El paparazzi. Bia Namaran, en la intimidad con Celia Iturralde



Geb "El Paparazzi", en exclusiva para esRevistas -. Parece ser que el popular dicho de "la primavera la sangre altera" se cumple bastante a rajatabla, al menos a tenor de lo que hemos visto últimamente. Y es que si hace pocas fechas captábamos en exclusiva el idílico encuentro entre Anabel Faure Dumont y J. G. Chamorro, esta vez hemos vuelto a pescar a otra pareja, pero en este caso a la escolta Celia Iturralde junto con el escritor Bia Namaran. Ambos parece que se habían citado frente a la oficina de Correos y Telégrafos. Por lo que pudimos comprobar, Bia Namaran estuvo esperando un buen rato, hasta que un bonito Audi A1 de color rojo apareció por una esquina y, de inmediato, se dirigió hacia él.

Para nuestra sorpresa, de su interior salió Celia Iturralde, vistiendo un bonito conjunto de falda y chaquetilla borgoña, botas blancas con un coqueto tacón, con una camiseta ajustada debajo en color blanco, en la que se dibujaban bastante fielmente sus femeninos encantos. Al verla, Bia Namaran acudió muy emocionado hacia ella y con evidentes gestos de alegría, mientras que la escolta de pelo negro hacía aflorar todas sus dotes de seducción.



Nada más ver aparecer el Audi A1 que conducía Celia, Bia Namaran echó a correr hacia él. ¡Tranquilo, que no te la van a quitar!


Celia portaba entre sus manos un bolso, y con nuestro teleobjetivo pudimos discernir al entrar en la oficina comercial que de su interior sacaba una libreta de la Caja Postal. ¿Iría a cobrar a la oficina su último trabajo, y habría quedado allí con Bia Namaran? Quién sabe.

Tras las gestiones en la empresa estatal de Correos, la parejita volvió a salir y estuvieron un rato dialogando junto a la furgoneta Alfa Romeo F-12 de Bia Namaran, probablemente acordando el lugar al que se dirigirían a continuación, pues ambos partieron en sus respectivos vehículos en la misma dirección. Tal vez con destino a algún rincón de una playa desértica donde darle rienda suelta a toda su pasión.



Bia Namaran no se separó ni un momento de la atractiva escolta.



Antes de separarse para ir cada uno en su vehículo, intercambiaron unas palabras, probablemente para asegurarse de que ambos conocían el lugar de destino



Bia Namaran le hacía constantes arrumacos a Celia. Es más que evidente que debe haber algo más que amistad entre ellos.




| Redacción: esRevistas.com / esRevistas.blogspot.com | Bburago, tu marca de vehículos a escala



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