Mostrando entradas con la etiqueta botas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta botas. Mostrar todas las entradas

Prueba de botas Salomon Lyngen


Hace bastante tiempo que no hacemos reviews de calzado en Duraderos, de manera que este es un buen momento, por la época del año en que nos encontramos, de realizar un análisis de unas botas. Y lo vamos a hacer de una marca de renombre, una firma legendaria y muy famosa en el terreno del calzado deportivo: Salomon. En concreto, os presentamos las Salomon Lyngen, un modelo que -y dejando de lado su desacertado nombre que suena a "lingerie"-, en torno a los 80 €, podemos calificar como de gama media dentro de Salomon.

Sobre el papel, las cualidades de estas botas son excepcionales: suela de dura resina reforzada (nada de esa horrible goma EVA que se cae a trozos tras la primera semana de uso), con sistema anti-impactos y, además, no deslizante. Cubierta Gore-Tex, confortable zona almohadillada en el interior de todo el forro, refuerzos "pegados" con pegamento, tecnología de antideslizante ContaGrip, plantilla lavable y con sistema de aireación Ortholite... Poco podemos decir de malo respecto a los materiales y acabados de estas botas. Además, la horma de Salomon es una de las mejores del mercado: si calzas el 39, por ejemplo, sus botas del 39 te irán como un guante, nada que ver con esas marcas que fabrican en China, donde el número 41 en realidad es el 40, y tienes que andar cambiando constantemente porque, para ser sinceros, la horma china no se ajusta para nada a la europea.

Probamos las botas de trekking Highland Creek


Sabemos muy bien que en el mercado del calzado hay mucha marca "de boquilla", que como ocurre con las gafas, los relojes o los mismos calcetines, viven de vender eso, la marca, y no tanto un buen producto. Por eso mismo, podemos encontrar también buenos productos de similares características si nos salimos de esas marcas que piden mucho por algo que, dentro de marcas sin tanto renombre, podemos encontrar a precios mucho más asequibles.

Una de esas marcas que no son tan populares, pero que sin embargo sí tienen unos buenos precios, es Highland Creek. En este caso sus botas de trekking incluyen tecnología que ellos llaman DEltex. Vale que no es Gore-Tex, y por lo tanto no es ligera (el Gore-Tex une ligereza con unas altas prestaciones y cualidades aislantes), pero también es un precio más bajo (notablemente más bajo). DEltex es una membrana repelente al agua, y transpirable. Dado que el forro de estas Highland Creek tiene partes textiles, probablemente quiera decir que es un tejido que ha sido sometido a un tratamiento de aislamiento previo.

Botas de piel Klondike (y por qué no se hacen botas como antes)


Llevábamos tiempo en Duraderos sin realizar una review sobre calzado, y dado que me apetecía bastante hacerlo y creo que ya ha llegado el momento de volver a ello, vamos a hablar de una de estas botas de piel que podrían considerarse "todo-terreno", las que en sus tiempos llevarían nuestros abuelos para "salir al monte" o en épocas invernales.

El mayor problema, sin embargo, de este tipo de calzado "no técnico", es que es enormemente pesado. La piel, el trenzado, el cosido para asegurar e incluso la propia suela hacen de este tipo de botas algo muy duro en los pies. A veces no entiendo muy bien por qué nuestros abuelos caminaban todo el día con ellas (a veces durante toda la jornada de trabajo), salían luego a hacer labores del campo, y las usaban en las condiciones más penosas, y sin embargo no solían quejarse. Hoy nos ponemos un calzado de "medio gramo" y ya nos parece pesado, y nos aprieta un poco, y ya nos quejamos.

Probamos las zapatillas de trekking de John Smith


Aunque algunos las definiríais como "botas", lo cierto es que por diseño y construcción este tipo de calzado se acerca más a lo que uno entendería por zapatillas, o más acertadamente zapatillas de trekking, es decir: para un uso esporádico fuera de terrenos alfastados y pavimentados.

John Smith es una compañía española especializada en productos para la caza que, desde los años cincuenta, sigue la misma familia llevando el negocio. Es, por tanto, uno de los pocos fabricantes de calzado de nuestro país que podría considerarse "familiar", o con gran tradición. En 1970 decidieron implicarse en el mundo del calzado, con muchos y acertados logros desde entonces.

Prueba y opinión: zapatos de seguridad Skarppa


Hemos decidido traeros a Duraderos.com una nueva marca de calzado laboral, y nuestra insistencia en este tipo de material de protección tiene su razón de ser: es tal el batiburrillo de marcas y fabricantes que se entremezclan en ese salvaje mundo -y tan competido- del vestuario laboral, que al empresario o departamento encargado de estos menesteres se le hace un terrible dilema por cual decidirse, y cuales de entre esas marcas tienen la relación calidad/precio más competitiva.

El asunto no es trivial: de ello depende no solo la seguridad del trabajador, que es lo más importante, sino su confort a la hora de desarrollar su labor, lo que se traduce en una mejor productividad, menor conflicto laboral, quejas y bajas. Además, y por si fuera poco, cuando tenemos que tomar la decisión de elegir una marca tenemos que asegurarnos que esos artículos por los que estamos pagando no solo sean asequibles para la empresa, sino también que nos garanticen un mínimo de durabilidad, o sea: que sean duraderos, que es precisamente el título de esta publicación.

Shoes for Crews obligado a retirar varios modelos del mercado europeo


Shoes for Crews es una poderosa marca que comercializa calzado cuyo principal aliciente es también su slogan: "la suela que no resbala". Llevan años produciendo un gran número de modelos, desde su nacimiento allá por 1984. Actualmente se comercializan bajo su propia marca, Shoes for Crews, y bajo la marca Mozo. La Unión Europea ha revisado algunos de sus modelos y ha dado orden para que dejen de comercializarse y, en caso de estar en tiendas, se devuelvan al fabricante.

Los modelos de calzado afectados son numerosos, y alcanzan desde sus modelos Aramis, los cuales no son lo suficientemente resistentes para lo que están pensados y por lo tanto no cumplen con la directiva EN ISO 20345 para productos EPI, hasta varios de su Colt, o Warrior.

¡Cuidado con el calzado de seguridad!


La Unión Europea ha tenido que proceder a darle un rapapolvo a varias marcas de vestuario laboral (ya hemos traído aquí a unas cuantas y ya os dijimos que "cuidadito" con lo que hay ahí, que no es como lo pintan y la gran mayoría venden productos desastrosos que no solo no están a la altura en comodidad, sino que ni siquiera cumplen las homologaciones). En esta ocasión el objeto de sus inspecciones ha recaído sobre calzado, y guantes.

Así, han empezado por la marca G-Stone y han caído uno tras otro de sus productos. Empezando por su modelo Tech, una bota estilo zapatilla con "presumible" homologación S3-B, han enviado una alerta para que se retire del mercado porque no solo no supera los tests de impacto, sino que el calzado que se comercializa posee unos niveles de metales pesados, como el cromo, muy superiores a los permitidos.

Prueba y opinión de botas de seguridad Panter


Hace tiempo que quería traer a Duraderos.com algún calzado de seguridad, y sobre todo de las primeras marcas, huyendo de productos low cost y de malísima calidad como Anibal (Marca) o Cofra, de los cuales no merece la pena ni que los mencionemos.

Sin embargo Panter es otra historia. Es una de las marcas de renombre en este tipo de productos, una de las de más larga tradición, en el exigente sector del calzado de seguridad. Además, las botas que os traemos a Duraderos.com son unos modelos ya probados, y he podido contar con la experiencia, opiniones y conocimientos de su propietario, al cual le agradezco su colaboración para llevar a cabo este artículo.

¿Merece la pena gastarse dinero en unas buenas zapatillas?


Mi compañero que a veces sale conmigo a hacer alguna ruta lleva siempre las mismas zapatillas. El año pasado, mientras andábamos por las montañas y regresamos a la tarde y casi sin horas de luz, mientras nos caía encima una tormenta tras otra (y encima nos perdimos...), él llevaba las mismas zapatillas que sigue usando hoy. Mientras yo llevo cambiando casi cuatro pares, él aún no las cambió.

Me contó que las había comprado en Decathlon por menos de veinte euros. Por el mundo de la bicicleta sé que -por lo general- Decathlon tiene buenos productos. En la franja media y baja, de entre las peores sus bicicletas son de lo mejor. De hecho tienen una fama buenísima (ganada a pulso) entre los propios ciclistas, incluso entre los más experimentados.

Yumas Lander: la mala calidad también se paga


Con mucha ilusión había adquirido yo mis zapatillas Yumas de trekking con la intención de que me durasen, al menos, todo el invierno. Ni eso siquiera. Acabamos de empezar precisamente el invierno, y ya están en las últimas. Una de las suelas está perforada y la otra está otro tanto de lo mismo y a punto de quedar también agujereada. Desastrosa la calidad de estas Yumas.

La cosa empezó a ir pronto mal. Tras un par de salidas con las nuevas zapatillas de Yumas, ya pude dar un veredicto sobre ellas. El principal es que, aún siendo casi nuevas (con un par de semanas de uso) sus signos de desgaste empezaron a ser más que evidentes. El más preocupante fue que su suela tenía partes que sin explicación alguna (bueno, la tiene, os lo diré en un momento) fueron desapareciendo, como si fuera una auténtica goma de borrar. Literalmente la zona de los tacos y dibujo en marrón se fue al garete, algo que empezó a quedar pronto patente sobre todo en la parte del talón (donde más presión ejerce el pie ya que es donde primero contacta con el suelo).

Prueba: zapatillas híbridas Yumas Lander


Durante estas últimas semanas he estado buscando algún modelo de zapatilla multipropósito, es decir, que sirviera tanto para la ciudad como para algunas salidas ocasionales al campo. Tras mucho investigar he visto que pocos modelos hay en el mercado que cumplan esas expectativas. Por supuesto, tenemos zapatillas (y botas) de montaña y media montaña de Salomon o The North Face, que pueden utilizarse también en la ciudad, pero aparte de ser pesadas tienen unos precios muy altos, y yo quería ceñirme a unas zapatillas más asequibles, en torno a los cincuenta euros que cumpliesen esos objetivos.

Como es normal, no hay nada en el mercado de la zapatería barato y bueno. Evidentemente lo mejor hubiera sido quedarme en un fabricante español y de fabricación nacional, pero para eso por desgracia hay que pagar un precio bastante más elevado. Lo que sí opté fue por elegir a una marca española, Yumas en este caso, de manera que si no podía tener una parte (la fabricación nacional), al menos tuviese la otra (la marca nacional).