Los encendedores de gas tienen un precio tan asequible, que no merece la pena ni recargarlos. De hecho, en muchos casos nos sale más caro el bote o "bombona" de recarga, que un encendedor nuevo. Pero en determinadas situaciones puede que necesitemos recargarlo, bien porque sean encendedores difíciles de encontrar (como los largos) o encendedores muy caros, como algunos fabricados por Montblanc. O porque el encendedor sea un regalo o lo apreciemos, y queramos seguir utilizándolo.
Sea como fuere, en algún momento tendrás que enfrentarte a la tediosa y engorrosa tarea de recargarlo, y verás entonces que no todo es tan sencillo ni fácil (sobre todo si es tu primera vez) como nos lo ponen las instrucciones, y que hay pequeños "detallitos" que no te cuentan, y que aquí trataremos de darte a conocer.