En 1973, en pleno auge de la tecnología de motor rotatorio Wankel (hacía sólo un par de años que el Citroen SM, también con motor rotativo, viese la luz, así como los Citroen GS Birotor, o el Citroen M35, también con motor Wankel), Chevrolet trató de llevar a cabo su propia experiencia entrando en la tecnología de motores rotatorios, por lo que sus impulsores debieron pensar que qué mejor forma de hacerlo que usando la plataforma del Corvette. Así, en 1973 se haría realidad un curioso (y hoy casi olvidado) variante del Corvette, el Chevrolet Corvette Two Rotor.
El que se haga poca referencia a él tiene sus motivos, y es que fue un automóvil que, tras la fase digamos "de pruebas", nunca llegó a la producción y, por lo tanto, no fue oficialmente comercializado, así que esa parece ser la causa de que sea tan poco conocido. Este Corvette usaba un motor de dos rotores, montado transversalmente en la parte delantera del tren posterior, con el fin de exporar (junto con GM) un propulsor para un coche deportivo. Probablemente tuviesen en mente conseguir un consumo más contenido, con una potencia similar, aunque el tiempo ha demostrado que estos motores son todo lo contrario: consumen bastante más que un motor de ciclo Otto convencional.