Con los tiempos que corren y lo que está pasando con la energía, no está la cosa para desperdiciar combustible, precisamente. Así que cualquier truco que nos ayude a ahorrar será sin duda una buenísima noticia. Este es, de entre todos los que conozco respecto a los encendedores de gasolina, el que mejor he notado que funciona (lo he comprobado por mí mismo), y el de más fácil aplicación -en cierta forma, al menos-, ya que no debemos modificar el encendedor para nada.
Y es que uno de los defectos que más nos trae de cabeza a los usuarios de encendedores de nafta o de gasolina, es la poca duración de las recargas. Teniendo en cuenta que la latita de gasolina de tan sólo 125 ml. nos sale a 3 euros (a unos 6 si la adquirimos online), es fácil suponer que, si usamos el encendedor habitualmente, en un año habremos pagado de sobra el encendedor a base de gasolina.
Por todo ello es esencial que vigilemos muy mucho uno de los elementos que más producen ese gasto: su evaporación.