Creo que todos estaremos de acuerdo que, básicamente, los Zippo a gasolina son "una estafa". Con precios originales en Estados Unidos, el país donde se fabrican, que giran en torno a los 9 o 10 euros, y el distribuidor aquí vendiéndolos a más de 20 (en estancos suelen estar alrededor de los 25 €), el beneficio que se llevan de Europa es monstruoso. No es extraño que, con tanto margen, la mayoría de estancos prefieran vender Zippo a cualquier otra marca.
Sin embargo, si nos vamos a alternativas chinas encontraremos precios más acordes a la realidad, y más lógicos. A fin de cuentas, el Zippo (y los encendedores a gasolina actuales) no dejan de ser una "caja de metal" cromada hasta el extremo para aguantar la corrosión, un quemador, un agujero para la mecha, y poco más. Sin embargo Zippo se aprovecha de su hegemonía en el mercado no para ofrecer un producto más asequible, sino todo lo contrario: para vendérnoslo en el Viejo Continente a precio de oro. Por eso, cualquier alternativa que nos llegue al mercado es bienvenida, y tras la renuncia de marcas como Clipper a ofrecer un encendedor decente a gasolina, han tenido que venir los chinos, una vez más, a sacarnos las castañas del fuego (nunca mejor dicho, puesto que de fuego hablamos).