Es muy habitual que los adhesivos de origen que vienen en muchas bicicletas se dañen, en otros casos marcas y fabricantes (como B-Pro) los ponen tan frágiles que se despegan solos. Puede ser que, en tu caso, estés pensando en aportar un toque personal, o incluir tu marca favorita tras un repintado del cuadro de la bici, o -por supuesto- volver a poner la marca original. Para todos esos casos es un valioso recurso acudir a las firmas especializadas que ofrecen vinilos y adhesivos. STVinilos es una de ellas.
Sobre vinilos tengo bastante experiencia al restaurar/reparar o personalizar cuadros de bicicletas, y a grandes rasgos podríamos dividirlos en dos tipos: aquellos que tienen que colocarse como calcomanías (mediante transfer), con mucho cuidado y precaución, y aquellos que tienen fondo transparente y pueden colocarse como si fuera una pegatina. De los primeros el procedimiento es bastante laborioso, pero la ventaja es que vienen precortados. Sobre su proceso de colocación es algo que ya os contamos en CadenaCuatro (en el link que acabáis de ver), y que conviene seguir para que el resultado sea satisfactorio.