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Tebeos re-editados a 15 euros


Me he enterado que la ediorial Bruguera ("Bruguera Clásica", ahora en manos de Penguin Random House, los cuales, por cierto, han rescatado el antiguo logo del gato negro) ha vuelto a relanzar - ya he perdido la cuenta de cuantas veces se ha hecho, primero en la Colección Olé por la Bruguera "original", luego en "Magos del humor" por Ediciones B, por el grupo Zeta... - los tebeos o cómics de sus archivos. Este año le ha tocado a los Zipi y Zape del legendario Escobar (el auténtico, y no todas esas "parrafadas" que vinieron después tratando de imitarle tan burdamente), y su último número hace el 14.

Son 46 páginas, las habituales de un cómic "de tapa dura", es decir, de las llamadas "novelas gráficas".

Proceso de dibujo con el apoyo de 3D


La creación artística se ha visto enormemente beneficiada con las herramientas de modelaje en tres dimensiones (3D). Hace años que los dibujantes, y artistas de todo tipo, llevamos utilizando - para hacer parte, o todos los elementos de un guión, cómics o cualquier creación parecida - este tipo de aplicaciones. A veces incluso en los dibujos y cómics que, a simple vista, parecen hechos a mano, parten de diseños en 3D. La razón es lógica: se ahorra muchísimo tiempo, permite ver mejor las sombras (y distribuirlas), y se pueden reaprovechar los diseños. Es decir: en un diseño clásico, el dibujante tiene que rehacer una y otra y otra vez el personaje (de ahí que a veces parezca más gordo, más alto, con una nariz algo "distinta", etc...). En un diseño apoyado o realizado en 3D, el personaje una vez creado es el mismo en todas las escenas.

Precisamente es esto lo que más me agrada de este tipo de diseño, el saber que cuando haces una chica, un chico, un animal o cualquier elemento en 3D, en todo el resto del trabajo que crees a partir de él será el mismo.

Crítica de "Alita, ángel de combate"


Para todos los que crecimos con el manga de "Alita, ángel de combate" ("Alita, Battle Angel"), verla ahora en el cine nos produce cierto escalofrío. Ciertamente no es la primera vez que "Alita" (o "Yoko", que es su verdadero nombre) se va a la gran pantalla, ya tuvo una secuela que mejor olvidar - y que ni mencionaré -, de ingrato recuerdo. Y es que no es fácil el personaje creado por Yukito Kishiro, tanto es así que, durante los números en los que estuvo a la venta el manga (en España a mediados de los noventa), ni el mismo autor se aclaraba muchas veces.

Para quien no sepa de qué va la historia, os resumiré rápidamente que Alita es una cyborg (aunque en realidad, de humana solo tenga el cerebro), que el doctor Dyson Ido encuentra entre los desperdicios que caen de una ciudad flotante. El manga gira en torno al deseo de Alita (o, más bien, sus "compañeros de aventuras", entre los que se haya un noviete, medio novio, o algo así) de llegar arriba, a la ciudad flotante. La trama está ambientada en el año 2563, en donde la tecnología permite que los humanos aumenten sus capacidades de lucha -y también de supervivencia- gracias a la tecnología robótica, convirtiéndolos en cyborgs.