Austria fue siempre un país en donde la industria de los encendedores vivió un auge espectacular. De ahí proceden muchas de las mejores marcas europeas, como IMCO, Goal, Instanta o como esta de la que vamos a hablar hoy en esRevistas: Champ. De esta marca tenemos varias líneas, principalmente en los años en donde el auge de fumar estaba en su apogeo, como los Champ Revolt, Champ Trimlite, Champ-o-matic, o los Champ Jet Stream, de los años 50 y 60 todos ellos. Me ha costado mucho encontrar cuándo esta marca apareció en realidad, aunque al fin pude dar con fechas concretas que la sitúan en los años 50, y hasta los años 70 con una línea de productos bastante exitosa y unas ventas considerables. No obstante hay sitios en donde mencionan algunos de sus modelos en fechas más tempranas, de los años 40. Para complicar más el asunto, según la época sus encendedores a gasolina eran bastante diferentes. Inicialmente en la parte inferior del encendedor se mostraba marcaba la leyenda con la patente, así como el país de producción: "Champ Austria U.S. Pat. Nº2809511". En otros vemos simplemente "Patent Pend". Mientras que, en más recientes, solo ponían "Champ Patent", como en sus Trimlite.
En todo caso, buscando en el registro de marcas la encontramos fundada en 1952 como firma fabricante de encendedores, lo que se ajusta más a la realidad, y desaparecida en 1994. Hoy, bajo la marca Champ - venidos desde zonas asiáticas - se venden un sin fin de encendedores de todo tipo, incluyendo con tecnología USB (electrónicos) y también a gasolina, a precios de sólo un par de euros, que podemos encontrar sin mucha dificultad en estancos, convirtiéndose así en una casi "marca blanca" para todo.
Sin muchos más datos, una pista de la época de nuestro encendedor nos la da Der Grüne Punkt de su embalaje. Éste símbolo, "el punto verde", era muy habitual hace algunos años en todo tipo de productos, e indicaba que el embalaje podía ser reciclado (una manera de decirle al consumidor que podía deshacerse de todo el embalaje en un sistema de reciclaje público) y que era obligado incorporar a todo aquel embalaje que se comercializara en el mercado europeo. Como el Champ se vendía en una simple cajita de cartón, ésta podía ser reciclada entre el papel, como un embalaje cualquiera de ese material.
Si atendemos a las fechas de registro de la firma, en 1994, y a la aparición de este identificador verde (1990), podemos fácilmente deducir que nuestro encendedor era de los últimos coletazos de la Champ, cuando ésta - y los encendedores a gasolina en general - ya estaban de capa caída. Muestra de ello es también la presencia de óxido en las partes "no cromadas" - o protegidas por cromo - del encendedor, que como veis ha llegado a teñir incluso elementos como el algodón.
Una de las innovaciones de Champ era su quemador, que podía desplazarse (rotaba sobre el mismo eje del rascador), dejando la llama libre, con la intención de poder así encender pipas, cosa que otros encendedores de gasolina no ofrecían. Pero todas esas innovaciones quedaban ya muy lejos en aquellos años noventa - y por supuesto este modelo ya no incorpora -, siendo solamente una muestra de lo que fue la compañía, y de lo que fueron todas estas firmas de encendedores en general. De hecho, este encendedor ya solamente lo firmaban con una bastante anodina mención a la marca sin más, en su parte inferior, sin otro elemento que lo distinguiera por ningún otro lado.
El concepto y construcción de este encendedor de Champ es muy similar al de un Zippo, sin embargo tiene detalles que lo hacen distinto, y también muestra que la Champ no podía competir en aquellos años con la poderosa Zippo. Aunque su acabado es bueno, se nota que está por detrás de los americanos, y el quemador da la sensación de ser algo más endeble, o al menos no es el metal que vemos en el Zippo, aunque quizá eso sean sensaciones. Lo mismo ocurre con el eje del rascador, o con la pestaña de cierre.
Dentro encontramos un depósito con un cuerpo de metal muy ceñido - bastante más que los Zippo que he probado -, y que realmente cuesta extraer, aunque supongo que eso con el uso se irá reduciendo. A diferencia del grueso fieltro de Zippo, en Champ usan una más simple goma de silicona (o tipo silicona), que da la misma sensación de debilidad que en Zippo. No obstante, en Champ no tenemos que doblarla para recargar el encendedor, y podemos extraerla en su totalidad, ya que posee un corte en uno de los lados. No sabría decir si este sistema es más efectivo o no que el de los Zippo, y si con él conseguimos que se evapore menos el combustible, porque no lo he probado, no obstante es diferente. Es cierto que es más opaco y menos filtrante que una pieza de fieltro, pero quizá eso se equilibre por otro lado al ser más delgado.
Es curioso cómo todas estas marcas han ido desapareciendo del mapa, a medida que el fumar se ha convertido en una lacra y ha sido - por fortuna, dicho sea de paso - prohibido en casi todas partes. Lo mismo que este concepto de encendedores que triunfaron en su día, y hoy son una rareza casi de museo.
| Redacción: esRevistas.com / esRevistas.blogspot.com
Creo que el primer encendedor que compré de este tipo a finales de los 80 debía ser de esta marca. Gracias por la investigación, porque no es fácil dar con la historia de la empresa.
ResponderEliminar¿En serio? Pues no te digo que no, aunque durante los ochenta el batiburrillo de marcas de encendedores a gasolina era bestial.
EliminarA mí me encantan las cajitas, curiosamente. La de los primeros Zippo era superchula (de los años 40):
https://www.reddit.com/r/Zippo/comments/d2ta9d/19421943_black_crackle/