Quedamos con Geb frente a la estación de trenes, como nos confiesa que suele hacer habitualmente cuando se cita con "colegas". Le reconocemos rápidamente: lleva una llamativa cámara reflex colgando del cuello, y viste con un polo y unos pantalones de pinza color claro. Sobre su cabeza lleva puesta una gorra; "no solo me protege del sol" - asegura -, "también de miradas indiscretas" nos suelta, con una media sonrisa cargada de intencionalidad y de misterio. Suponemos que para su trabajo pasar inadvertido o poder ocultarse es primordial.
esRevistas: - ¿Cómo empezó en esto? - Le preguntamos, mientras comenzamos a dar un paseo por las adoquinadas aceras.
Geb: - Pues de manera casual, mira tú. Un día me encuentro con Paul Davis en la mesa de un restaurante. Frente a él tenía a un tipo de corbata, muy elegante. Enseguida me di cuenta que había un par de gorilas - así llaman los paparazzi a los escoltas - muy cerca, y decido sacarle unas fotos disimuladamente con el móvil. Las llevé al periódico La Gaceta del Sábado, un tabloide que, por desgracia, ya ha desaparecido debido a esta crisis tan acuciante que sufre la prensa. Era un periódico que salía los sábados, para lectores de fin de semana. El director se quedó pálido, ¡aquel tipo era uno de los mafiosos más perseguidos de Europa! Me pagaron un buen dinero por aquellas fotos y aquel mismo sábado salieron publicadas como una exclusiva. Resultó que Paul Davis estaba detrás del tipo, y al final le trincaron unos días después. Parece ser que la publicación de las fotos aceleró la operación y la "Franz LZ Insurances" se vio obligada a actuar deprisa para que no se les fuera todo al traste.