Vemos muy habitualmente por las redes sociales cómo un gran número de dibujantes, y de bocetistas, llevan consigo una cajita, la mayoría de las veces metálica, en la cual suelen meter sus lápices acuarelables, y los instrumentos más básicos con los que dibujan.
Hace años yo llevaba también algo así pero, sin embargo, ya no lo uso porque esas cajas son un estorbo, hacen mucho ruido al moverte y son terriblemente molestas. En su lugar, uso una caja mucho más cómoda: las que se utilizan para meter los discos duros portátiles. Son cajas acolchadas, ligeras, y con exterior duro, por lo que sirven perfectamente para apoyarse. Además, tienen un precio muy competitivo, en mi caso la que uso de Tooq no llega a los diez euros, y se pueden elegir en diversos tonos de color.