Lo cierto es que, para ser sinceros, el periodismo vive desde hace ya bastantes años una profunda crisis de identidad. Ya nos resulta hasta habitual despertarnos con la noticia del cierre de alguna cabecera o emisora de radio. Claro que no hay que confundir periodismo con medios de comunicación, aunque tampoco hay que negar que los unos están intrínsecamente unidos a los otros. El periodismo nació y creció con los medios de masas, y es ahí donde ha encontrado su sentido y su razón de ser última.
Pero, para bien o para mal, los medios de comunicación no son lo que eran. Hoy casi podríamos decir que cualquier de nosotros nos hemos convertido, en parte al menos, en periodistas: difundimos las noticias de nuestro entorno, y usamos múltiples soportes (redes sociales, servicios de mensajería, páginas web...), para darlas a conocer. Sin embargo, ese no es un periodismo "de calidad", aunque eso no quiere decir que no sea de utilidad. Conviene no confundir ambos conceptos.