Normalmente todos pensaríamos que Citizen tiene la capacidad, y la tecnología suficiente, como para desarrollar sus propios relojes inteligentes, pero al parecer no es así. Y es aún más llamativo que tenga que recurrir precisamente a uno de sus grandes competidores en el mercado, Fossil, que es una de las marcas de relojes que más vende (sobre todo en Estados Unidos), y una de las líderes a nivel mundial. Así, como tantas veces ocurre en tantos sectores, en los escaparates están frente a frente, pero de puertas para adentro van codo con codo.
Parece ser que a Citizen se le está complicando (o no quiere perder tiempo, que también puede ser) la tecnología de relojes inteligentes, por lo que recurrirá a Fossil. El acuerdo de colaboración, hecho público a principios de este mes, contempla que Citizen fabricará el motor híbrido de sus relojes smartwatch, utilizando tecnología del Grupo Fossil. También Fossil le ayudará "a las innovaciones futuras" de esta categoría, es decir, de relojes inteligentes.
No está claro qué es lo que Fossil (marca propia, y también manufactura para Michele, Misfit, Relic, Skagen, Zodiac, y productos bajo licencia de las marcas Armani Exchange, BMW, Chaps, Diesel, DKNY, Emporio Armani, Kate Spade New York, Marc Jacobs, Michael Kors, Puma y Tory Burch) recibirá a cambio, se supone que, obviamente, dinero, a cambio de que desde Fossil les ayuden con sus innovaciones. Pero Kosta Kartsotis, el CEO de Fossil, ha aprovechado para "sacar pecho" diciendo que demuestra "las capacidades de nuestro desarrollo en la categoría de wearables", y a la vez aseguran que eso impulsará "el mercado de los smartwatches" -probablemente de eso se trate: de que más gente se los compre- y hará la fabricación de este tipo de relojes "más barata".
Queda por ver si ese ahorro en costes será traducido en relojes más baratos para el consumidor, o en más beneficios para ellas, las marcas. Mucho me temo que más bien será lo segundo.
| Redacción: Duraderos.esRevistas.com