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Star-I de Star, la respuesta china a los Zippo



Creo que todos estaremos de acuerdo que, básicamente, los Zippo a gasolina son "una estafa". Con precios originales en Estados Unidos, el país donde se fabrican, que giran en torno a los 9 o 10 euros, y el distribuidor aquí vendiéndolos a más de 20 (en estancos suelen estar alrededor de los 25 €), el beneficio que se llevan de Europa es monstruoso. No es extraño que, con tanto margen, la mayoría de estancos prefieran vender Zippo a cualquier otra marca.

Sin embargo, si nos vamos a alternativas chinas encontraremos precios más acordes a la realidad, y más lógicos. A fin de cuentas, el Zippo (y los encendedores a gasolina actuales) no dejan de ser una "caja de metal" cromada hasta el extremo para aguantar la corrosión, un quemador, un agujero para la mecha, y poco más. Sin embargo Zippo se aprovecha de su hegemonía en el mercado no para ofrecer un producto más asequible, sino todo lo contrario: para vendérnoslo en el Viejo Continente a precio de oro. Por eso, cualquier alternativa que nos llegue al mercado es bienvenida, y tras la renuncia de marcas como Clipper a ofrecer un encendedor decente a gasolina, han tenido que venir los chinos, una vez más, a sacarnos las castañas del fuego (nunca mejor dicho, puesto que de fuego hablamos).

Comparativa: Zippo VS Champ de Polyflame



Tras la presentación del Champ de Polyflame, ha llegado el momento de ponerlo frente al "top" de este tipo de encendedores, todo un Zippo total y absolutamente original. Dada la evidente y abismal diferencia de precios entre ambos (menos de 2 euros frente a 50 euros de un Zippo), cabría esperar que también habrá una diferencia abismal entre calidad y materiales, pero veremos si esto es o no así.

Empezando por el embalaje, vemos en Zippo su cuidada caja - y de mayor tamaño - donde el encendedor cabe perfectamente, y se puede exponer sin problema alguno. Además, en el interior el embalaje posee una terminación afelpada, muy elegante. En Champ, sin embargo, es una cajita muy espartana donde el encendedor cabe y muy justo, sin ni siquiera logotipo o marca que nos informe sobre qué es lo que contiene. Sin embargo, dentro encontramos algo sorprendente: el encendedor viene en su bolsita, con sus instrucciones muy completas y su garantía. En el Zippo no nos viene nada de eso, ni siquiera una nota de agradecimiento o mención alguna a su supuesta imperecedera garantía.

Diferencias entre los Zippo actuales y los 1937 Vintage Series


En Zippo sí que saben hacer bien las cosas (tenemos un artículo preparado sobre ellos, por cierto, intentaré que pueda publicarse a no mucho tardar), y es que, veamos un poco las cosas en perspectiva: ¿os imagináis que Casio reeditara sus DW-5000 y los siguiera vendiendo al mismo precio -y no en ediciones especiales de cientos de euros- frente al resto de la gama? Sería sorprendente, ¿verdad? Pues en Zippo sí lo hacen, y sus "vintage series" continúan vendiéndose junto con los actuales. Actualmente estas series son muy apreciadas, y en países como Japón se venden como rosquillas (y en algunos sitios hasta los sortean porque son muy apreciados como regalo).

Las Vintage Series tienen sutiles diferencias con los actuales: esquinas redondeadas, diferente disposición del texto -grabado, no serigrafiado, como en todo buen Zippo- en el fondo, y un aspecto mucho más imponente en general.

Comparativa de encendedores a gasolina, ¿mejor un Zippo o un Clipper?


Hace algunos años, los encendedores a base de gasolina tenían un notable auge. No era raro: funcionaban con combustible "barato", se les podía echar gasolina, parafina o lo que fuera y, además, eran duraderos. Así que muchos fumadores los elegían para darles un brutal trote diario.

Pero las cosas han cambiado mucho: los estancos están de capa caída, las ventas ya no son lo que eran porque, por fortuna, casi nadie fuma ya, y los fabricantes de este tipo de encendedores ya no son ni la sombra de lo que eran. Ni Zippo fabrica sus encendedores a mecha y de gasolina como antes (ahora se han centrado en productos más "tecnológicos" como calientamanos) ni Clipper, inmersa en una profunda crisis, fabrica los buenos productos que hacían antaño.

50 euros por un Zippo de los más básicos



Durante tres días hemos estado hablando con vendedores, recorriendo las calles y pisando tiendas especializadas, para comprobar de primera mano lo que ocurre con los encendedores o, más propiamente, mecheros, de Zippo y sus numerosos "clónicos" venidos de China.

En muchos locales no tienen Zippo, reconocen que no quieren arriesgarse con un producto tan caro. Miramos sus estanterías y pronto lo entendemos: sus expositores están llenos de "baratijas", encendedores de las marcas más dispares a dos y tres euros, algún llavero de adorno, revistas y cajas pequeñas de golosinas. Decidimos entonces acercarnos a uno de los más grandes centros de venta de útiles para fumador, un estanco "modernizado" en tendencia a los tiempos que corren, con sección de revistas, prensa, quiosco y material de oficina. Abierto todo el día - incluso festivos -, es uno de los locales mejor abastecidos de este tipo.

Comparativa entre encendedores Zippo e IMCO



Tras haberos mostrado encendedores de gasolina casi de todo tipo y marca, nos quedaba uno por tratar: IMCO. Lo interesante además es que, junto con Zippo, puede decirse que es uno de los últimos encendedores de gasolina del mercado, al menos de los que han quedado hasta hace poco en producción, aunque conviene mencionar que los IMCO, aunque continúen fabricándose, están hechos todos en China y son "sucedáneos" convenientemente remarcados. Es decir: no son el famoso IMCO original. Pero, aún teniendo esto en cuenta, son un gran competidor para los Zippo, solo sea por sistema - tan diferente uno de otro - como por precio - enormemente competitivos los IMCO, frente al abusivo precio de los yankis de Zippo -.

Como de Zippo quien más quien menos ya se sabe su historia, comenzaremos hablando de IMCO. Esta compañía se funda en Austria (Viena) en el año 1907, de manos de Julius Franz Meister, aunque de inicio no fabricaba encendedores, sino botones para ropa, hechos en latón. El nombre de la compañía proviene de su fundador, Iulius Meister & CO, quien años más tarde se dio cuenta de que el negocio del tabaco podía dar buenos beneficios y, fundiendo casquillos de artillería de la Primera Guerra Mundial (el metal escaseaba) comenzó a fabricar en 1918 los primeros encendedores, patentando finalmente el sistema de los mismos en 1922. Llama la atención que el fundador de Zippo se inspirase en ellos para crear su propio encendedor de gasolina, aunque simplificando muchísimo el diseño. Así, George G. Blaisdell, de la Zippo, tomó como base el clásico IMCO eliminando artilugios "innecesarios", básicamente se quedó con el depósito, la mecha y el sistema de piedra (si te fijas, tienen el mismo principio y aunque con formas diferentes, son idénticos) desechando todos los elementos móviles "superfluos" de los que pudiera prescindir, dando como resultado un encendedor más robusto, más fiable y, por supuesto, más barato de fabricar y más sufrido.

Inconvenientes y ventajas de los encendedores jet y a batería


Zippo, consciente de que los tiempos ya no son lo que eran y el público demanda encendedores cómodos, sencillos y para una variedad de usos muy diversos, se une a la moda de los encendedores a batería (funcionan por arco eléctrico) y lanza sus nuevos modelos eléctricos recargables. Con un precio de aproximadamente 20 € (similar a los Zippo a gasolina "de toda la vida"), los nuevos encendedores recargables ofrecen una autonomía - con la batería completamente cargada - de 40 usos por carga (siempre y cuando el encendido no dure de más de 5 segundos cada vez). Su batería se puede recargar hasta 300 veces (que daría para unos 12.000 usos, unos 6 años, si encendemos unas seis veces al día, y cuidamos la batería, por ejemplo, evitando que se descargue por completo). El tiempo de carga es de aproximadamente 1 hora, y como cualquier encendedor de arco eléctrico, se puede usar con viento e incluso inclinado (para encender velas o pipas).

Probablemente lo primero a considerar sería si con 6 años de uso tendremos el encendedor amortizado, probablemente sí, de hecho yo tengo el de gasolina desde hace casi diez años y aún funciona, pero claro, en todo ese tiempo ha sido muchísimo el dinero que he gastado en combustible, piedras y mechas. Sin embargo, con este tipo de encendedores a batería nada de eso es necesario, con recargar su batería el resto debería funcionar sin problemas.

Encendedores Champ y Penguin, los grandes olvidados de hoy



Descubrí los encendedores de Champ cuando me encontré con la burrada que pedían por un Zippo, entonces me di cuenta que había alternativas mucho más asequibles y de una gran calidad, que nada tenían que envidiar a los elitistas de Zippo. Incluso compartiendo el mismo diseño y piezas (al contrario que Star, por ejemplo, que tienen diseño y piezas distintas).

Como muchas firmas de este tipo, el fabricante Champ originalmente era austríaco - aunque llegaron a fabricarse en Francia, e incluso en Japón y Corea -, pero hace tiempo que - como suele ser por desgracia muy habitual en este tipo de productos - desapareció. Hoy se fabrican, convenientemente remarcados (y con la misma tipografía de marca, aunque obviamente sin la referencia a su origen europeo) por factorías asiáticas.

Prueba del encendedor a gasolina TriStar



Si probábamos en esRevistas el encendedor de Star, el rival de Zippo a un precio rompedor que giraba en torno a los 6 €, hoy vamos a rizar el rizo y hacer lo "más difícil todavía" trayéndoos un modelo de encendedor a gasolina aún más económico: el TriStar. Lo cierto es que, por más que he buscado, no he encontrado demasiados indicios de esta marca. A priori parece ser una "pseudo-marca" de Star para la gama "más barata de lo barato", indicios de ello lo tenemos en sus detalles de fabricación, con elementos que vemos en los Star. Sin embargo, en otros sitios de compra-venta nos la hemos encontrado con vendedores que aseguran ser vintage y datarla en los años 70, lo cual nos desviaría totalmente de Star, puesto que en aquellos años la firma china aún no existía.

Para liar más el asunto, el número que aparece grabado en el cuerpo metálico del depósito (el 33484) dicen desde algunos ámbitos que corresponde a la patente. Sin embargo he buscado dicha patente y no existe (bueno, sí existe, pero no relacionada con encendedores). Puede que haya sido publicada en India, China, o algún país asiático, y por eso no sea tan fácil dar con ella (si es que en realidad es una patente, que está por ver).

Las piedras de los Zippo que cuestan como pepitas de oro



Pues sí, por precio, ni que las hicieran con oro. Cada blíster de seis piedrecitas originales para encendedores Zippo te sale por 2 euros, y teniendo en cuenta que duran bastante poco, es un precio bastante elevado (cuestan tanto como una lata de gasolina de encendedor, también original).

Por eso he estado buscando alternativas. Para Zippo no sirven las piedras "reutilizadas" de otros encendedores, porque se quedan trabadas y/o no "rascan" bien ni son efectivas. Pero ayer, preguntando en un estanco, el vendedor me sugirió utilizar las piedras de Doctor Gard. Son piedras ("flints") de calidad, y te vienen en un soporte de plástico de nada menos que 10 unidades (4 más que en Zippo). Lo llamativo del asunto es que cada blíster de Doctor Gard te cuesta ¡40 céntimos! O sea: con lo que nos cuesta un solo pack de piedras de Zippo, ¡podemos comprar 5 packs de piedras Doctor Gard! (También existen en formato sobrecito, algo más baratas: 35 céntimos 9 piedras).

¿Es cierta la garantía de por vida de los Zippo?



Hace unos meses comentaba con una estanquera la avería de mi Zippo, y me recomendó enviarlo para hacer uso de su "supuesta" garantía de por vida, ante la cual "se dice" (porque no sé de nadie que lo haya hecho realmente) que te devuelven el mechero como nuevo en menos de un mes. Le dije que no me apetecía gastar dinero en el envío (si ellos se ocupasen de eso sería otro cantar).

Sin embargo luego me lo he pensado, y he estado investigando. Lo hice porque no quería enviar el encendedor y quedarme sin él (dado el altísimo precio que tienen), que es eso lo que, al parecer, ocurre. Por lo que he leído, varias personas que lo han enviado a Zippo Francia no se lo devolvieron. La razón de enviarlo a Francia es que Zippo no posee servicio técnico (ni representante, ni nada que se le parezca), y es el único lugar "cercano" que nos saldría más barato el envío.

¿Trae a cuenta usar un encendedor Zippo? ¿Qué alternativas hay?


Si usas habitualmente un encendedor de gasolina de Zippo, te habrás dado cuenta en seguida que es terriblemente caro mantenerlo. Personalmente no es que lo use intensivamente, pero sí recurro a encendedores a diario y, cuando decido usar el Zippo, se nota en el gasto. He podido comprobar que, cada dos meses aproximadamente, tengo que cambiar la mecha, y ese es el tiempo que dura más o menos la lata de combustible. Lo único que dura bastante más son las piedras, que pueden estar sin agotarse cuatro meses o incluso más.

Haciendo un simple cálculo, encontramos que cada cuatro meses uno ha gastado en su Zippo la friolera de unos 25 €. Digo "friolera" porque estamos hablando de un simple encendedor, no de una motocicleta de competición. Dependiendo dónde adquiramos el combustible (en algunos sitios la lata se vende a 5 euros o más, y como Zippo no fija precios y le deja a cada vendedor que ponga el que quiera, podemos acabar pagando la gasolina o nafta para el Zippo a precio de oro), si usamos el encendedor intensivamente, el gasto se dispara de una manera abrumadora.

Así que hemos decidido comentar las alternativas existentes.

Las cosas ya no son lo que eran: se cayó el mito de Zippo


Pues sí, se cayó el mito: se rompió mi Zippo. Esta mañana, cuando iba a cogerlo para una sesión de fotos, me di cuenta de que algo "no iba bien". El Zippo no cerraba ni se abría como debería. Habida cuenta que estos encendedores no tienen una llama auto-extinguible al uso, sino que la tapa de cierre es la que ahoga la llama, que hubiera un fallo en el cierre podría acarrear serios problemas, por ejemplo, que la llama no se extinguiera del todo, guardásemos el encendedor, y nos produjera quemaduras. O que se abriera por error y nos ensuciara la ropa.

Mirando más detenidamente me di cuenta de que algo había "suelto" en el interior del encendedor, una especie de placa metálica se había partido así, sin más.

El ejemplo de los encendedores piezoeléctricos


Aunque ahora no esté bien visto y marcas como Casio casi ni lo mencionen al contar su historia "oficial", ya sabéis que los japoneses hermanos Kashio empezaron a obtener el capital necesario para sufragar los gastos de los inventos que vendrían después, fabricando productos para fumadores. Durante los años ochenta, en el que las multinacionales del tabaco obtenían ingentes cantidades de dinero en forma de beneficios, -fumar seguía siendo la norma, socialmente aceptada e incluso favorecida y animada-, Casio continuaba ofreciendo artículos para fumadores, y dado que presumía de ser -y lo era- una compañía tecnológicamente puntera, ofrecía esos artículos también recurriendo a lo último en tecnología de la época. Y un ejemplo de esto lo eran los encendedores piezoeléctricos.

La presencia en el mercado actual de este tipo de encendedores -tecnológicamente más avanzados- es, sin embargo, casi testimonial. Los encendedores piezoeléctricos no tenían una piedra para chispas que sustituir, por lo tanto podrían funcionar casi ilimitadamente -en la práctica no es así, claro-. Pero el principal problema era otro: aparte de ser al principio más caros, su combustible -el gas- sí había que sustituirlo. Y cuando acababas ese gas, la mayoría acababan tirando a la basura el encendedor entero, porque son tan baratos que un encendedor genérico actual no compensa recargarlo.

Trucos para aumentar la autonomía de los Zippo, ¿funcionan?


Por Internet podréis encontrar algunos trucos para evitar que el combustible de vuestro Zippo se evapore y, con ello, aumentar o mejorar su autonomía y aprovecharlo mejor (ya que además de ser un incordio recargarlo, es un combustible caro). Pero, ¿de verdad funcionan estos trucos?

Pues he probado algunos de ellos: el de ponerle una goma debajo, "bloquearlos" con un trozo de cámara de bicicleta, usar la cámara como junta para hacer que el depósito quede hermético... Y tengo que decir que absolutamente ninguno funciona. Puede que en algunas temporadas frías el combustible os dure más, pero más bien se debe a las condiciones climáticas (el combustible se evapora menos con temperaturas bajas) que a estos "arreglos".

Cómo recargar correctamente un encendedor Zippo


Existen multitud de páginas por Internet en donde se nos habla del proceso de recarga de los encendedores a gasolina de Zippo, incluso en la lata de combustible original del fabricante se nos dan las instrucciones. Pero pocas veces se nos informa del proceso correcto para hacerlo, lo que hace que desperdiciemos combustible y que no aprovechemos al máximo las ventajas de este tipo de encendedores a gasolina.

Lo primero que tenemos que hacer es asegurarnos de que vamos a utilizar correctamente el combustible disponible, y para hacerlo tenemos que fijarnos en otra cosa: la mecha. La mecha debe tener un color claro o parduzco, si es negra, significa que la tenemos carbonizada y deberemos extraer nueva mecha o sustituirla. Una mecha carbonizada absorberá peor el combustible del depósito, lo que significa que deberá estar muy empapada para encenderse, y a su vez eso obliga a que debamos tener el depósito siempre empapado. Si nos cuesta demasiados intentos encender el encendedor, es otro indicativo de que la mecha está en las últimas y de que estamos desperdiciando y gastando sin sentido la piedra de ferrocerio para las chispas.

Encendedor de gasolina Champ



Austria fue siempre un país en donde la industria de los encendedores vivió un auge espectacular. De ahí proceden muchas de las mejores marcas europeas, como IMCO, Goal, Instanta o como esta de la que vamos a hablar hoy en esRevistas: Champ. De esta marca tenemos varias líneas, principalmente en los años en donde el auge de fumar estaba en su apogeo, como los Champ Revolt, Champ Trimlite, Champ-o-matic, o los Champ Jet Stream, de los años 50 y 60 todos ellos. Me ha costado mucho encontrar cuándo esta marca apareció en realidad, aunque al fin pude dar con fechas concretas que la sitúan en los años 50, y hasta los años 70 con una línea de productos bastante exitosa y unas ventas considerables. No obstante hay sitios en donde mencionan algunos de sus modelos en fechas más tempranas, de los años 40. Para complicar más el asunto, según la época sus encendedores a gasolina eran bastante diferentes. Inicialmente en la parte inferior del encendedor se mostraba marcaba la leyenda con la patente, así como el país de producción: "Champ Austria U.S. Pat. Nº2809511". En otros vemos simplemente "Patent Pend". Mientras que, en más recientes, solo ponían "Champ Patent", como en sus Trimlite.

En todo caso, buscando en el registro de marcas la encontramos fundada en 1952 como firma fabricante de encendedores, lo que se ajusta más a la realidad, y desaparecida en 1994. Hoy, bajo la marca Champ - venidos desde zonas asiáticas - se venden un sin fin de encendedores de todo tipo, incluyendo con tecnología USB (electrónicos) y también a gasolina, a precios de sólo un par de euros, que podemos encontrar sin mucha dificultad en estancos, convirtiéndose así en una casi "marca blanca" para todo.

El Zippo español


Lamentamos ser un poco "monotemáticos" con la cuestión de encendedores, pero nos parecía interesante, y no queríamos dejar pasar la oportunidad, de hablaros de la marca Rasta, una firma que fabrica papel de fumar pero que también ofrece productos de esa temática, como encendedores. Y es que, además de tener encendedores convencionales, turbo y encendedores largos o de cocina, esta firma española (con sede en Córdoba, España) también dispone de "clónicos" de Zippo.

Tenía la idea de traeros algunos de sus productos para mostrároslos, ya que tienen muchos encendedores de gasolina y a un precio muy competitivo -16 euros-: una línea vintage, una línea muy "cool" con estética de Vespa, una línea camo o "militar"... De hecho, me puse en contacto con ellos, pero curiosamente, nada más hacerlo, misteriosamente "borran" todo de su web. Ahora mismo, no se puede consultar su línea de Vespas, ni su línea Vintage (que estaba aquí), ni su línea turbo de clara inspiración Zippo (aquí) ni, de hecho, ninguno de sus otros productos de encendedores. Nada de nada. En lugar de los encendedores, cuando visitamos su página aparece solamente un anuncio haciendo referencia a su papel de fumar.

Muy llamativo.

Prueba del encendedor Champ de Polyflame



Tras la desaparición de la Champ original, enseguida surgieron distribuidores que quisieron aprovecharse de su fama, tal como ocurre en muchos otros campos (como el de la electrónica, principalmente). El líder en distribución de accesorios, y también con una buena cartera de marcas propias, Polyflame, decidió lanzar sus propios productos como encendedores bajo la denominación de Champ, utilizando incluso su misma tipografía noventera.

Polyflame no solo comercializa encendedores de Champ, como acabamos de mencionar, también lo hace de Prof, de Trax, e incluso con marcas para accesorios de moda, como gafas. Creada en 1973 y con sede en la localidad francesa de Croissy Beaubourg, cerca de París, Polyflame posee oficinas en diversas partes del mundo, entre ellas Asia, específicamente en China, que es donde tienen también su centro de pruebas de encendedores, concretamente en la localidad de Whenzhou. También están presentes en Düsseldorf, Milán, y el centro logístico lo tienen en la famosa localidad portuaria de Rotterdam, en Holanda.

Opinión y prueba mini-navaja suiza de bolsillo Victorinox


Entre los componentes de mi "kit de supervivencia en ciudad" (ya hablaré de él, si se tercia, en otra ocasión) se encuentra una de las navajas suizas del fabricante Victorinox, concretamente el modelo Victorinox 0.6223 del que os voy a hablar (aunque por clasificación creo que es el modelo Victorinox 0.6222 y que se equivocaron de funda, pero en fin, no es muy importante ese detalle). La razón de elegir una navaja y haber abandonado mi anterior "tarjeta de supervivencia" (que incluía navaja, y varias cosas más), es que la tarjeta, además de más cara, es más aparatosa y, además, ya os conté que había extraviado (bueno, "me habían extraviado") el cortaplumas, que es uno de los elementos más importantes de todo kit de este estilo.

Así que un día vi que, en el llavero de un chico al que a veces acompaño, llevaba una pequeña navaja con utensilios muy interesantes, como es una lima, pequeñas tijeras, mini-destornillador, pinzas y mondadientes. Me sorprendió su precio, cuando se lo pregunté: 15 €, ni más ni menos. 15 € por una navaja minúscula es bastante caro, así que intenté buscar alguna alternativa.