Perforette, las perforadoras de hojas "de toda la vida"



Guardo con cariño mi primera Perforette. Es un tipo de máquina simple, sencilla, fácil de usar y práctica, que siempre me gustó. La tengo conmigo desde principios de los ochenta, y por su estado puede percibirse claramente todas las penurias por las que ha pasado. Pensé que estas cosas ya no se fabricaban, y por eso la conservaba conmigo con gran estima. Sin embargo, mientras estaba adquiriendo unos cuadernos me encontré con una moderna Perforette, me llamó tanto que no me pude resistir a adquirirla y, además, en los colores más parecidos -de los muchos en las que se pueden encontrar ahora- al modelo que yo tenía aunque, en este caso, la nueva Perforette es bastante más infantil en sus tonos, mientras que antaño ya veis que tenía unos tonos de color mucho mejor combinados.

Por supuesto no recuerdo cuánto me costó a mí la Perforette por aquellos años, aunque las nuevas no son precisamente baratas, ya que tienes que pagar por una casi 4 € (3,99 €), que son, para que nos hagamos una idea, nada menos que 664 pts. Y ni qué decir tiene que ni por asomo habría pagado a primeros de los años ochenta casi mil pesetas por un artilugio semejante.

El método de enseñanza fotosilábico de Paláu



Una orden del Ministerio de Educación y Ciencia de 1954 autorizaba el uso del método Paláu como aprendizaje a la lectura. Ideada por el polifacético Antonio Paláu Fernández, fallecido a principios de siglo (La Bañeza, León, 1914 - 2001), la cartilla Paláu (y su método correspondiente) servía para aprender a leer a los niños mediante un método sencillo de imágenes acompañadas de dibujos que los pequeños podían relacionar, llamado "método fotosilábico".

Paláu fue un escritor, escultor, pedagogo y ensayista, además de maestro de escuela nacional, doctorado en derecho, y pintor. Antes de su famoso método, Paláu ya había publicado obras como "Espíritu y técnica del color y la forma" (1950), o "Guía monumental y del tursmo de Asturias" (1951). Sin embargo, sería conocido por su método que se propagaría a todas las escuelas públicas dentro de la campaña contra el analfabetismo en España, que llevaría a cabo el Ministerio de Educación.

Veo a gente muy emocionada



Veo a gente muy emocionada porque no tiene la guerra a las puertas de su casa. Gente que se pega al televisor como si vieran una entretenida película de acción, e incluso se dedican a poner mapas interactivos en sus blogs o redes sociales para seguir el conflicto armado de Rusia contra Ucrania. Vamos, como quien ve un partido de Champions. Patético.

No vamos a caer en esas groserías. Tampoco en el hecho de que los soldados rusos ahora, en lugar de llevar orgullosos aquellos Elektronika o Vostok con las estrellas rojas de la URSS por todas partes, ahora llevarán G-Shock japoneses (bueno, más bien chinos y tailandeses).

Prueba: Segarra 3007 Tostado, de Calzados Segarra



Hacía tiempo que queríamos traeros para una reseña unas zapatillas de Segarra. Tras los fiascos de Jhayber y Lotto, estaba buscando unas zapatillas aptas para uso profesional, robustas, cómodas, con suela resistente y no deslizante, y a un precio competitivo. Para encontrar todos esos argumentos hay que salirse de las marcas "chinas baratas" de hipermercado, e irse o bien por las elitistas Puma o Adidas (que ya sabemos que no defraudan, pero también, ¡a qué precios!), o a las pocas casas zapateras que quedan en España. Una de estas últimas firmas que siguen fabricando un calzado digamos "decente" es Segarra.

Con fábrica en el polígono industrial de Belcaire, y oficinas comerciales en el polígono de Carmaday (ambos en Castellón), Segarra lleva en el negocio de la zapatería desde 1882, como bien indica por todas partes sus embalajes. Más de un siglo, nada menos.

Prueba de bolígrafos escolares de 1.0 mm



Por desgracia los japoneses de Uni, de los cuales sabéis que hemos hablado largo y tendido en esRevistas sobre su diverso material de escritura y dibujo, no poseen un bolígrafo "al uso" escolar. Nos referimos a esos bolígrafos que compiten en la dura batalla con los BIC "medium" o "M" de toda la vida, o sea, los de punta de 1.0 mm.

Pero como hay algunas novedades, hemos decidido traeros una muestra y analizarla un poco, porque ya sabéis que nos encanta este tipo de material de escritura. Y es que hasta ahora Paper Mate, otra de las marcas grandes del sector, competía con los BIC Cristal con sus InkJoy, que presumían de tener una tinta muy agradable y deslizante. Sin embargo, sufrían un gravísimo defecto: eran muy proclives a los derrames, de manera que si lo llevabas en el bolso de la camisa, la mochila o el estuche ("plumier"), corres muchos riesgos de que todo acabe hecho un desastre con la tinta de los InkJoy, sin olvidar que, en el momento de usarlo te puede ensuciar los dedos, la ropa, y obviamente el papel. Así que no debía ser, precisamente, un éxito de ventas.

¿Son peores los bolígrafos BiC ahora que los de antes?



Como seguramente muchos de vosotros, yo también suelo utilizar habitualmente bolígrafos de BIC. Los uso para notas rápidas, para apuntes, e incluso suelo llevarlos a algunos exámenes para complementar a los de UNI. Sin embargo desde hace ya bastante tiempo he venido observando que suelen escribir mal, o directamente no escribir, mucho antes de llegar a agotárseles la tinta.

Recuerdo que, de niño, era habitual que el bolígrafo BIC agotase la tinta por completo. Es decir, la caña (el tubito interior donde va el depósito de tinta) se quedaba vacía, transparente o casi traslúcida. Pero de aquellos años hasta hoy ha llovido mucho.