Tras la presentación del Champ de Polyflame, ha llegado el momento de ponerlo frente al "top" de este tipo de encendedores, todo un Zippo total y absolutamente original. Dada la evidente y abismal diferencia de precios entre ambos (menos de 2 euros frente a 50 euros de un Zippo), cabría esperar que también habrá una diferencia abismal entre calidad y materiales, pero veremos si esto es o no así.
Empezando por el embalaje, vemos en Zippo su cuidada caja - y de mayor tamaño - donde el encendedor cabe perfectamente, y se puede exponer sin problema alguno. Además, en el interior el embalaje posee una terminación afelpada, muy elegante. En Champ, sin embargo, es una cajita muy espartana donde el encendedor cabe y muy justo, sin ni siquiera logotipo o marca que nos informe sobre qué es lo que contiene. Sin embargo, dentro encontramos algo sorprendente: el encendedor viene en su bolsita, con sus instrucciones muy completas y su garantía. En el Zippo no nos viene nada de eso, ni siquiera una nota de agradecimiento o mención alguna a su supuesta imperecedera garantía.
Una vez con ambos encendedores en nuestras manos, nos damos cuenta de detalles de acabado que, inevitablemente, le dan un plus al encendedor Zippo. Entre otras cuestiones la carcasa de metal va grabada con el nombre, la procedencia, y el número en clave de producción. Nada de eso tiene el Champ, cuyo fabricante no se ha preocupado ni de decirnos el origen (que es China, y probablemente sea por ello), tan sólo una anodina grabación con el nombre de la marca nos hace ver que estamos ante un Champ.
Una vez abierto, nos damos cuenta de otro detalle. El Zippo original tiene un depósito que apenas se mueve dentro de su compartimento, mientras que el de Champ parece que "baila" un poco hacia los lados. Esto deja algo en evidencia, y es que el de Champ puede hacer que se evapore el combustible más rápidamente. Curiosamente no es un defecto que tengan los antiguos Champ, puesto que he probado encendedores de esta marca de hace años, y el depósito ajustaba bastante bien.
También nos damos cuenta de algo bastante curioso: el rascador. En el Champ lo han puesto levemente torcido hacia un lado, mientras que en el Zippo se encuentra casi perfectamente recto. El propio rascador es muy distinto en ambos, el de Zippo es cruzado, más suave, y el de Champ es recto con aristas más pronunciadas. Quizá por eso en el Zippo no funcionen todas las piedras (trabajan mucho mejor las que fabrican la misma marca para esos encendedores), mientras que en Champ podemos usar cualquier piedra genérica. Es de notar, también, el cuello o tubería donde va enclaustrada la piedra, que en Zippo es mucho más largo y llega a pocos milímetros del rascador, mientras que en el de Champ hay más holgura. Quizá por eso en los Zippo las piedras tienden a quedarse "agarrotadas", porque no hay espacio para que se liberen una vez gastadas, cosa que en Champ este problema es menos acuciante. Por último, el remache sobre el que gira el rascador es mucho más pequeño y menos basto en el Zippo, mientras que en Champ encontramos un remache más tosco.
El diseño de los laterales del depósito es también muy diferente. En el Champ es recto, con aristas en los bordes, mientras que en Zippo es suave e inclinado ligeramente, más curvo. Además, en Zippo tiene un saliente en el lateral, que comprime el cuerpo contra la carcasa o el recipiente exterior, mientras que en Champ es todo recto y no existe saliente alguno.
Respecto al quemador, aunque con agujeros de un diseño similar, en el Champ existe una especie de "cuello" en forma de onda, detalle que no tienen en el Zippo, que es más recto y vulgar.
Finalmente, en ambos casos el fieltro es similar, aunque en el Champ tiende a "deshojarse" y en el Zippo permanece más compacto pero, por contra, en el Champ parece ser más grueso. A un lado del mencionado fieltro encontramos el tornillo para el cambio de piedra, más grande en el Zippo, y más pequeño (y con una ranura no tan profunda) en el Champ.
Es curioso cómo dos encendedores, con tan grandísima diferencia de precio, sean en realidad tan parecidos. Cierto que en Champ encontramos detalles no tan refinados como en Zippo, es un encendedor digamos más "tosco", pero sin embargo sigue siendo enormemente robusto e inspira una notable confianza y solidez. En el Zippo la solidez se le presupone, pero sin embargo tras no demasiado uso, su leva acabó saltando por los aires. Parece más bien que en Zippo hagan sus encendedores actualmente "como adorno" (y quizá por ello su precio, para elemento decorativo) y en Champ sean, paradójicamente, encendedores más funcionales, más para llevarlos con uno y usar en el día a día.
| Redacción: esRevistas.com / esRevistas.blogspot.com
A ver si encuentro un Champ así porque tengo muchas ganas de probarlo. En todo caso me parece que están un poco por debajo de los Star no?
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