Mostrando las entradas para la consulta Pulseras ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta Pulseras ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas

El resurgir del morse en la era de los smartwatches



Como amante del código morse y defensor a ultranza del mismo, me ha sorprendido gratamente el que de cuando en cuando surjan iniciativas que pongan de actualidad esta antiquísima forma de comunicación. Una de las últimas ha sido la firma germana IMY, que está teniendo un enorme éxito con sus pulseras en morse diseñadas en Alemania (y como no lo mencionan, seguramente fabricadas en China).

En realidad la idea no es nueva, pero le han dado "una vuelta", un toque diferente y moderno. Se trata de una pulsera en la que puedes elegir un mensaje, escrito en morse (no hay posibilidades de personalización). El resto de su éxito lo tienen sus atractivos colores apagados "a lo militar", y su packaging y presentación.

El gel hidroalcohólico, en un reloj


Bueno, no es técnicamente un reloj, pero me ha llamado la atención este gel hidroalcohólico en "formato reloj". Ciertamente, cosas que no inventen... Lo firma la marca Cleands, y a un precio de unos 15 € tenemos una pulsera con diseño en formato reloj en donde "la caja" se ha transformado en un contenedor de gel hidroalcohólico. Dice su fabricante que con la cantidad que almacena se puede utilizar hasta 15 veces y que, además, es recargable. Una idea un poco "loca", si se quiere ver así, pero no deja de ser útil en la coyuntura en la que nos encontramos, y que además ofrece la ventaja de no tener que tocar y manosear "botellines" ni recipientes de geles, que pueden quedar luego contaminados. Con esta pulsera-especie-de-reloj podemos llevar el gel con nosotros y, a través de su boquilla-dispensadora, echárnoslo en las manos cuando nos haga falta, en cualquier parte.

Las pulseras están hechas en España y se pueden adquirir de diferentes colores, forman parte de una start-up de jóvenes, y parte de sus beneficios irán a parar a la lucha contra la COVID-19. Sin duda es una buena iniciativa que tal vez resulte exitosa, aunque no deja de ser curioso que hace no tanto se hablaba de la desaparición del reloj ante la masificación de los smartphones, y ahora aparecen más cosas inspiradas en relojes que nunca.

Correas de resina para reloj de Diloy


Cuando hablamos de correas para reloj es importante no escatimar en calidad. Al fin y al cabo va a ser un producto que vamos a llevar continuamente en contacto con nuestra piel durante todo el día, y con el cual no debemos tener dudas tanto en su seguridad como en su fiabilidad. Si a eso añadimos que sea duradero y de precio competitivo, estaríamos entonces ante la correa ideal.

En el entorno actual existen muchas alternativas de correas de todo tipo, podemos adquirirlas tiradas de precio en internet o en los cuchitriles de "los chinos", pero si apreciamos un poco nuestro reloj y queremos un mínimo de comodidad, entonces las opciones se reducen drásticamente.

Correas para reloj de Diloy


Cuando hablamos de correas para reloj es importante no escatimar en calidad. Al fin y al cabo va a ser un producto que vamos a llevar continuamente en contacto con nuestra piel durante todo el día, y con el cual no debemos tener dudas tanto en su seguridad como en su fiabilidad. Si a eso añadimos que sea duradero y de precio competitivo, estaríamos entonces ante la correa ideal.

En el entorno actual existen muchas alternativas de correas de todo tipo, podemos adquirirlas tiradas de precio en internet o en los cuchitriles de "los chinos", pero si apreciamos un poco nuestro reloj y queremos un mínimo de comodidad, entonces las opciones se reducen drásticamente.

Relojes de primera, y relojes de segunda


Hay relojes buenos, y relojes malos. Hay relojes caros, y relojes baratos. Sin embargo hay fabricantes que van más allá, y hacen relojes de primera, y relojes de segunda. Casio es uno de ellos.

Se dice que Casio tiene relojes muy buenos, y es cierto. Y se dice que, además, también son muy competitivos, cosa que también lo es. Pero esto es así mientras no les exijas demasiado.

Un mundo sin relojes... Ni relojeros


Siempre uso zapatillas, pero en una ocasión decidí cambiarme a unos náuticos. Al principio me resultaban tan incómodos, duros y molestos, que los dejé abandonados en un rincón. Muchos meses después volví a ellos, me costó algunos días adaptarme, pero tras algunos paseos molestos y unas pocas heridas en los pies, el cuero acabó adoptando la forma de mi pie hasta conseguir transformarlos en un calzado tan cómodo como un guante. Tal es así que, para mi sorpresa, los usé hasta que no pudieron dar más de sí y rompieron por todos lados.

Algo parecido ocurre con la relojería. Si observas un poco, te darás cuenta de que cada vez más gente mayor, ancianos incluso, han sustituido los relojes convencionales por las bandas o pulseras deportivas ("smartband"). Tras una primera más o menos dura o larga adaptación, no pueden desprenderse de ellas: les informan de su ritmo cardiaco, sus movimientos diarios, incluso de lo bien (o mal) que han pasado la noche. Por supuesto también tienen hora y calendario.