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La mejor crema de cacao de España (y probablemente del mundo entero)


Suele decirse que entre las marcas blancas de los supermercados, que por lo general dejan bastante que desear, a veces se encuentran productos de gran calidad y de primeras marcas. A mí me extrañaba que entre las ofertas que veía en el supermercado, siempre pusieran rebajada de precio la Nocilla, y sin embargo no pusieran a su propia marca de crema de cacao de Alteza. Más aún: que mientras los artículos de Nocilla eran numerosos, en las estanterías la crema de cacao de Alteza siempre suele estar con muy pocas unidades, indicio de que se vende bien.

La razón es sencilla: la crema de cacao de Alteza es de una enorme calidad. Olvídate de "nocillas", "nutellas" y demás, esta crema de cacao realmente las supera. Y además, en precio es enormemente competitiva.

La otra alternativa italiana a la Nutella


Si eres de los que intentan evitar el aceite de palma (según algunos estudios, el aceite de palma genera unos contaminantes potencialmente carcinogénicos) y a la vez eres consumidor de cremas de chocolate, quizá estés en la dura batalla de buscar un alimento sustituto de la famosa Nutella. Ciertamente variantes hay muchas, y de diversos fabricantes, pero esta lista se reduce muchísimo si queremos elegir también otro producto italiano que se distribuya en nuestro país. Pero aunque no sea tan famoso, existir existe, y lleva el "pomposo" (otros dirán "romántico") nombre de "Amor & Creme".

Esta crema de cacao, producida por Pernigotti, no lleva en su composición aceite de palma, en su lugar lo sustituye por el -al parecer- más saludable aceite de coco.

El escándalo del aceite de palma


Por desgracia los españoles tenemos un muy ingrato recuerdo con los aceites de uso alimenticio, debido a la desagradable experiencia de los afectados por el aceite de colza (algunos con secuelas para toda la vida, por cierto). Obviamente no es el mismo caso, pero detrás se esconden las mismas causas: el interés de empresas sin escrúpulos que persiguen los mayores beneficios sin tener en cuenta quiénes les dan esos beneficios, o sea, sus consumidores, sus clientes.

Hasta ahora las compañías (como las operadoras de telefonía y fabricantes, con las radiaciones móviles, o incluso en su día las tabacaleras, llegando a pagar estudios "científicos" para que concluyeran incluso que el tabaco era casi algo "saludable") se escudaban diciendo que los estudios y ensayos clínicos respecto al aceite de palma "no eran concluyentes". Eso a pesar de que, desde hace tiempo se sospechaba de que su uso, cada vez más generalizado, podía llevar a consecuencias desastrosas, como así ha sido.