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¿Qué es ser periodista hoy?



Lo cierto es que, para ser sinceros, el periodismo vive desde hace ya bastantes años una profunda crisis de identidad. Ya nos resulta hasta habitual despertarnos con la noticia del cierre de alguna cabecera o emisora de radio. Claro que no hay que confundir periodismo con medios de comunicación, aunque tampoco hay que negar que los unos están intrínsecamente unidos a los otros. El periodismo nació y creció con los medios de masas, y es ahí donde ha encontrado su sentido y su razón de ser última.

Pero, para bien o para mal, los medios de comunicación no son lo que eran. Hoy casi podríamos decir que cualquier de nosotros nos hemos convertido, en parte al menos, en periodistas: difundimos las noticias de nuestro entorno, y usamos múltiples soportes (redes sociales, servicios de mensajería, páginas web...), para darlas a conocer. Sin embargo, ese no es un periodismo "de calidad", aunque eso no quiere decir que no sea de utilidad. Conviene no confundir ambos conceptos.

¿Hay censura a los medios de comunicación por parte del Gobierno?


Durante este Estado de Alarma se ha acusado al Gobierno de muchas cosas, pero una de las más graves es sobre su intento de controlar la información: acallar críticas, tapar a quienes opinen en contra, y apagar las voces que no vayan ni estén a favor con su forma de hacer las cosas, o que planteen otras opiniones diferentes a las dictadas por el partido en el poder. Esta misma mañana, durante su intervención en la Cámara, Pablo Casado ya mencionaba un "encubierto" favoritismo hacia los medios del conglomerado mediático de A3Media.

En las ruedas de prensa podemos ver cómo se favorece la voz de medios cercanos a la corriente de quienes están ostentando el poder, ¿no te suena demasiado repetidas las apariciones de las preguntas de periodistas de, casi siempre, los mismos medios y revistas? Es una casualidad llamativa, y es por algo: porque casi siempre son los mismos, y el resto no es que no estén o no quieran hacer preguntas: es que no les dejan.

Entrevista con Mac, "el bultos"



Tal y como nos enseñó Geb, "el paparazzi", esperamos a Mac junto a la estación de tren. Casi diez minutos después vemos - o más bien oímos - aparecer una destartalada furgoneta Pegaso J4 por la calle, con un característico sonido a diésel y tocando el claxon para llamar nuestra atención, a pesar que ya le hemos hecho señas con la mano para informarle de que estábamos allí.

Mac sale de la furgoneta pegando un brinco, diciendo aturullado y sin saludar:

- ¡Lo siento! ¡He estado repartiendo material de construcción y me retrasé más tiempo del que pensaba!

Periodista, reportero, articulista, cronista...


En mis años trabajando para medios del motor, en algunas ocasiones se referían a mí como periodista, algo que no es que llegase a molestarme, pero que en gran medida me "chirriaba". No soy periodista, no estudié periodismo, ni tampoco se puede decir que perdiera mucho el sueño por serlo. La profesión de periodista tiene todos mis respetos, pero no es algo que envidie ni me agrade.

Yo siempre prefería definirme con un término muy habitual en el mundo anglosajón y que, por desgracia, en el entorno latino apenas se usa correctamente: el de reportero (reporter).

Un cuaderno o una tablet (para reporteros o periodismo)



Durante estos últimos años todos hemos sido testigos cómo se introducía un elemento electrónico en tertulias y platós de televisión: la tablet. Vemos cómo ese dispositivo se utiliza por presentadores de los programas de la televisión más dispares, como herramienta de consulta rápida y de información dinámica de gran valor. Hasta en las ruedas de prensa algunos políticos, asesores y/o expertos, las utilizan.

Sin embargo, podemos también observar cómo los periodistas y reporteros "de campo", los que realizan entrevistas en directos, acuden a ruedas de prensa o tienen que dar una crónica sobre un suceso o acontecimiento inmediato, no usan tablets, sino que continúan fiándose y recurriendo a los habituales cuadernos y bolígrafos. Es decir, al papel.

Primer día de Fase 1: el descontrol de los templos religiosos


Para el 51% del territorio español, hoy es el primer día de la Fase 1, en la cual se otorga una cierta libertad a los ciudadanos, facilitando las compras, las reuniones, y los desplazamientos. Una de las actividades que se ha empezado a ofrecer es la apertura de templos religiosos. Durante esta mañana, pues, hemos recorrido la ciudad (como reporteros, recordemos que los periodistas poseen libertad de movimientos para hacer nuestra labor informativa) y hemos estado en dos celebraciones para comprobar cómo se cumplía la ley en los mismos, y la seguridad e higiene que deben imperar para ofrecer los servicios litúrgicos.

Primero, repasemos las normas a las que los templos están obligados por ley (publicada en el BOE del sábado):

- Ofrecer a la entrada y salida geles hidroalcohólicos.
- Mantener las puertas abiertas a la entrada y salida.
- Como espacio cerrado, todas las personas que estén en el interior deben llevar mascarilla.
- Se debe mantener una distancia interpersonal de metro y medio mínimo, y de un metro entre bancos, con plazas alternas.

De nuevo Zara y Asos en el punto de mira del trabajo esclavista


En este mundo en que vivimos, o mejor en esta sociedad, no importa lo que vendas sino la marca. Lo que tiene realmente valor es algo tan intangible como la marca. Por eso hay marcas que venden ropa sin tener ni una sola fábrica propia, marcas que venden refrescos (Red Bull), sin tener una fábrica, o marcas que venden relojes (Nowley, Marea, y tantas otras), sin disponer de ninguna industria. Simplemente estampan su logo en el producto y lo revenden a veces al doble, triple o más de su precio original al que ellos lo han adquirido.

Lo peor de todo es cuando se les llena la boca asegurando y reafirmando que toda su cadena de producción no emplea trabajo esclavo, y sin embargo constantemente, una y otra vez, se les pilla "con el carrito de los helados".

Los regalos de las firmas relojeras en "la nueva Basel"



Baselworld casi puede decirse que ha pasado a mejor vida (y lo ha hecho de un año para otro, como quien dice, además), en su lugar se ha celebrado en Ginebra el salón de la relojería "Watches and Wonders" que le ha tomado el testigo por estas fechas. Aunque por razones sanitarias el evento ha tenido lugar "online" (que es lo mismo que decir que ha tenido lugar "cuando uno quisiera conectarse"). Pero, sin embargo, las marcas lo que no han hecho virtuales son los detalles con los que, año tras año, obsequian a los medios de comunicación.

Piaget, por ejemplo, ha hecho llegar a sus medios de comunicación preferentes (sus VIPs) una caja de moscovitas, mientras que Rolex se ha esmerado un poco más, y ha enviado a "sus" periodistas, fotógrafos y reporteros una bolsa junto con un estuche de lápicews de dibujo. Pero no unos lápices cualquiera, no unos Alpino "cutres", sino unos lápices de una de las firmas más elitistas del sector, de la marca Caran d'Ache, ni más ni menos. Lo que es tener contactos...

¿Por qué la prensa rosa no triunfa con los hombres?


Cuando era pequeño una de mis mayores aficiones era bajar al quiosco y comprar revistas de música, y de las que ahora se llaman "del corazón". Me encantaba especialmente la revista Semana, y entre sus anuncios y sus reportajes de la vida de personajes famosos veía un espejo en el que reflejarme, personas exitosas a las que imitar.

A medida que crecí y empecé a ser más juicioso, por supuesto todo aquello pasó, ya no adquiero revistas del corazón, aunque amigas de mi misma edad sí que continúan leyendo la Pronto, la Lecturas, la Diez Minutos... Porque han cogido la costumbre de leerlas antes de acostarse, o en la sobremesa, cuando tienen unos minutos de descanso tras realizar las tareas de la casa y de la mañana. Otras, más"sofisticadas" ellas, compran la Marie Claire o la Olga, en esos formatos "de bolsillo" que tan de moda se han puesto, para leerlas mientras van o vuelven del trabajo, en el tren o en el autobús.