento, logra que podamos hacer sutiles "correcciones" sobre la marcha, cambios de curvatura o de formas de las letras, lo cual agradecerás si, como un servidor, escribes fatal.




Todo ello unido a otra de sus mayores virtudes, claro: su precio económico. No hay ningún bolígrafo en el mercado de marca (e incluso algunos de marca blanca no le llevan mucha diferencia) que tenga un precio tan asequible, ya que un Bic Cristal suelto cuesta solamente 0,50 euros. Y no lo olvidemos: encima, están fabricados en Francia, no en China ni en India, que es lo más habitual de marcas "chapuceras" como Milan o Maped.

Con todas esas virtudes a su favor no es raro, pues, que cuando éramos más pequeños fuera el bolígrafo elegido para el día a día en nuestra etapa escolar. A mí los Bic me encantaban, a diferencia de los alemanes de Staedler u otras muchas marcas, que trataron de plantarle cara con sus propias variantes de bolígrafo asequible, los Bic se sujetaban bastante bien con los dedos, eran muy ligeros, cómodos, y su tinta duraba un tiempo bastante decente.



Cuando tienes pocas cosas materiales, y estrenas algo muy de cuando en cuando, el momento de cambiar a un bolígrafo nuevo es especial. Por eso, recuerdo con bastante viveza el instante en que en la librería me daban uno de aquellos nuevos Bic brillantes recién sacados de sus características cajas en forma de prisma. Yo no he sido nunca de ese tipo de chavales que usaban el bolígrafo de piruleta, y que mordían el extremo y el capuchón hasta dejarlo hecho un desastre y totalmente irreconocible, pero sí que me solía gustar retorcerle el extremo saliente del capuchón (que se supone era para sujetar el bolígrafo al bolsillo de la camisa, aunque todos sabíamos y éramos conscientes que no sujetaba nada y que más bien aquello estaba de adorno), o sacarle y meterle todo el rato el tapón -antes se le podía extraer con la uña sin ningún esfuerzo, ahora no, por cuestiones de seguridad- hasta que lo extraviaba.

De manera que cuando me encontré con una variante de estos incombustibles bolígrafos, que podría decirse son los F-91 de la escritura, con cuerpo de acero (denominada Bic Cristal ReNew, por cierto), me sentí impulsado inevitablemente a adquirir uno.



Claro que el Bic Cristal de acero posee particularidades que no encontramos en el de resina. Empezando por lo más obvio, su cuerpo de metal, hecho de acero inoxidable, ya no es de usar y tirar, sino que admite recargas o recambios. En la parte superior un pequeño sistema deslizante te permite extraer la caña sin esfuerzo. Esta es una gran ventaja a priori, el problema es que, agotadas las dos cañas extra que trae el pack, si deseas ponerle una recarga nueva tendrás que adquirir un Bic de resina "normal" (es compatible, insistimos), con lo que, al final, aunque uses el de metal, estarás generando los mismos desechos, porque es muy difícil encontrar cañas sueltas de los Cristal.

También penaliza mucho el peso. Es cierto que el cuerpo de acero es una pasada, tiene la misma forma, diseño y proporciones que el Bic Cristal "de toda la vida" pero con el plus de ser de metal. Una pasada, como decimos, para los que nos encantan estos bolígrafos. Pero como es eso, acero, el bolígrafo pesa muchísimo, nada menos que 14 gramos que, a la hora de ponerse a escribir se nota, y mucho (aunque si estás habituado a estilográficas de metal puede que no te des ni cuenta). De manera que para usar esporádicamente en cosas como firmar documentos, o para escribir algunos párrafos, no está mal. Pero acaba siendo muy cansado manejarlo si tienes que escribir apuntes o texto a mano durante horas, ya que pierde la principal virtud de su hermano de resina: su ligereza.



Habría sido genial que Bic ofreciese variantes en metal, pero eligiendo el aluminio, el titanio, o hasta el latón si me apuráis, ya que habría conseguido un bolígrafo más útil, más práctico y utilizable, y no solo "para la pose", como más bien parecen a estar destinados estos Bic de acero.

Claro que entonces, si exceptuamos el latón, nos meteríamos en otro problema: su precio. Si ya el de acero tiene un precio muy caro (más de diez veces el precio que tiene la variante de resina de estos Bic Cristal ReNew), lo que en Bic nos pedirían por uno de titanio debería ser entonces inasumible.



De hecho en Bic no parecen ser muy competitivos cuando salen de las resinas, muestra de ello no es solo su precio sino que, a diferencia de muchos otros de sus bolígrafos, que fabrican en Francia, para producir este Bic de acero tuvieron que recurrir a Túnez, un país en donde, obviamente, el precio de la mano de obra no es como en el mercado laboral francés. Aún así hay que darles las gracias porque por lo menos no han ido a China, Vietnam o India, que suelen ser los países en donde el resto de la competencia hace este tipo de productos, al poder contratar en ellos mano de obra esclava.

Pero dichos un buen puñado de sus defectos, entremos un poco a profundizar sobre sus virtudes, que aparte de la caña sustituible tiene unas cuantas. Mencionar en este sentido que, aunque el cuerpo es de metal, el capuchón no lo es. Sigue siendo un capuchón de plástico, pero que ha sido pintado simulando el brillo del metal en un acabado parecido a aquellos Bic de edición especial que hace un tiempo lanzó la multinacional al mercado. Esto es fácilmente comprensible si tenemos en cuenta que, de haber sido el capuchón de metal, los constantes roces entre el acero podrían haber acabado dañando el bonito acabado, que es un medio brillante/mate (no llega a ser mate del todo, por mucho que lo ponga en la caja).



Como el bolígrafo es calcado en medidas al estándar, y podemos ponerle la caña de cualquier otro modelo que queramos, si lo deseamos podríamos ponerle la tinta de uno de color verde, o del rojo. Y, para distinguirlo, podremos ponerle el capuchón verde o rojo, en lugar del plateado que trae de serie. Con esto, tendremos un Bic de metal con nuestro color favorito.

Se comercializan en un bonito estuche de cartón sepia, que simula ser uno de esos embalajes ecológicos (aunque no es cartón reciclado, es solo apariencia), íntegramente hecho en cartón. Lo cierto es que es un bonito embalaje, aunque al carecer de plástico y ventana expositora, no vemos su contenido. Por cierto, incorpora dos adhesivos sobre ambas solapas de la caja que aseguran que el envase no ha sido abierto, así que presta atención a que los lleve y no hayan sido rotos a la hora de adquirirlo.

Yo solo encontré la variante azul y negro (creo que no hay variante en rojo), que como bien sabes con el rojo son los tres colores estándar de los Bic Cristal. Me parecen un gran acierto, máxime si eres un gran aficionado a los Bic Cristal, porque llevarte este bolígrafo tan común y sufrido en un material que está a la altura de una elitista pluma de metal de Faber o de un bolígrafo de metal de Parker, te deja unas gratas sensaciones. Más que nada porque ves que este sí será un Bic duradero sin dejar de ser práctico, y es de agradecer, a fin de cuentas, que podamos tener algo tan robusto y bien realizado, sin dejar de lado las bondades y ventajas de los Bic Cristal convencionales, como es su diseño, su forma y medidas exteriores, y su sistema de caña compatible con cualquier otro barato que adquiramos, o con el color que más nos agrade utilizar.











































| Redacción: esRevistas.com / esRevistas.blogspot.com




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2 comentarios :

  1. Justamente el tono de azul y rojo tan oscuro es de las cosas que nunca me han gustado. Seguro que objetivamente es mejor porque da más contraste, pero me gustaba el tono casi pastel de Inoxcrom.

    El boli se ve de mucha calidad, es una buena iniciativa, lástima que no vendan recambios, porque al final implica canibalizar otro Bic para aprovechar la carga y el capuchón y estamos en las mismas. Pero bonito lo es.

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  2. Lo bueno una buena solución si por ejemplo tus hijos destrozan bolígrafos y los quieres aprovechar, pero no se me ocurre nada más, la verdad.

    Lo cierto es que algunas marcas como Pilot sí tienen recambios, pero es que tampoco compensa, al final el recambio te cuesta más que el bolígrafo entero, y acabas comprando el bolígrafo. Lo suyo es que vendieran los recambios a un precio competitivo, pero claro, así no sacan pasta.

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