Reseña: pistola automática y semi-automática Glock G18



Me reconozco un gran fan de Celia, la escolta que aparece en algunas de las novelas de A. Bial Le Metayer, como "Curvas y aceite" o "Los casos de la inspectora Castela". Esta guardaespaldas, de aspecto rockero y curtida de cicatrices, suele ir acompañada de una Glock G18. La G18 es una variante de la clásica y original - y también legendaria - G17, que tiene sus raíces en los inicios de la firma armera austriaca.

La G18 (o Glock 18) fue una petición de la unidad anti-terrorista austriaca EKO Cobra, con el fin de incorporar a su armamento una pistola con todas las bondades de la G17 original, pero enfocada a trabajar bajo presión. La pistola es capaz de disparar totalmente en modo automático, aunque posee un selector (parte superior derecha) para hacerla semi-automática. Utiliza munición del calibre 9 mm, en cargadores que pueden ir desde 19 a las 33 balas. En ráfaga, puede disparar la increíble cifra de 1200 balas por minuto, lo que la convierten en un arma mortífera (por si las pistolas no lo fueran ya de por sí).

Actualmente, es una pistola de uso prohibido en Estados Unidos, solo permitida para cuestiones de entrenamiento.




La pistola fue desarrollada para fuerzas profesionales en 1986, y es habitual en este tipo de personal. Existe una variante compensada, la 18C, con salida para gases.

El mecanismo de la pistola es conocido por ser increíblemente intrincado y único, y de su fiabilidad y resistencia da buena cuenta los años que lleva en el mercado. Aunque oficialmente se puede adquirir con cargadores de hasta 33 balas, se ha testado con cargadores incluso de 100 balas, sin presentar defectos de funcionamiento. Precisamente por esa potencia de disparo, no está disponible para el público en los Estados Unidos (aunque bajo ciertas circunstancias se pueden adquirir modelos antiguos).



Como todas las Glock, la G18 no dispone de un mecanismo de bloqueo al uso. De hecho, el mismo fabricante advierte que sus armas están preparadas para disparar "en todo momento", y es así cómo han de considerarse. Las Glock disponen, en sustitución de un bloqueo, del sistema que la casa austriaca llama Safe Action ("Acción segura"). Este sistema impide que la pistola se dispare sola, por ejemplo al caer, al golpear con ella, o al movernos lateralmente y darnos con un borde de la mano. Su funcionamiento consiste en un bloqueo de gatillo, de manera que la pistola está en todo momento "inoperativa", sin poder disparar. Sin embargo, cuanto el tirador coloca el dedo en el gatillo, a determinados milímetros el sistema mecánico desbloquea la pistola, y la dispone lista para el disparo. Si antes de llegar al final del recorrido, el tirador relaja el dedo, el sistema se bloquea nuevamente, pero si en su lugar el dedo aprieta el gatillo hasta el final del recorrido, el percutor dispara la bala.

Es un sistema que no requiere, por tanto, una palanca de seguridad, ni seguro alguno, simplemente es el propio dedo sobre el gatillo quien anula el bloqueo y lo restaura, automáticamente. Por ello, la pistola siempre es "funcional", al carecer de los tradicionales y clásicos seguros al uso.



Este sistema tiene sus pros y sus contras. Por un lado, evita que la pistola se dispare si se nos olvida no ponerle el seguro, o que tropecemos con algo (por ejemplo, con un movimiento al guardarla) y le movamos la palanca del seguro y la desbloqueemos sin querer.

Por el otro, si hacemos ciertos movimientos sobre el gatillo, podemos disparar la Glock sin más, por ello el fabricante urge insistentemente no ya a que jamás se toque el gatillo (solo cuando uno esté seguro de que va a disparar), sino que ni siquiera se toque el guardamonte.



Al ser un sistema automático, es más cómodo y menos problemático que los tradicionales métodos de bloqueo, quizá por ello las Glock sean tan preciadas en ese aspecto (y en otros muchos).

Construidas con un exterior de resina (un polímero con base de nylon desarrollado por su inventor, Gaston Glock, denominado Polymer 2), sobre un esqueleto de metal, son mucho más resistentes que las pistolas convencionales de aleación, pueden funcionar en condiciones severas, y son muy fiables y robustas. Y de entre todas ellas, la más mítica, y una de las más temibles, es esta imponente G18 de la escolta Celia, que encontramos en algunas de las novelas de A. Bial Le Metayer, disponibles en Amazon.

Importante: Las armas que se muestran en este artículo son réplicas con fines únicamente de muestra, no operativas ni funcionales, y de circulación totalmente legal. Nuestro consejo es que dejes siempre en manos de personal muy experto el uso y tenencia de armas de fuego reales.

| Redacción: esRevistas.com / esRevistas.blogspot.com




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2 comentarios :

  1. Desconocía que no tenía seguro, y lo de su modalidad de disparo en tipo automático. Pensaba que eso no existía en las pistolas semiautomáticas.

    Por lo demás Glock me encanta con sus diseños y materiales tan futuristas. No me extraña que Celia o Castela la usen.

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    1. A mí Glock me encanta por ser Europea, recordarás la cantidad de firmas que había en España, y ninguna ha pervivido (para bien o para mal, ahí no entro). Si no fuera por Glock, solo estaría Estados Unidos (y China y Rusia, claro) como grandes innovadores en este tipo de cosas. Que Glock sea europea no digo que sea un orgullo (nunca es un orgullo que alguien fabrique armas), pero sí que nos hace sentirnos un poco más de su lado que el de Colt o similares.

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