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Diccionarios antiguos y "diccionarios modernos"



Ayer tarde pasé por la librería para adquirir un pequeño diccionario, manejable, que me resultara útil cuando estoy escribiendo y necesito consultar algo muy concreto (nombres de huesos, de países, etc.). El caso es que los Iter Sopena que todos teníamos de niños (o que muchos recordaréis), tenían dibujos y láminas con profusión, que aparte del diccionario en sí te permitían conocer otros elementos (cómo se llamaban las partes del motor de un coche, las banderas de los países...). Tuve durante mucho tiempo uno de ellos pequeño, que te venía forrado, y con un bonito formato de bolsillo, y era el que utilizaba mientras escribía. Por supuesto, aquel diccionario quedó anticuado y hace mucho que se fue de mi lado, así que buscaba uno que fuera más actual. Pero cuando he visto la oferta de diccionarios de bolsillo actuales me he llevado una gran decepción: ninguno tiene gráficos ni fotografías, no pidas ya siquiera láminas a color. Supongo que hoy están de capa caída frente a los buscadores de internet, y que las editoriales tratan de publicar lo mínimo posible, aunque no fuesen, ni mucho menos, baratos.

Tras la decepción del diccionario de la lengua, decidí buscar alguno de sinónimos. El que tengo es un enorme volumen de Corripio que ya lleva conmigo muchísimos años (su primera edición data de los años 90). Por aquel entonces era uno de los más completos del momento, así que pensé, en mi inocencia, que ahora habría algo mejor. Me costó 1900 pts (unos 11 euros), y por ese precio lo que he visto da auténtica vergüenza ajena: diccionarios más pequeños, menos voluminosos, con menos hojas y con menos entradas (el de Corripio incluía, además, vulgarismos).

Prueba: protectores auditivos Peltor H4A de 3M


Desde hace tiempo se sabe que el oído humano es extraordinariamente sensible al sonido, y de la misma forma que este sentido nos es útil para nuestro quehacer diario (y para sobrevivir en ambientes hostiles), también esa sensibilidad tiene su contrapunto: un sonido demasiado elevado o, aunque no sea elevado, constante, puede dañarlo.

Además de lo anterior, a veces necesitamos el silencio simplemente para realizar nuestras tareas cotidianas (estudiar, trabajar...), algo que, por desgracia, no podemos todos disfrutar, con lo que nos resta concentración y nos vuelve, además, más irascibles.

Afeitadora portátil Philips PQ206 (200 Series)


Tras treinta años de servicio de mi antigua HS100 de las 100 Series, ya había llegado el momento de darle una más que merecida jubilación. Además, últimamente daba bastantes signos ya de fatiga, el pulsador a veces se aflojaba, y hacía "ruidos raros". Hace unos años Philips lanzó unos bonitos modelos con estética "vintage", eran las HS199 y HS198 (os las añadimos en galerías aparte), pero con lo último de la tecnología. Además, con recarga por USB. Pero esos modelos son hoy imposibles de encontrar. También lanzó, a un precio muy competitivo, de algo menos de 24 €, las 40 Series, como la HQ40. Estas son afeitadoras que han dado un gran resultado (conozco gente con ella que la llevan usando bastantes años), aunque por desgracia, ya están lejos de lo que eran aquellas 100 Series de los ochenta.

En mi caso, yo me incliné por las 200 Series, en concreto por la Philips PQ206, aunque casi sin otra opción. Y digo esto porque - y al menos en España - Philips está descatalogando todas sus afeitadoras portátiles (o, como ellos llaman, "de viaje"), en detrimento de sus afeitadoras de cable o a baterías de última generación, que pueden utilizarse con la cara mojada y que más parece que estés usando una máquina termonuclear que una afeitadora.

El equipamiento que - seguramente - no sabías de la Policía española



Al contrario que otras fuerzas del orden y gubernamentales de otros países, la Policía Nacional española no lleva las populares Glock que vemos en novelas como "Curvas y aceite". Los cuerpos españoles dejan su confianza en manos de la compañía alemana de H&K (Heckler & Koch, "Universelle Selbstladepistole", "Pistola Autocargable Universal"). Al contrario que las Glock, las H&K se pueden conseguir con aleta de seguro, mientras que en las Glock este bloqueo es automático (la pistola siempre está preparada para disparar en cualquier momento, aunque ante un accidente, las Glock se bloquean por sí mismas). También son más pesadas porque, al contrario que las Glock que están hechas de avanzados compuestos sintéticos de resina, las H&K son de metal, y pesan la friolera de casi 800 gr. Tengamos en cuenta que los policías llevan esta arma a la cintura, por lo que habréis notado si os fijáis un poco ese efecto a "colgante", con la pistola bailando a uno y a otro lado. Pues ahora sabéis por qué es: porque llevan casi un kilo de metal ahí cayendo "a plomo".

Según se dice, la Policía confía en ella porque esta pistola es muy fiable, y lleva mucho tiempo entre la dotación. Más bien parece responder, sin embargo, a que la H&K no se puede desmontar si no se retira el cargador, lo que evita accidentes tanto con los policías de más edad o más torpes como ante reyertas o encuentros con ciudadanos, digamos, "exaltados".