El auténtico logro de las redes sociales

Quiero que hagas un pequeño ejercicio de imaginación, por favor. Imagina que existe una empresa de zapatillas, por ejemplo, "Tomasa", cuyo cometido es ese: vender zapatillas. Imagínate que vas un día por la calle, y en la furgoneta del albañil de barrio o del manitas, ves escrito: "Reparaciones Manolín", y debajo: "Uso zapatillas Tomasa". Te parecería increíble, ¿verdad?

Bueno, puede que Manolín sea un adicto y tan admirador de esas zapatillas, que le guste difundirlas para que todos las compren. O puede que su mujer sea la dueña de las zapatillas Tomasa, quién sabe. Pero resulta que luego vas al supermercado, y ves en la puerta: "Compra zapatillas Tomasa". Te quedarías a cuadros. Pues más aún cuando en la bolsa de patatas fritas que compres, te ponga un mensaje diciendo: "Usa zapatillas Tomasa", y al lado el logo de la "T", de "Tomasa". Y así en toda una retahíla interminable de objetos de uso diario: jabón, bebidas, camisetas, afeitadoras... ¡Hasta en los cuadernos o en el material escolar que vayas a comprar para tus hijos! ¡Incluso en la farmacia, o en la caja de medicamentos, te dirán que uses zapatillas "Tomasa"!




Pensarías que el mundo se ha vuelto loco, que la gente es estúpida, y que están todos pirados. O tal vez es que Tomasa, la compañía de zapatillas, tiene mucho dinero y les ha pagado a toda esa gente para poner su logo y su nombre ahí. ¡Pero no! ¡No ha pagado ni un euro! ¡Le publicitan, y lo hacen gratis y hasta felices! Entonces dirás que son tontos por difundir una marca comercial que, incluso, ¡hasta puede que les haga competencia con anuncios de sus rivales!

El auténtico logro de esas redes sociales es el haber conseguido que tú les hagas publicidad, encima gratuitamente, sin cobrarles un centavo, y lo hagas con gusto. De hecho, te habrás dado cuenta que muchas compañías ni siquiera ponen su dirección o su nombre en el soporte en que se anuncian, solo les ponen el logotipo. Como diciendo: "visita Facebook, que está chachi", sin más. Ni siquiera indican que quieren que les visites en su perfil. Solo que entres. Como si eso les supusiera una venta más, cuando en realidad están haciéndole difusión por la cara a esa red social.


Hasta las Administraciones Públicas difunden y anuncian a Facebook en sus folletos informativos, y lo hacen sin cobrarles ni un euro por ello. Lo cual es más sangrante aún, porque Facebook ni siquiera paga tributos en España (que, si al menos fuera así, tendrían una cierta excusa). Increíble. La Administración anunciando que visites la web de una compañía que evade impuestos. Para que nos hagamos una idea de lo absurdo que es esto, imaginémonos que en los folletos de la Agencia Tributaria se le pidiera al contribuyente que visitase la web de Mario Conde. O en los folletos de la policía se recomendase a la gente darse de alta en una web de narcotráfico.

Lo inusual y asombroso es que estas redes sociales hayan logrado, pues, que todo el mundo, desde la micro-empresa más pequeña o el bar del pueblo, hasta la multinacional más poderosa o las Administraciones Públicas, las difundan y les hagan publicidad, y se vea como algo normal. Incluso como algo bueno.


Pocos productos quedan ya sin tener el logotipo de la "F" de Facebook, o la conocida imagen del logo de la cámara de Instagram, o el de Youtube. Date una vuelta por la calle, lo verás en los escaparates. Mira en los objetos de uso cotidiano que tienes por casa: lo verás en casi todos los productos. Todos anuncian esa compañía estadounidense, todos te piden que la visites, todos que te des de alta en ella. Como si fueran una filial, o trabajasen para los de Facebook.

¿Queda algo en donde no veamos aún el archiconocido logo de la "F"? Poca cosa. Quizá el siguiente paso será que nos obliguen a tatuárnoslo en la frente, que lo incluyan en las monedas y billetes, o que nos coloquen también una "F" en nuestro carnet de identidad. Total, ya... Y seguro que nadie se sorprendería si se hiciera.







| Redacción: Duraderos.cc / Duraderos.blogspot.com