Análisis: Auara, agua "pura" con fines solidarios


Es la moda de los alimentos naturales, ecológicos, equilibrados... Y esta moda también llega a las aguas minerales, aunque en esencia y en el fondo, no debería haber nada más natural que un agua. Porque, ¿qué debería tener un agua de artificial? Nada. Pero, como su nombre indica, las aguas minerales incorporan eso: minerales, sales que en mayor o menor cantidad, durante el proceso de depuración y de filtración natural, van quedándose en disolución en el agua. No son aguas puras, sino serían aguas destiladas que, dicho sea de paso, tampoco serían aptas para el consumo.

Auara, con agua procedente del manantial Carrizal (Carrizal II, en concreto, en la provincia de León - en el Paraje Las Bouzas -), se presenta como un agua responsable socialmente (presumen de ser una compañía 100% social), con un producto ecológico (el plástico de su envasado es 100% reciclado, y no solamente reciclable), y que dedica el 100% de sus ganancias a proyectos en pro de que todo el mundo pueda acceder a fuentes de agua potable.




Sus ingredientes - escritos en una etiqueta ilegible, por cierto, como podéis comprobar (no se si hecho así a propósito) - son un residuo seco de 140, 1,12 mg/l de sodio, 0,79 de potasio, 104 de bicarbonatos, 3,4 de magnesio, 7,1 de cloruros, 6, 65 de sílice, y 44,9 de calcio. Como podéis observar, como agua mineral no es nada espectacular, de hecho aguas que podemos encontrar en Mercadona, como Bronchales, son mucho mejores. La venta de Auara es, por tanto, su lado "solidario", por llamarlo de alguna manera, o comprometido con la sociedad, si atendemos a su publicidad (aunque su web, llena de Bootstrap hasta los topes, nos haga un poco preguntarnos qué hay de cierto en eso, y qué porcentaje no es más que marketing).

No hablamos de precios porque el pack de seis botellas de litro y medio a 8 euros, ya nos dice bastante que en ese aspecto no son nada competitivos. Obviamente, quien adquiera esta agua lo hace por otros motivos.


Ahora bien, uno se pregunta qué necesidad tiene de adquirir agua que no es precisamente la mejor del mercado, con el único fin de apoyar proyectos de solidaridad en países en vías de desarrollo, y no hacer esa aportación directamente a la ONGD. Porque sí, lo más llamativo es que, si vemos su proyectos, en ellos nos damos cuenta que los llevan a cabo Manos Unidas, y nos dan detalles del mismo (otra vez con el odioso Bootstrap, por supuesto, para intentar dificultar la navegación), pero no aparece por ningún lado el dinero que han aportado en Auara, de hecho, ni siquiera mencionan que hayan aportado algo. Solo explican el proyecto, como podría explicarlo la misma Manos Unidas.

Y bien, ¿quién está detrás de Auara? En realidad esta es una empresa madrileña, con fecha tan reciente de creación como el año 2015, y en la cual figura como máximo responsable y apoderado Luis Angel de Sande Gomez, miembro también de las firma Cerromoraleja SA, y Solare SL.

Obviamente que Auara no reparta dividendos y los destine a proyectos solidarios es una buena noticia, pero sería mejor si fuese, además, un producto competitivo, y a precios en los cuales pudiera lidiar en el mercado con el resto de marcas de agua. Tal como está ahora mismo planteada esta embotelladora, su público destino es el mercado elitista, personas con elevado poder adquisitivo, y que no les preocupa pagar bastante más por una botella de agua si su conciencia se queda tranquila. Ahora bien, insistimos: ese dinero, ¿no sería mejor que lo destinaran a las campañas de las mismas ONGDs directamente?







| Redacción: Duraderos.esRevistas.com