Volvemos a hablar de movilidad y de iluminación, abordando en esta ocasión las luces de LED para bicicletas o patinetes clásicos TD-515 y TD-516. Lo cierto es que, antes de que desaparecieran este tipo de dispositivos, tenía ganas de volver a traeros uno de ellos aquí.
¿Por qué he dicho "desaparecer"? Evidentemente, la iluminación para este tipo de vehículos no va a desaparecer, lo que queremos decir es que las que tienen esta filosofía sí están camino de ello. Nos estamos refiriendo a dispositivos que funcionen a pilas, y no a baterías - que ya son la mayoría -, y que se puedan acoplar a los manillares mediante abrazaderas o elementos de tornillería de metal, algo que está siendo sustituidos por soportes plásticos o abrazaderas de resina.
Por desgracia estos modelos, como el que veis en las imágenes, están camino a desaparecer. Inexplicablemente ahora el consumidor prefiere las baterías recargables a las pilas, y huye de las abrazaderas con piezas de ajuste metálicas, algo poco comprensible. Empezando por este último elemento, la abrazadera, al disponer de un tornillo común de metal podemos sustituirlo y cambiarlo caso de que se estropee o, lo que suele ser bastante habitual, lo pasemos sin querer de rosca. En cuanto a su alimentación, este doble "faro" funciona con tres pilas AAA convencionales, por lo que si queremos usar baterías, solamente tendremos que ponerle pilas recargables, teniendo la opción en su caso de ponerle las tradicionales pilas "de toda la vida". Eso no es todo, sus dos LEDs pueden funcionar con menos voltaje, así que podemos usar una pila dummy y hacerla funcionar con dos pilas cargadas, en lugar de las tres.
Su diseño peculiar, con un exterior muy "robótico", es muy atractivo, y su tapa de cierre ajusta bien y es fácil de operar. La TD-515 puede funcionar con tres modos: ráfagas continuas, un modo "de día" en el que la luz funciona como testigo luminoso (luz de posición) o en máxima potencia, con mucha mayor intensidad lumínica. Lo más interesante es que para activar cada modo no es necesario apagarla y volver a encenderla, como en otras luces de su tipo, sino que en este modelo podemos pasar de un modo a otro simplemente pulsando ligeramente el botón, sin llegar a apagarla.
Por supuesto, a pesar de todas sus bondades, no está carente de defectos. Uno de ellos es que la tapa de cierre se encuentra en la parte baja del cuerpo del dispositivo, así que si se afloja o la golpeamos con fuerza al superar un bache, las pilas pueden caerse (aunque siempre podremos asegurarla la tapa con una alambre o una goma, claro). El otro defecto es que, para que la parte frontal que cubre los LEDs no reste mucha luminosidad, se encuentra perforada, así que al circular pueden colarse insectos o polvo en el interior de los LEDs. Lo mejor es cubrir la parte frontal con un poco de cinta transparente para que eso no ocurra.
Hechas esas dos puntualizaciones, estamos ante un dispositivo lumínico muy interesante, con una autonomía de hasta 150 horas (20 horas de uso si se recurre a la máxima potencia), y un sistema tanto de ajuste y colocación enormemente práctico y robusto.
| Redacción: esRevistas.com / esRevistas.blogspot.com
Como vosotros prefiero pilas. En invierno apenas cojo la bici, ni el patinete ni nada. Dejar la batería recargable que se agote es tener que tirar todo el aparato. Algo a lo que por desgracia estamos cada vez más acostumbrados.
ResponderEliminarAdemás que son un palo recargarlas. Lo más fuerte es que muchas ya solo se recargan por USB! De locos.
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