Rotuladores-delineadores Uni Pin de Uni


Todos a los que nos gusta dibujar al carboncillo o realizar bocetos a lápiz, nos encontramos con un problema obvio y común: su temporalidad. Este tipo de dibujos, si no se les somete a algún sistema para hacerlos menos perecederos, acaban más tarde o más temprano convirtiéndose en un irreconocible borrón (según el carboncillo), o se va difuminando hasta desaparecer (según el lápiz).

Así que, para muchos artistas y aficionados al dibujo, suele ser una genial alternativa el grabado a tinta. Lo mismo ocurre para el dibujo técnico, por supuesto.

Hay muchas soluciones de tinta en el mercado, también de delineadores, algunos a color, otros con diferente grosor, otros donde defienden su enorme policromía... Sin embargo la mayoría encontramos en el dibujo a mano alzada y a escala de grises una de las grandes inspiraciones, es como regresar al principio de nuestra formación, buscando las formas y las sombras sin preocuparnos por nada más. Esto no quiere decir que sea más sencillo, por supuesto, sino simplemente diferente.




En lo personal, me agrada por su practicidad y facilidad de uso y transporte: uno puede llevar consigo en una cajita todo el material necesario, sus fineliners favoritos, y no tiene que cargar con colores o útiles que tal vez muy pocas veces vaya a usar. Y, a la vez, permite que lo que hagamos, permanezca más tiempo sobre el soporte o cuaderno de dibujo o bocetos.

Es en ese sentido donde el pack de perfiladores Uni Pin de Uni muestra toda su valía. Con él, y un cuaderno, podemos llevar con nosotros nuestro "estudio de arte". Además, unos perfiladores que también serán muy apreciados para los que realizan dibujo técnico, al permitirles tener a mano no solo varios grosores de trazo sino, además, varios tonos de intensidad.


Los Uni Pin se presentan, en este sentido, en packs o estuches que responden a distintas necesidades: con tres marcadores, con seis marcadores, e incluso un completo set con doce delineadores. El que os presentamos es uno de los más polivalentes, contiene seis rotuladores-perfiladores, que podríamos dividir a su vez en dos categorías, según su trazo, de 0,1 mm y 0,5 mm, y en tres categorías según su tono: dos grises muy pálidos, dos grises medios, y dos negros (código de Uni Pin 200).

Los más claros irán estupendos para cuando necesitemos mostrar sombras sutiles, nubes o ambientes oscuros con tenue luz. Para las sombras más fuertes y elementos con más cuerpo o contraste, podemos recurrir a los tonos medios. Los negros nos pueden servir para las siluetas, los bordes y dibujar las formas, pudiendo mostrar las más cercanas con unos bordes más gruesos, y las más alejadas con unos bordes más delgados. También, elegir el grosor más delgado de 0,1 para los detalles, en aquellas escenas más técnicas o de componentes más tecnológicos: automóviles, mobiliario del interior de edificios, etc.


Los trazos grisáceos podemos usarlos para realizar los detalles más sutiles en rostros, cuando necesitamos primeros planos o retratos, o cuando queremos darle a la escena un ambiente de intensa luz, como puede ser un día soleado o el escritorio de una oficina con detalles de la lámpara muy cercanos.

Para quienes realizan viñetas de cómics apreciarán en gran manera el poder utilizar con libertar tres tonos y dos trazos, sobre todo para aquellas escenas de fuerte carácter, como las que pudieran tener las novelas negras.

Es cierto que, con la aparición y el uso masivo de la informática, este tipo de rotuladores de dibujo han pasado años muy duros, en donde a veces cayeron en el olvido. Es lógico, puesto que la mayoría de los encargos que reciben quienes se dedican al diseño gráfico requieren soportes multimedia y formatos que se realizan más rápidamente por ordenador (y el tiempo suele ser casi siempre una premisa fundamental, por desgracia, lo cual en muchas ocasiones obliga a prescindir del placer de dibujar o de diseñar), pero tras esa etapa de cierta apatía, muchas personas han vuelto a descubrir el placer de dibujar a mano. Algo que ofrece, además, un elemento de relajación como añadido bastante importante.


Muestra de todo ello es el éxito que tienen los llamados cuadernos de bocetos, y solo con hacer una simple búsqueda por las redes sociales nos daremos cuenta del creciente número de personas que descubren (o redescubren) el agrado de diseñar y dibujar a mano.

Por otra parte, dejando de lado el dibujo técnico y corporativo, resulta evidente que, por muy avanzadas que estén las diferentes tablas y métodos de entrada digital para dibujo, ninguno de ellos es capaz de mostrar al cien por cien, ni de igualar, las sensaciones de dibujar realmente y en contacto sobre el papel. Eso sin olvidar que se requiere de unos dispositivos de muy elevado precio, y software de edición que demanda muchos recursos del sistema.


Sin embargo, cuando dibujamos de la forma tradicional, sobre papel y con útiles físicos y tinta real, lo que importará ahí será solo nuestro talento, y todo lo demás - papel y los elementos de dibujo - son, por lo general, bastante asequibles. Podemos, en ese sentido, detenernos todo el tiempo que queramos, haciendo las pausas que necesitemos para dibujar, sin temor a que la conexión se pierda o a que la batería se agote.

Si aún nos queremos sentir más libres, estos estuches de Uni Pin nos dan toda la variedad básica de grises para empezar a dibujar y a mostrar nuestra habilidad sin complicaciones. Con ellos, podremos disfrutar del dibujo en cualquier momento y en cualquier lugar. El resto lo pondrá la destreza de nuestros dedos.


Hacia una nueva dimensión del dibujo
Si el estuche de seis Uni Pin que acabamos de mostraros nos permite tanta variedad, imagínate lo que se puede hacer con el juego completo. Puntas de grosor milimétrico que se reducen a trazos de 0,03 mm, 0,05 y 0,1; puntas con trazos calibrados hasta el 12, pasando por todos los 0,5, 0,7, 0,8... Todas ellas con la tecnología Super Ink de Uni, resistente al agua y a la luz solar, además de contar con ventana exterior y puntas poliacetales que ofrecen líneas nítidas.

Eso no es todo. Con Uni Pin podemos elegir las mismas tonalidades grises intensos y claros, pero además, también tonos sepias, ideales cuando queremos realizar contrastes o para aquellos que prefieran realizar dibujos, retratos o composiciones en sepia o sanguina.


Con tanta variedad, las necesidades del profesional o aficionado más exigente quedan cubiertas de sobra. Pero aún así, eso no es todo. También encontramos pinceles (brushes), que nos facilitarán mucho las cosas a la hora de rellenar huecos con tinta. Son precisamente estos brushes de mis favoritos, porque incluso son muy agradecidos cuando los usas para caligrafía o cartelería dentro de tus dibujos.

Las diferentes líneas nos ayudan a crear perspectivas, dibujos o grabados más intensos y con líneas más duras, o suaves perfilados, según las necesidades, gustos o peticiones de cada uno. ¿Que quieres crear una atmósfera de tensión? Líneas duras gruesas y marcadas pueden ser las ideales. ¿Unas líneas refinadas para una escena delicada? Los trazos más suaves irán perfectos.


Por supuesto, si lo tuyo es la caligrafía también podrás crear formas tridimensionales, con trazos de distintos niveles y con una gran cantidad de variantes y texturas.

Tanto para un dibujo rápido, un boceto casual, como para escenas o complejas ilustraciones de comics o láminas, con base en blanco y negro para acabar a color, o en tonos de grises y/o sepias, la enorme variedad de los delineadores Pin de Uni tiene la respuesta y se convertirán en el instrumento ideal con el que podrás hacer aflorar toda tu destreza y maestría.

Y si por el contrario, estás empezando, confía en ellos para convertirte en ese talentoso artista que siempre quisiste ser.


























| Redacción: Duraderos.cc / Duraderos.blogspot.com

2 comentarios :

  1. Alejandro10.5.21

    Con las tendencias actuales, y también teniendo en cuenta que ya existían en el pasado los estilógrafos tiralíneas calibrados recargables por cartuchos o con sus tintas (Rotring, Staedtler, Faber Castell…), no sé a qué esperan a hacer todos estos modelos que hay recargables.

    Recientemente que me he ido juntando con algunos de ellos (aunque tengo un juego de Rotring Isograph del colegio e instituto guardado, de los '90, pero son mucho más técnicos por la punta que usan que funciona realmente bien en posición muy vertical sobre el papel), hace poco me topé por casualidad con que algunos modelos como los Sakura Micron (y sospecho por ciertas semejanzas en diseño a éstos que igual los Staedtler también) y los Faber Castell PITT, se pueden recargar fácilmente con tinta de estilógrafos. Es decir son modelos diseñados para ser desechables y baratos, pero es posible y nada descabellado ni difícil recargarlos. Lo cual es una gran ventaja. Es especialmente fácil en los Faber sobre todo pensando en los que son punta de pincel respecto a los Sakura, porque los Faber es cuestión de sacar el tapón del culote con ayuda de unos alicates (y algún paño para no marcar el plástico si no se desea) y por ahí se recarga la tinta, mientras que en los Sakura (y sospecho que en los Staedtler también se podrá, que tengo un 0,8 de estos) es igual pero sacando la punta metálica… que en los calibrados al menos de 0,3 para arriba, es más factible que en los más finos, pero que por eso mismo decía que igual no es posible en los que son punta de pincel o de fieltro pues no tienen la base y punta metálica para poder asir con los alicates.

    No les supondría tanto al os fabricantes hacerlo: fabricar estos en lo más posible reciclando componentes y recurriendo a reciclaje, pero también ofrecer la forma de rellenado tan simple y las tintas (para los incondicionales de algunas, además de que así también les darían salida a las tintas para otros usos).

    A mí es algo que me ha gustado conocer. En el caso del Staedtler ya probaré el día que lo agote. Pero saberlo al menos de los PITT de Faber, es algo que me ha gustado el descubrir que no porque se gasten o sequen, tendrán que ir a la basura (porque además son útiles bonitos, no son feos de diseño). En los de colores será más complejo (tengo un juego de 6 de colores vivos, y otro juego de escalas de grises en pincel más un calibrado 0,3, y algo más adelante compré un juego "para caligrafía" que incluye algunos grises repetidos, pero dos puntas diferentes más en negro más uno más en 0,3), pero que vamos, tanto en negros como el que no te preocupe que después pinte negro o de la tinta que le eches, es una buena forma de seguir aprovechándolos y no desecharlos tan rápido.

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    1. Es algo de lo que siempre nos quejamos. Claro que si quieres uno para recargar, lo suyo es que el cuerpo fuese de metal, las roscas de metal, y..., no sé, las puntas sufren mucho. Con un par de recargas ya estarían para el arrastre. En caligrafía puede que se puedan alargar más tiempo aprovechándolos para recargar, pero cuando uno necesita aplicar reglas y demás, con tanto roce, o dibujando, la punta se va a freír espárragos en poco tiempo.

      Sí que veo más factible las recargas en los bolígrafos "normales", antes era muy habitual (por desgracia ya no tanto), aunque Uni en este caso - y no quiero adelantar acontecimientos porque me lo han pedido que no lo publicara - va a hacer algo al respecto precisamente sobre ese tema.

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