Fase 0,5 para Madrid y Barcelona


A diferencia de la pasada semana, no parece que esta tarde el ministro de Sanidad Salvador Illa anuncie grandes novedades. Todo parece apuntar a que la Comunidad Valenciana y el resto de provincias de Andalucía que no estaban en Fase 1, pasarán a estarlo, recibiendo el "aprobado" del Ministerio. Muy diferente serán los casos de Madrid y el área metropolitana de Barcelona. Tanto por número de casos -muy parecidos a Cataluña- como por evolución de la pandemia, Madrid no está preparada para la Fase 1, y sería un despropósito dejarse llevar por las amenazas de la presidenta de la Comunidad, Isabel Ayuso, presionando por todos los frentes para que en Madrid se abriera la veda como si fuera una de las Comunidades Autónomas más preparadas o con menor índice de casos.

Lo que sí parece ya más probable es que Madrid, o su área metropolitana al menos, siga los pasos de Barcelona y se le permita una Fase 0 más flexible, lo que se ha dado en llamar una Fase 0,5.

Alcohol para desinfección en formato spray


Aunque la pandemia provocada por el coronavirus SARS-CoV-2 nos vaya dando un pequeño respiro, algunas prácticas de higiene que tenemos que realizar de forma cotidiana han venido para quedarse durante mucho tiempo, al menos mientras no se encuentre un tratamiento eficaz o, mucho mejor, una vacuna.

Lavarse las manos con frecuencia, mantener una distancia social de 2 metros, el uso frecuente de mascarillas... Y, a todo ello, algo en lo que insisten los expertos, es desinfectar los productos de la compra cuando lleguemos a casa.

Primer día de Fase 1: el descontrol de los templos religiosos


Para el 51% del territorio español, hoy es el primer día de la Fase 1, en la cual se otorga una cierta libertad a los ciudadanos, facilitando las compras, las reuniones, y los desplazamientos. Una de las actividades que se ha empezado a ofrecer es la apertura de templos religiosos. Durante esta mañana, pues, hemos recorrido la ciudad (como reporteros, recordemos que los periodistas poseen libertad de movimientos para hacer nuestra labor informativa) y hemos estado en dos celebraciones para comprobar cómo se cumplía la ley en los mismos, y la seguridad e higiene que deben imperar para ofrecer los servicios litúrgicos.

Primero, repasemos las normas a las que los templos están obligados por ley (publicada en el BOE del sábado):

- Ofrecer a la entrada y salida geles hidroalcohólicos.
- Mantener las puertas abiertas a la entrada y salida.
- Como espacio cerrado, todas las personas que estén en el interior deben llevar mascarilla.
- Se debe mantener una distancia interpersonal de metro y medio mínimo, y de un metro entre bancos, con plazas alternas.

La guerra "de fases" ha empezado


Lo que más temía el Gobierno que sucediese, ha ocurrido. El diseño de la llamada "desescalada" ha terminado por enfrentar a las autonomías, distinguiéndolas entre "aprobados" y "suspensos", entre "privilegiados" y "castigados". A fin de cuentas, el diseño se basaba en eso: en otorgar privilegios, y las comunidades autónomas que no han podido acceder a ellos se han sentido, en cierta manera, desprestigiadas o desilusionadas. Solo Cataluña (que ya admitió con notable sinceridad que no podría salir de su actual Fase 0) y en cierta medida Castilla-La Mancha (muy castigada por la pandemia) han asumido con cierta resignación su situación.

Sin embargo, Andalucía, y también la Comunidad Valenciana, han amenazado con guerra, enfrentándose al ejecutivo central y reclamando un revisión de urgencia de la documentación que han enviado. No quieren ni esperar a la próxima semana, quieren pasar a Fase 1 ya. Madrid ya envió documentación "deprisa y corriendo" y, como el Ejecutivo no la deja pasar a la Fase 1, ellos han organizado su propio "desfase" encubierto: abrirán parques, regalarán mascarillas para que la gente las use cuando salga, y peatonalizarán calles. Resulta curioso que lo hagan, cuando en teoría sus ciudadanos apenas pueden salir de casa, pero es evidente que tratan de, solapadamente, inculcar su propia visión y su propio ritmo de desescalada, a espaldas del Gobierno central.