Hace unos años la Comisión del Mercado de la Competencia abrió un expediente contra la mayoría de marcas elitistas de relojería porque, a su entender, estaban realizando prácticas contrarias a la ley europea, en concreto a las que tienen que ver con la libre competencia, al no querer servirles piezas a los talleres independientes para que se pudieran reparar los relojes y, de esta manera, obligar a los clientes a tener que acudir al SAT de la marca.
Hace un tiempo ocurrió algo parecido con los talleres de automóviles multimarca, y las autoridades obligaron a que los fabricantes prestaran su servicio de recambios originales también a esos talleres. De hecho, marcas como Renault tienen redes de distribución para talleres independientes que no formen parte de su red oficial.